Hay derrotas y derrotas. La que sufrió el Algeciras ante la Cultural es difícil de procesar. Increíble que los albirrojos no lograsen marcar un solo gol en un partido en el que tuvieron ocasiones de todos los colores. Más de media docena de paradas del portero Salvi tuvieron también la culpa de un revés, el primer tropiezo en el Nuevo Mirador esta temporada, un varapalo que confirma lo complicado que resulta ganar dos semanas seguidas en campo propio.

El Algeciras perdonó lo indecible, sobre todo en un segundo tiempo que fue un auténtico asedio. Pero los de Iván Ania también concedieron, especialmente en una primera mitad que dejó al aire las vergüenzas defensivas de un equipo que necesita endurecerse y mucho si quiere aspirar a asomar la cabeza en la planta noble. Concediendo tanto... Difícil.

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La Cultural y Deportiva Leonesa, además de contar con un héroe entre los tres palos, se reveló como un conjunto listo, sabedor de que apretando arriba tenía posibilidades de hacer daño (como así ocurrió) y con capacidad para sufrir durante muchísimos minutos las embestidas algeciristas. Los de León, por cierto, parecían del sur cuando tiraron del manual de perder tiempo. Magistrales en ese sentido.

La segunda derrota de la temporada en tres jornadas vino precedida por una ausencia inesperada. La baja de Borja tomó por sorpresa a la gran mayoría al conocer el once del Algeciras. El centrocampista gallego, la brújula del equipo de Ania, se ha lesionado y veremos a ver para cuánto tiempo. Unai Veiga se estrenó como titular en la zona ancha y el técnico, como sí se esperaba, apostó por Elejalde para cubrir la baja de David Martín en una de las bandas.

El Algeciras empezó enchufado, tanto que pudo adelantar a los dos minutos con un córner envenenado de Tomás y en el 3' con un zarpazo desde la frontal del área de Veiga que sacaron entre el meta Salvi y el palo.

La Cultural aceptó la propuesta y en el minuto 7 tuvo la primera llegada clara tras una pérdida de balón algecirista en campo propio. La primera de las muchas que estaban por venir en el primer tiempo. Néstor Querol chutó sin problemas para Pol. Sí acertaron los leoneses en el minuto 10 tras otro regalo del conjunto de Ania en su parcela. Obolskii se la puso franca a Solís para que marcase.

El tanto visitante dio paso a un Algeciras descabezado (¿sin Borja?), víctima del propio vértigo que estaba proponiendo. La Cultu la volvió a tener, en el 13', tras un balón colgado que dejó en evidencia al costado derecho de la defensa y que Néstor remató casi solo ante Pol.

El Algeciras solo funcionó a base de chispazos, sumido en esa inseguridad que ofrecía a sus espaldas. En el minuto 20 Alvarito Romero pudo desequilibrar la situación en una contra lanzada en la que parece que tocó el balón antes que un Salvi que le arrolló fuera del área. Sánchez Sánchez pitó saque de banda en medio del clamor del estadio.

La presión alta de la Cultural ahogaba a un Algeciras que además se complicaba la vida solo al tratar de salir con el balón. Cada intento convertía el partido en una ruleta rusa. Con todo la tuvo de nuevo Romero, el más clarividente, en una acción muy trabajada por Roni dentro del área, pero apareció Salvi, providencial.

Los del Reino jugaron de maravilla también con el reloj, templando el partido cada vez que subía el termómetro y perdiendo todo el tiempo del mundo. Poco después de un disparo intencionado de Elejalde, el colegiado apenas añadió dos minutos de prolongación cuando se habían perdido al menos diez.

El segundo periodo empezó con una oportunidad relámpago de Roni, el prólogo del monólogo rojiblanco que estaba por venir. Monólogo sin la gracia del gol. 

Llegaba el Algeciras por todos lados, por medio de Tomás por la izquierda con sendos ocasiones peligrosas, la segunda tras un saque de esquina. La Cultu se parapetó y clavó estacas ante el asedio local. La ocasión más clamorosa la tuvo Roni en el minuto 60 cuando falló lo que nunca ha fallado, solo con todo el marco por delante. Nadie recriminó lo más mínimo al goleador, que evidentemente no pasa por su mejor momento.

En el minuto 62, paradón de Salvi a remate de Iván en un córner, en una clásica jugada ensayada. Al minuto, balón de Romero que salió por poco a córner. El Mirador volvió a clamar, esta vez por un posible penalti a Unai Veiga. Nada. Ania empezó a quemar cambios de ataque pero ninguno ofreció nada, salvo el canterano Pimienta en los últimos compases.

El Algeciras insistía e insistía: Albarrán casi acierta al entrar con todo en el 70' pero Salvi sacó el puño y el guardameta visitante abortó el enésimo intento de Roni al instante. Y luego vinieron esos balones a los que no se llegan por poco, como el que se le presentó a Mizzian en el 77'. 

La niebla apareció en el Nuevo Mirador en un recta final en la que se jugó poco entre interrupción e interrupción, la más justificada la que se produjo en el minuto 90 tras un choque fortuito y feo que dejó KO a Siddiki. El último coletazo, el de Pimienta en el añadido, arrancó unas tímidas palmas de una afición que ya desfilaba tratando de explicarse cómo había podido perder su equipo este partido.