Aterrizar en un club con la temporada en marcha nunca es fácil para un entrenador. Más aún si las urgencias aprietan día sí y día también y el tiempo corre en contra. Emilio Fajardo sabía a lo que se exponía cuando aceptó el reto del Algeciras CF. El técnico comenzó su desafío en el Nuevo Mirador con un pesado lastre que poco a poco trata de aligerar para que el equipo alcance los puestos de privilegio del grupo X de Tercera. Después de seis partidos, los albirrojos se mantienen invictos en 2019 y se han acercado a cuatro puntos de la cuarta plaza. Esa posición ocuparían los algeciristas si la Liga hubiese arrancado cuando Fajardo tomó las riendas.

Anecdótico o no, el Algeciras es el cuarto mejor equipo del grupo X en el tiempo que lleva Fajardo. Tres victorias y tres empates se traducen en doce puntos de dieciocho posibles con un balance de siete goles a favor y tres en contra. Solo la Lebrijana (16), el rival del próximo domingo (17:00), y el Betis Deportivo (13) han sumado más en este periodo que el cuadro de La Menacha, que igualaría con el Xerez DFC, la UD Los Barrios y el Cádiz B (12). Y estaría por encima de Utrera (11), Córdoba B (10) y Ceuta (9).

Cada aficionado tiene sus sensaciones y su propia opinión, pero los números avalan a un entrenador que el pasado lunes en Las Cabezas de San Juan logró la segunda victoria consecutiva a domicilio, algo que a los albirrojos se les resistía desde comienzos del campeonato cuando hilvanaron dos alegrías en Gerena y Utrera, de la mano del algecireño Javier Viso. Hace ya cuatro meses.

El Algeciras y Fajardo tienen ahora otra asignatura pendiente: encadenar triunfos en dos jornadas seguidas, cosa que se viene negando casi desde hace una vuelta. La mayor parte del algecirismo y hasta los integrantes del vestuario coinciden en que el equipo solo necesita enchufar dos o tres victorias para despegar del todo y justo eso persigue un técnico que ha trabajado mucho en lo anímico desde que puso los pies en el Mirador a primeros de enero.

Los algeciristas tienen ahora el reto de encadenar dos victorias seguidas para terminar de despegar

A Fajardo se le exige una remontada desde el primer día. Una escalada mientras el club ha ido echando el resto para rearmar la plantilla, un proceso que acaba de culminarse como quien dice. El tránsito ha tenido luces y sombras, pero lo más positivo es que el Algeciras se ha mantenido alejado de la derrota y ha aprendido a manejar otros registros.

El Nuevo Mirador aguarda con expectación un partido a tumba abierta como el que se presenta este domingo ante la Lebrijana, un rival en racha y que siempre responde con bravura de la mano de Joaquín Hidalgo. El domingo es un día para que el Algeciras de Fajardo demuestre que el modo liguilla está por fin activado y sin más apagones.