Algeciras CF - RC Deportivo de La Coruña | La crónica

La injusta y cruel derrota de los valientes (1-2)

El fútbol fue cruel e injusto esta vez con el Algeciras CF. Los albirrojos cayeron derrotados (1-2) ante el RC Deportivo de La Coruña en un partido que no merecieron perder. Los de Iván Ania, los más valientes sobre el césped del Nuevo Mirador, sometieron durante 80 minutos al gran favorito del grupo, a un Dépor tan histórico como reservón que se adelantó en un espejismo y se encontró el premio de la victoria al final casi de casualidad. Y para colmo el arbitraje privó de lo que habría sido el consuelo del punto con un gol mal anulado en el último suspiro a Unai Veiga. El factor añadido de jugar contra un grande también se sufre en la Primera Federación.

El Algeciras estuvo más cerca de la victoria que de la derrota durante la mayor parte del encuentro ante un Deportivo que, estando mal, muy mal, es capaz de tumbarte. Los coruñeses se pusieron por delante al filo del cuarto de hora por medio de Svensson, que explotó el punto flaco algecirista en un  balón a la espalda. Ni con esas se atrevió un Dépor que fue maniatado por el Algeciras durante el resto del primer tiempo. Los albirrojos encontraron el premio de la igualada a la media hora tras una gran accion de Elejalde que dio en un palo antes de que el capitán Iván Turrillo marcase el empate.

El Algeciras jugó más y mejor que un Deportivo que se dedicó a aguantar el chaparrón hasta los últimos diez minutos. Los cambios bajaron el nivel de los albirrojos y los visitantes aprovecharon en el 81' un balón en profundidad a Narro para fabricar el ataque que dejó solo a Soriano, cuyo disparo se coló en la portería de Flere tras salir rebotado en Van Rijn. El jarro de agua fría cayó sobre un estado con más de cinco mil almas que había empujado con su equipo a ir a por la victoria. Nadie se había conformado con el empate. El Algeciras apretó hasta el último aliento y pudo empatar, de hecho lo hizo en una acción que finalizó Unai Veiga y quedó anulada por fuera de juego. No lo era como demuestra la repetición del vídeo. Error garrafal del árbitro y su asistente. Un fallo que costó un punto que había sido más que merecido.

El algecirismo brindó un cálido recibimiento a su equipo en una tarde con las mejores galas. El conjunto de casa, de salida, presentó su declaración de intenciones con un once claramente ofensivo y fiel al sistema de Ania. El entrenador suplió la baja del sancionado Romero con Elejalde y revolucionó las bandas con la entrada de Ferni y Sidikki en lugar de David Martín y Juan Serrano.

Golpe y reacción

El arranque tuvo unos primeros minutos intensos, con el Algeciras mordiendo y un arbitraje que apenas permitía contacto. Los locales se volcaron sobre el terreno deportivista con la defensa prácticamente en el centro del campo. Con este riesgo asumido, el Deportivo castigó al Algeciras en el minuto 13 donde más le duele. Los de Óscar Cano salieron en tres toques rápidos desde atrás y cogieron la espalda descubierta a toda la retaguardia con Figueras y Van Rijn persiguiendo a un Svensson que enfiló el portal de Flere y chutó sin compasión. Pudo hacer algo más el argentino.  

El Dépor lo tenía claro: buscar las cosquillas a un Algeciras echado adelante sin paracaídas. Los de Ania reaccionaron con energía y apretaron a Mackay con un par de llegadas de Roni, que intentaba hacer de todo: bajar a cogerla, descargar y buscar el remate. 

El empuje algecirista se tradujo en el inevitable empate. Elejalde, el más brillante en el primer periodo, se marchó con fuerza para fabricarse un disparo que salió a un palo de Mackay. El rechace acabó en dos pases con sentido para que Iván Turrillo enganchase un latigazo ajustado para el 1-1. Enorme el capitán en las grandes citas.

Sometimiento

El Algeciras sometía a un Dépor que había renunciado al balón, pero que era capaz de salir con mucho peligro. En una de sus pocas incursiones, en el minuto 36, pudo haber penalti a Soriano en un balón disputado en el que se cruzó Pepe Mena. Lo pudo haber pitado perfectamente Pérez Hernández. 

Tras el descanso, el Algeciras mantuvo el físico y la iniciativa. Un centro de Albarrán estuvo a punto de convertirse en el 2-1 tras un remate de cabeza de Ferni. Los albirrojos apretaban sin cesar y pasada la hora de partido tuvieron sus ocasiones Elejalde y Roni. El Deportivo, que ya empezaba a sacar refrescos desde el banquillo, resistía como diciéndose así mismo: tranquilos, que la vamos a tener.

Jarro de agua fría

Y así fue. Cumplido el minuto 80, el Algeciras pegó un bajón que, coincidencia o no, se produjo a raíz de los cambios. El Deportivo asestó el golpe mortal en el minuto 82 tras una acción que nació en un balón largo a Narro, que salió en posición correcta. El juego desembocó en un pase que dejó solo al genio de Mario Soriano, cuyo disparo se desvió en Van Rijn y batió a Flere.

El chasco fue grande para el Mirador, pero el Algeciras tuvo el empate. Después de una interrupción de casi cuatro minutos por la lesión de Mackay, que tuvo que ser sustituido en el 90', los de Ania murieron con las botas puestas en un último ataque en el que Unai Veiga remató un balón colgado dentro del área. El madrileño Pérez Hernández anuló por fuera de juego el tanto. Veiga no estaba en posición antirreglamentaria, pero lo fácil, seguramente, era pitar a favor del pez grande.

El Algeciras se queda con 15 puntos tras la undécima jornada, en la zona media del grupo I de la Primera Federación.

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