Algeciras CF - Córdoba CF | La crónica

Un punto de vida para el Algeciras (1-1)

  • Los albirrojos rescatan un empate en el Nuevo Mirador que les permite salir del descenso

  • Roni iguala poco después del enésimo regalo de la temporada de los de Ania

Un punto más para el Algeciras y qué trabajito costó. Los albirrojos sumaron ante el Córdoba CF (1-1) cuando más difícil se puso, cuando regalaron el enésimo gol de la temporada y los oscuros nubarrones sobrevolaron el Nuevo Mirador. No dio tiempo a que la cólera se apoderase de la afición porque un tanto salvador de Roni repuso las tablas al poco de marcar Diarra y el empate se impuso entre dos equipos dominados por las dudas y atenazados por el miedo a perder.

El Algeciras sigue sin ganar -tres jornadas tras las estériles salidas a Ferrol y Pontevedra- pero lo cierto es que estuvo a un paso de volver a perder, lo que a saber qué tormenta habría desatado en La Menacha. El punto sirve como bálsamo para, al menos, escapar de las llamas del descenso una semana después de haber caído al pozo, ya que los albirrojos aprovecharon la derrota del Fuenlabrada ante el Alcorcón. Con 32 puntos, los mismos que los madrileños, la diferencia de goles favorece en esta ocasión a los algeciristas, que igualan también con el San Fernando en una clasificación no apta para cardiacos.

El Algeciras continúa a las puertas de la UCI pero emite señales de vida. Si el equipo juega con esta intensidad, a buen seguro peleará por derecho por la permanencia. La pena es que estos mismos jugadores no saltasen a Pontevedra y a otros campos -como Talavera sin ir más lejos- con este colmillo porque igual los apuros eran menos. Pero la realidad del Algeciras es la que es, la de un conjunto con unas debilidades muy claras y con unas virtudes que exigen jugar el 150%. Por debajo de eso, los de Ania se vuelven muy ramplones.

No fue el caso en esta ocasión, aunque el Algeciras cometió un par de errores que pudieron costarle el partido. Solo le salvó la mala dinámica de un Córdoba que no está para lanzar cohetes y que dista un mundo de la apisonadora de la primera vuelta. Los de Germán Crespo van a tener complicado el playoff con esta versión tan apocada.

Ania retocó un once en el que cambió la defensa casi al completo ya que volvieron Amoah y Jordi Figueras al centro de la retaguardia, y Albarrán regresó a su posición natural en el costado derecho, con Tomás en la izquierda. El técnico situó a Borja e Iván en la medular y aireó las bandas con Siddiki y David Martín para tratar de abastecer un ataque con Romero y Roni. En la portería, el ya asentado Rubén Miño.

El duelo arrancó con un Algeciras presionando muy arriba, tratando de asfixiar al Córdoba en su zona de creación. Los de casa llevaron algo más el timón aunque sin alardes. La actitud, eso sí, distaba un mundo a la de hace una semana en Pontevedra.

El respeto predominó entre dos equipos que no querían equivocarse en un primer tramo carente de salsa. El Algeciras buscaba a menudo a Roni para que se apalancase con su buen juego de espaldas. El Córdoba aguardaba su momento con paciencia.

El primer cosquilleo lo tuvo el Algeciras en el minuto 22 tras un ataque insistente en el que Iván Turrillo armó el disparo dentro del área con mucho peligro pero fue repelido por Puga y su rechace casi lo enganchó Siddiki. A renglón seguido fue el marroquí el que chutó tras una acción combinada que rompió las líneas blanquiverdes. Y un minuto después Albarrán se lanzó arriba como un cohete, hizo la pared con Roni pero se anticipó el meta en el área pequeña.

El fogonazo algecirista encontró réplica pasada la media hora en un disparo de Antonio Casas que no sorprendió Miño. El primer tiro entre palos del Córdoba. Los de Germán Crespo apenas inquietaron más allá de un lanzamiento de Javi Flores, por alto, tras una internada de Kike Márquez en las pocas fugas que tuvo la retaguardia algecirista. El descanso irrumpió con las tablas y una ligera sensación de superioridad rojiblanca, pero eso, muy ligera.

El segundo periodo comenzó con el inesperado cambio en el Algeciras de Benítez por Figueras, que debió resentirse de su lesión. Ania, que tenía en el banquillo a un central como Van Rijn, prefirió desplazar a Albarrán al centro de la zaga.

Los albirrojos insistieron por el costado derecho con Siddiki, que en el 52' se metió y sacó un centro peligroso al que no llegó un desconectado David Martín.

El Córdoba movió el banquillo buscando una velocidad más. Ania tardó algo más en buscar alternativas. El partido permanecía abierto en su último tramo, el decisivo. Fue entonces cuando el Algeciras hizo lo que viene haciendo el Algeciras a menudo: conceder y regalar. Los locales pusieron en bandeja el 0-1 al Córdoba que se adelantó en el minuto 67 por medio de Diarra tras una pérdida de balón incomprensible en un partido que estaba siendo aseado en defensa.

Sonaron cánticos contra Ania pero la crispación no fue a mayores porque el Algeciras esta vez sí supo reaccionar rápido y encontró el empate en el 74'. Una buena cabalgada de Benítez desembocó en un centro de Tomás por la izquierda y la definición de Roni, que seguramente salvó a su paisano en el banquillo.

Los últimos compases se jugaron más con el corazón que con la cabeza porque los dos eran conscientes de que solo una victoria podía contentar sus aspiraciones. Pudo pasar de todo, pudo marcar cualquiera pero en el fondo ninguno quería dejarse por el camino un punto que al menos sirve de sutura momentánea. El Córdoba, por cierto, reclamó un penalti en la última acción del descuento en la que se marchaba Camus, pero el colegiado pegó el silbatazo final.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios