Algeciras CF

Castilla, ¿otra vez tú?

Tomás y Figueras, ante el madridista Peter, la pasada temporada.

Tomás y Figueras, ante el madridista Peter, la pasada temporada. / Erasmo Fenoy

El destino futbolero ha querido que este próximo sábado (19:30, horario unificado) el Algeciras CF se juegue toda su temporada contra el Real Madrid Castilla. Hace ahora justo un año, los albirrojos se dejaron casi todas sus opciones de disputar el play-off de ascenso a Segunda tras empatar en el Nuevo Mirador contra el filial blanco en un partido que coleó durante semanas por una enorme polémica: la reclamación por parte algecirista de alineación indebida de los madridistas, un recurso que fue desestimado por el Juez Único de Competición, el de Apelación y el del TAD.

Un año después, el Algeciras y el Castilla se reencuentran en el mismo sitio y casi a la misma hora (aquella vez fue a las 20:30). En esta ocasión, los de casa se juegan la permanencia en la Primera Federación -dependen de sí mismos- y los chicos de Raúl González únicamente tienen por decidir si acabarán terceros o cuartos del grupo, pero el billete para luchar por el ascenso ya lo tienen garantizado.

Son muchos los algeciristas que tienen marcado a fuego aquel enfrentamiento con el Castilla porque, con aquellos dos puntos más que habría otorgado la victoria esa tarde, el equipo de Iván Ania habría disfrutado de su segundo play-off consecutivo a Segunda División tras el vivido en 2021 en Extremadura.

Pero la pelotita no quiso entrar. Romero y Leiva se toparon con los palos de la portería madridista y el gol de Roni solo fue suficiente para igualar el tanto que hizo el gigantón Latasa para inaugurar el marcador en un estadio casi lleno con más de siete mil espectadores.

Después pasó lo que pasó. El Algeciras detectó lo que entendió como una irregularidad que en vivo pasó desapercibida para la gran mayoría del público. Los rojiblancos consideraron que el filial cometió alineación indebida tras la expulsión de Antonio Blanco, momento en el que los blancos se quedaron con nueve jugadores y solo seis de ellos con ficha de la plantilla del filial. Los otros tres en el terreno de juego eran juveniles. Tras apercibirse, el Castilla retiró de manera inmediata al juvenil Villar por Jaume Jardí.

El Algeciras se agarró al artículo 223 del reglamento de competición de la RFEF. Este artículo referido al "número mínimo de futbolistas" dice lo siguiente en su punto segundo: "Una vez iniciado el partido, los equipos deberán estar integrados, durante todo el desarrollo del mismo, por siete futbolistas, al menos, de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan. El hecho de que por cualquier causa, incluida la expulsión de un futbolista o la sustitución por lesión, el equipo quedase integrado por menos de siete futbolistas de los que se refiere el párrafo anterior, será considerado como infracción de alineación indebida", advierte el reglamento.

Félix Sancho, entonces único accionista de la institución, dio incluso una rueda de prensa para argumentar las razones del Algeciras. El burgalés aseguró que la entidad iría hasta los estamentos que hiciesen falta si esos dos puntos daban la clasificación para el play-off de ascenso, como a la postre ocurriría tras la victoria del conjunto de Ania en Sabadell en la última jornada.

El Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol desestimó la denuncia algecirista. El argumento empleado fue que el balón no se puso en juego desde que el Castilla se quedó con los señalados seis jugadores con licencia del equipo hasta que realizó la sustitución que le permitió volver a contar con los siete mínimos que marca la norma, que Competición considera que fue "respetada" en todo momento. El Juez se apoyó en la prueba videográfica aportada por el Castilla para determinar que el balón estuvo parado en ese lapso de tiempo. El Algeciras recurrió ante el Comité de Apelación, que replicó con la misma resolución, y los de La Menacha acudieron a la vía del Tribunal Administrativo del Deporte y solicitaron medidas cautelares para que se pospusiese el play-off, pero la burocracia federativa ignoró a los rojiblancos y llevó a cabo la pelea por el ascenso en Galicia. Semanas después, el TAD refrendó la negativa al Algeciras.

Para un sector del algecirismo, la guerra en los despachos contra el Castilla -dicho de otra forma, contra el Real Madrid- estaba perdida desde primera hora, pero el Algeciras hizo lo que tenía que hacer, con las armas de las que disponía en ese momento.

El reencuentro de este sábado tiene otras connotaciones muy diferentes para unos y para otros, y un aliciente especial con el regreso del algecireño Álvaro Leiva, la última perla de la cantera algecireña, un futbolista todavía muy joven que el pasado verano salió traspasado a la Fábrica blanca en un acuerdo que en cierta manera significó la pipa de la paz entre ambas entidades.

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