Cuando el Algeciras baja el pistón corre el riesgo de convertirse en un equipo ramplón y eso fue lo que le ocurrió en Valdebebas, donde los albirrojos, muy desdibujados, doblaron la rodilla sin apenas presentar batalla. El Castilla, que estuvo más vivo y fue mejor en las dos áreas, se llevó con demasiada facilidad un partido que casi nunca estuvo en manos de los algeciristas. Un gol en propia de Robin -en un lance con muy mala fortuna - rompió una primera parte fea y una acción a balón parado sentenció en la recta final e hizo justicia a lo que estaba pasando sobre el verde del Alfredo Di Stéfano.

El Algeciras perdió las hechuras de equipo correoso pero a la vez con buen gusto. Los de Ania evidenciaron lo mucho que se notan dos jugadores como Tomás y Roni, dos tornillos maestros que sostienen toda una estructura. Los albirrojos combinaron una pegada casi testimonial con una fragilidad defensiva que se expuso principalmente por las dos autopistas de las bandas. El Castilla encontró oro en algo tan básico como llegar hasta el fondo y buscar un centro.

Ficha

Lo de las siete bajas (cinco lesionados y dos sancionados) puede que sirva de consuelo para algunos, pero los once que saltaron al césped desaprovecharon una magnífica oportunidad para reivindicar el fondo de armario de una plantilla que a día de hoy tiene en buena forma a los justos para armar una alineación competitiva. A ver si el recién llegado Ferni puede ayudar a estirar la rotación.

La buena racha llegó a fin tras ocho jornadas sin perder, que no está nada mal. La segunda derrota de la temporada se produjo también a domicilio, en un escenario especial para un algecirismo que llevaba viviendo la fiesta en la capital desde el día anterior y que se congregó en buen número en la ciudad deportiva madridista.

Ania alineó el once esperado dadas las circunstancias con Peris en el lateral izquierdo por Tomás, Romero en punta en lugar de Roni y Duarte como gran novedad en el centro del campo. Aunque el esquema pudiera resultar familiar se trataba de algo totalmente distinto, casi una prueba de laboratorio. 

El primer tiempo dejó ver poco fútbol en Valdebebas, con un juego interrumpido por constantes faltas y pérdidas de tiempo que el colegiado Gómez Lameiro penalizó después sin añadir un solo segundo. Los blancos se asomaron pronto con una acción por la derecha que casi caza el gigante Latasa. Fue el aviso de por donde quería llevar el peligro el filial.

El Algeciras, sin embargo, protagonizó un par de llegadas prometedoras con un disparo de Leiva que atajó el meta madridista y otro de Romero que se marchó arriba por poco. Parecía que los albirrojos podían tomarle el pulso el encuentro.

No obstante, sí estuvo acertado el Castilla en la siguiente llegada cuando en el minuto 24 Pablo Ramón, un puñal, se marchó por la banda izquierda blanca y sacó un centro que tocó Peter desde la derecha para que el balón tocase en Mariano, Crespo y, por último, en Robin antes de colarse en propia puerta. Un churro aunque la intención de Peter era conectar con Latasa en el corazón del área.

Tras el gol, el Algeciras perdió algo la paciencia, zozobró y no fue capaz de rehacerse antes del descanso ante un Castilla que se veía más cómodo, aunque tampoco había exhibido mucho más allá del orden defensivo en la zaga capitaneada por Gila.

En el segundo periodo, los de Ania fueron cediendo poco a poco a un partido mucho más abierto, con más presencia del Castilla, que cada vez que llegaba por banda comprometía a los laterales albirrojos, una zona que con Almenara sano y Tomás había ganado mucha entereza.

Peter, que quizás fue el más llamativo de los locales, hizo estirarse a Iván Crespo en el minuto 62 con una buena parada. Ania hizo debutar a falta de media hora a Ferni, que dejó algunos detalles como una falta al filo del área tras un regate que los visitantes no aprovecharon. Salió también el canterano Campaña desde la banqueta. No había mucho más de lo que tirar.

Se veía más cerca el segundo del Castilla que el empate y por eso a falta de diez minutos pasó lo que tenía que pasar. Saque de esquina botado por Peter y cabezazo inapelable de Rafa Marín para poner el 2-0 y finiquitar un partido que ya no iba a tener más historia.

El algecirismo presente en Valdebebas disfrutó de la ocasión aunque los albirrojos se volvieron de vacío. Iván Ania pone el contador a cero otra vez para un conjunto que acumula cuatro jornadas sin ganar. Cómo cambia la película con un solo resultado adverso. El Algeciras se queda con 18 puntos a solo tres de los puestos de playoff de ascenso tras la duodécima jornada. Así la película vuelve a cambiar.