El Algeciras CF ya prepara la campaña de captación de socios y abonados para la próxima temporada. La 21/22 está llamada a ser la campaña de la ilusión para un algecirismo que ha vivido un antes y un después con lo sucedido en el playoff de ascenso a Segunda. La tristeza por la derrota en la gran final ante la Real Sociedad B ha quedado eclipsada por el desplazamiento masivo de una afición que hizo historia en Almendralejo.

El efecto Almendralejo, como lo ha bautizado este periódico en la resaca del pasado lunes, es lo mejor que le ha pasado a este club en años. El orgullo de la hinchada ante lo conseguido por el equipo de Salva Ballesta ha propiciado un nueva eclosión de algecirismo en una ciudad que ha presumido de sus colores como hacía muchísimo tiempo que lo hacía. No se trata solo de los miles que peregrinaron hasta tierras extremeñas, son también detalles como los gestos en los colegios, la implicación de los comercios, de la pequeña y mediana empresa, de las instituciones con el Ayuntamiento a la cabeza... de ver las estatuas de Paco de Lucía y Miguelín con la bufanda albirroja. Esa ha sido la gran victoria del Algeciras esta temporada junto al ascenso deportivo a la Primera RFEF.

Con los sentimientos a flor de piel aún en muchísimos seguidores y con ese orgullo que cada día más pasean por la calle con su camiseta, el Algeciras tiene la oportunidad de prolongar esa llama con una campaña de socios y abonados que aproveche la inercia. "¿Cuándo salen los abonos? Que me lo hago ya", es una de las frases más comunes entre muchos incondicionales.

La directiva que preside Nicolás Andión y el grupo inversor del futuro máximo accionista, Félix Sancho, ya trabajan para lanzar lo antes posible la campaña de captación y renovación. Será cuestión de días o una semana que el club saque a la luz las condiciones para respaldar el proyecto de la nueva temporada. Desde primera hora, el burgalés Sancho siempre ha dejado clara su intención de "llenar" el estadio Nuevo Mirador en cuanto sea posible. El empresario lo hizo en Burgos con el San Pablo y ya ha demostrado que, cuando se le pone un objetivo entre ceja y ceja, lo cumple.

Evidentemente, este reto pasa por la evolución de la situación sanitaria provocada por el coronavirus y por la relajación progresiva de unas restricciones que la pasada campaña solo dejaron un máximo de 800 espectadores en el aforo en Andalucía. Sin embargo, la mejoría de esta crisis y el avance en la vacunación auguran una vuelta a la normalidad casi segura. De hecho, el Campo de Gibraltar ya se encuentra en la fase de alerta más baja por el Covid-19.

Lo vivido también en el playoff de Extremadura, con grandes aforos en el Nuevo Vivero y en el Francisco de la Hera, avalan la apuesta de esa recuperación progresiva de la normalidad en los campos de fútbol, con mascarilla seguramente, pero con un aforo mínimo del 75%, si no del total.

Lo que el Algeciras CF tiene claro es que esos 1.200 abonados de la recién finalizada temporada deben multiplicarse y superar con claridad los 2.500 de hace dos campañas, cuando el equipo logró el ascenso a Segunda B en Socuéllamos.

Tras la histórica temporada realizada por la plantilla de Salva Ballesta, un proyecto bonito y competitivo para la nueva Primera RFEF supone un estímulo garantizado para una categoría solo para los elegidos. Si los que viajaron a Almendralejo y los muchos que no pudieron hacerlo se abonan, el Algeciras, no cabe duda, estará muy cerca de tener un Nuevo Mirador como se recuerda desde que jugó en Segunda.