Un admirador metido a rival

Isaac García García (Sevilla, 29/08/1981) apenas estuvo en el vestuario de la Real Balompédica unos seis meses. Los primeros de la temporada 2005-06, porque en el mercado de invierno decidió poner rumbo a Zafra por una parte con el pretexto de regresar a Segunda B y porra, otra, a la vista de que Raúl Procopio había depositado su confianza en el gaditano Sergio. Pero ese escaso periodo de tiempo le da para reconocerse un admirador de la centenaria escuadra linense, a la que volverá enfrentarse el próximo domingo (12:00) enfundado ahora en la camisola del San Roque de Lepe. Un sentimiento de cariño que, al menos a él, no le parece tan extraño. "Desde que me fui me he cruzado con decenas de futbolistas que habían salido de la Balona y sólo he oído comentarios elogiosos a todo lo que significa esa institución", puntualiza.

"¿Qué jugador que haya pasado por La Línea no guarda un buen recuerdo de la ciudad, del club, de la afición… ?", se pregunta. "Estamos hablando de un club que, como mínimo, se merece estar donde está, arriba en Segunda B, y que en mi opinión debería estar pronto en Segunda división".

"Supongo que habrá gente que discrepe de mi opinión porque le haya ido mal por algún motivo, pero en esos seis meses estuve fantástico, porque además éramos en Tercera un equipo con una vida profesional, que estaba rodeado de una afición que te mima, pero que también te exige cuando las cosas van mal, pero el que va a la Balona sabe que no va a cualquier club, va a la Real Balompédica Linense", recalca.

Isaac, que en su día llegó al Municipal procedente del Écija Balompédica, completó una carrera extensa y movida (Villanueva, Villarrobledo, Alcalá, Antoniano) y el pasado verano, cansado de problemas económicos, con un negocio andando los primeros pasos y dos hijos decidió enrolarse en el Cerro del Águila, de la Segunda Anduza (la Preferente de toda la vida) sevillana, sin otra finalidad que matar el gusanillo.

En Navidad el portero del San Roque de Lepe Luismi decidió colgar los guantes para dedicar todo su tiempo a su condición de modelo y entre que la oferta era algo más elevada en el apartado monetario, que el equipo se entrena durante la semana muy cerca de casa, en Gines (Sevilla), que en Lepe había dejado un excelente recuerdo en su etapa anterior (2008-10) y era acogido con cariño y que se ponía a su alcance volver a la Segunda B, Isaac decidió dar el paso adelante y aceptó la oferta de los onubenses.

En la pasada jornada se estrenó como titular ante el CD El Palo y el próximo domingo, salvo sorpresa, volverá a hacerlo en un campo del que dejó de ser inquilino hace ya una década pero al que ya volvió el cinco de octubre de 2010, entonces como jugador del Puerto Real, para arrancar un empate a uno.

Isaac sólo volverá a reencontrarse con Ismael Chico y Con Javi Gallardo, que entonces era apenas un crío ("al menos que yo recuerde", recalca).

El meta sevillano entiende que el del domingo es "un partido importante para los dos equipos".

"Nosotros estamos en una situación en la que no nos podemos dormir, pero al mismo tiempo creemos que si apretamos aún podíamos mirar hacia arriba, aunque no sea nuestro objetivo, mientras que la Balona está en liguilla y un caramelo no le amarga a nadie, así que los tres puntos son muy valiosos para los dos y seguro que se ve un partido competido", acaba.

No deja de ser una anécdota, pero las dos últimas veces que Isaac García jugó en el Municipal de La Línea, la Balompédica acabó disputando la fase de ascenso. En 2006 para verse guillotinada en el Nuevo Los Cármenes de Granada, en 2011, para protagonizar su último asalto a la categoría de bronce del fútbol nacional. ¿Se cumplirá el dicho que sostiene que no hay dos sin tres?