La tertulia deportiva de Europa Sur

Valeria Palma, el sueño de Tokio está al alcance

  • La remera linense se ve con opciones reales de seguir el camino marcado por el regatista Rafa Trujillo y lograr un billete para los próximos Juegos Olímpicos

Valeria Palma, 19 años, natural de La Línea, integrante del equipo nacional de remo sub-23. Objetivo, alcanzable en su opinión, lograr una plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020. David Galván, 23 años, nacido en San Fernando, criado a medio camino entre su ciudad natal y las Islas Canarias pero afincado en Los Barrios desde 2010. Profesión, así lo garantiza un carnet expedido por el Ministerio del Interior: matador de toros. En medio de su mejor temporada su objetivo es la corrida en la que participará el próximo viernes en Ubrique. En apariencia dos mundos absolutamente ajenos. Sin embargo deportista y torero hicieron ver las infinitas coincidencias de su experiencia vital y de sus expectativas durante su participación en la Tertulia de Europa Sur que les reunió ayer en El Cortijo de Guadacorte, acogedor escenario de una charla sencilla entre dos jóvenes decididos a no renunciar a sus sueños.

Valeria Palma comenzó a practicar el remo siendo muy niña. Incluso antes de lo que marcan las recomendaciones médicas. En buena medida porque su madre se empeñó en que comenzase a hacer deporte para que perdiese peso. Desde el primer día dejó patente que está destinada a seguir los pasos del regatista Rafa Trujillo y convertirse en la segunda linense que participe en unos Juegos Olímpicos. Hace ya más de tres años que el Real Club Náutico de Sevilla quedó cautivado por sus condiciones y decidió enrolarla en sus filas.

Durante los primeros doce meses de su relación con esa entidad de lunes a viernes se ejercitaba en el salón de su casa, utilizando un remo ergómetro, mientras que los fines de semana se desplazaba a la capital hispalense para intensificar su trabajo. Hace ya dos años que reside en Sevilla, donde, no se sabe muy bien cómo, logra compatibilizar cinco-seis horas diarias de durísimo entrenamiento con los estudios de Medicina, cuyo primer curso acaba de finalizar

Tanta exigencia ("en muchos momentos más mental que física", sostiene) le obligó a renunciar a la otra gran pasión de su niñez: la música. Curiosamente la única relación que recuerda con el mundo del toreo -que ayer tuvo oportunidad de explorar de la mano de David Galván- viene precisamente por esa vía. "Cuando pertenecía a la banda municipal [tocaba el clarinete] íbamos todos los años a las corridas de la Feria de La Línea. A mí me daba penita cuando moría el toro, pero no soy anti nada", aclara, casi como pidiéndole disculpas a su compañero de charla.

La remera linense admite que su vida no es igual ni que la de la mayor parte de jóvenes de su edad ni que la del resto de las estudiantes con las que comparte clase, a las que tampoco puede acudir todo lo que le gustaría. "Es evidente que hay cosas de las que hace con frecuencia gente de mi entorno que yo no puedo hacer, pero no considero que esté renunciando a nada ni que me esté perdiendo nada como dice mucha gente".

"Sencillamente yo hago otras, porque es lo que me gusta, no lo considero un sacrificio", recalca.

"Hoy por hoy, el remo lo es todo en mi vida", espeta con un convencimiento que sorprende. Tanto es así que admite que le cuesta disfrutar de sus numerosos éxitos, que le llevaron hace apenas un mes a participar en el Campeonato del Mundo. "En esos momentos todo el mundo te pregunta si estás contenta y sí, claro que lo estás, pero lo que tienes es la sensación de haber cumplido con tu deber, de haber dado un paso más".

La deportista de La Línea, sin embargo, es consciente de que más allá de los cuatro deportes que están en la mente de todos vivir profesionalmente de esta modalidad no resulta fácil, por no decir que es poco menos que imposible. "Me propusieron irme a Estados Unidos, donde el remo sí está considerado un deporte de primer nivel, pero, por el tipo de preparación, no era lo más indicado para poder ir a los Juegos y como ésa es mi ilusión, renuncié. Eso no quiere decir que en el futuro no me lo plantee".

Palma no descarta en un futuro vincular su pasión por el remo con sus estudios de Medicina y asegura que en su deporte no existe ningún tipo de exclusión por razón de sexo. "Lo que sucede es que hay muchos más hombres que mujeres y a veces nosotras no somos suficientes para completar una embarcación, pero no hay machismo ni discriminación, sencillamente es una cuestión de números", sostiene.

Valeria Palma emprende la próxima semana su enésimo regreso a Sevilla. Llega el momento de poner la primera piedra del camino que debe llevarla hasta Tokio. Eso sí, con el compromiso, mientras tanto, de seguir los éxitos de David Galván.

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