Va por usted, presidente (2-2)

Aparece escrito en la cartelera de una rancia película de finales de los ochenta. Sólo cuando se cree en lo imposible lo increíble se hace realidad. Una Balona tan solidaria como diezmada, que se vio obligada a reinventarse media docena de veces durante noventa minutos, silenció ayer a las más de ocho mil almas que llenaban el Olimpo del grupo IV de la Segunda B y se trajo de Carranza un merecido empate que le abre, ya no caben las medias tintas, la puerta de la fase de ascenso a la Liga Adelante. Todo eso para orgullo de un presidente que, sin ocupar su silla, estaba presente, por cuanto lo estaba en el pensamiento de todos los balonos que se desplazaron hasta la capital de la provincia. Muy especialmente de los que saltaron al terreno de juego. Y no sólo porque así lo dijesen en una camiseta a la hora de posar para la foto oficial.

El equipo de La Línea, excepto en los diez minutos que siguieron a su primer gol, completó en Cádiz uno de esos partidos que hacen sentirse orgullosa a su hinchada y que justifican por sí solo el apelativo de Recia con la que la bautizó el añorado Reinaldo Vázquez. Un encuentro sólo al alcance de un grupo de valientes, implicados hasta límites insospechados, que han aprendido a esconder sus miserias y a mirar cara a cara a la nobleza de la categoría. Un duelo reservado a equipos grandes, porque enormes demostraron ser, ayer una vez más, los que se enfundaron la túnica sagrada de una escuadra centenaria que borró sus complejos de un plumazo para lograr un empate que vale su peso en oro. Pero no porque eso le permitiese dormir en la tercera posición. Ni siquiera porque le garantice acabar la jornada en la zona VIP. Ese punto demuestra que este equipo, por el que nadie daba un duro, ha ido más allá de su realidad y ha encarnado a los pájaros que disparan a las escopetas.

La Balompédica dio una lección de sacrificio, pero también de orden. Presionó arriba, se plantó en campo contrario y con las líneas juntitas y basculaciones milimetradas cortocircuito al primer clasificado, al que durante muchos minutos hizo parecer un conjunto vulgar. Que es lo único que la lógica indica que no puede ser. Algo tendrá que ver en todo eso un tal Rafael Escobar para el que algunos -que nadie lo olviden- pidieron la destitución tras la segunda jornada.

En el 15' Canario inventó un buen pase al área y José Ramón, que completó su mejor partido con la casaca blanquinegra, adormeció el balón para poder colocárselo y marcar por bajo. Un golazo.

Paradójicamente a la Balona le temblaron las piernas cuando se vio por delante en el marcador. Se desajustó. Perdió la concentración. Y ante un enemigo de la pegada del Cádiz todo eso reúne carácter de pecado mortal. Dos veces llegaron los amarillos. Dos goles. En el 24' Jona desvió un centro, Polaco y Lolo Soler no se entendieron y Mantecón, que pasaba por allí, rehízo las tablas. Aún estaba tambaleándose el equipo de La Línea cuando llegó el 2-1. Una jugada que nació, una vez más, desde la banda izquierda y que llegó a Airam Cabrera al borde del área. Los centrales se hundieron demasiado y el lanzamiento del canario rozó posiblemente en alguien, despistando al cancerbero albinegro.

El que más y el que menos pensó que podría repetirse una catástrofe como la de Almería o El Palo. Pero esta Balona ha aprendido y mucho. Escobar echó atrás a Fall y situó a Polaco en la media. Y, lo más trascendente, apareció Ismael Chico. Lo del capitán de la Balona fue ayer, sencillamente de traca. Sólo un tipo que siente la Balona como algo propio podía echarse la situación a las espalda, aniquilar a dos jugadores que quintuplican su sueldo como Mantecón y Juanma Espinosa y reestablecer el orden en el terreno de juego. Literalmente sacó a su equipo del K.O.

La Balona se vino arriba tanto que Polaco la tuvo en el 37', pero el partido se iría al descanso con 2-1. Mucha renta para un líder al que le habían bastado diez minutos para acongojar a la hinchada visitante. Pero que había hecho poco. Muy poco más.

Tras el descanso la Balona le fue perdiendo el miedo a perder, que era precisamente lo que necesitaba para no volver de vacío. Olmo -otro de los nombres del partido- se constituyó en una muralla infranqueable y se fue a por lo que sentía que era suyo. Lo tuvo Fall en el 50', pero resolvió pésimamente.

El Cádiz sólo podía llegar a zarpazos. En el 63' Lolo Soler voló en pos de un cabezazo de Jona. Y en el 71' llegó la jugada que pudo cambiar el rumbo del partido. Migue García tuvo el tiro de gracia y dejó sin respiración a la afición linense. Llegó a sortear a Lolo Soler, pero se recreó en la suerte y cuando tiró Javi Gallardo apareció no se sabe muy bien de dónde e inventó una acrobacia para evitar el tres-uno. El lateral no sólo cambió la suerte del resultado, sino que quién sabe si el de la propia Balompédica en la competición.

Escobar trataba de sacar algo más de su chistera. Buscó más presencia arriba con Labra. Colocó a multiusos Polaco de lateral, a Javi Gallardo por delante suya y cruzó los dedos. Y apareció Canario, que hizo una de esas jugadas que le señalan como un futbolista sencillamente diferente. Cruzó la diagonal, se asoció con Javi Gallardo y anotó por bajo mientras Carranza se quedaba en silencio. Como sólo permanecen los estadios cuando saben que la suerte está echada.

En el 87' el árbitro anuló, con toda la razón del mundo, un gol a Servando, que utilizó las manos para adelantarse al guardavallas balono.

Joe alcanzó el medio centenar de partidos con la elástica de su equipo en Segunda B. Lo hizo, ojo, jugando de 'extremo'. Con esos medios la Balompédica arrancó un empate del campo más seguro de toda la competición y amargó al Cádiz su clasificación matemática para la fase de ascenso. Sólo cabe descubrirse ante los que están haciendo que algo que parecía imposible, que esta Balona volviese a jugar con estos mimbres una fase de ascenso, se haga realidad.

ÁRBITRO: Óscar Sauleda Torrent (Barcelona) No cometió un solo error de bulto.

TARJETAS: Amarillas a los locales Andrés Sánchez (64') y Servando (87'), y a los visitantes Ismael Chico (34') y Manu Martínez (58').

GOLES: 0-1 (15') José Ramón gana la espalda a Andrés Sánchez y resuelve tras un gran control. 1-1 (24') Mantecón se adelanta con la cabeza a una indecisión de Lolo Soler y Polaco. 2-1 (26') Airam Cabrera desde la frontal del área. Posiblemente el balón tocó en algún defensa. 2-2 (77') Canario culmina una brillante acción personal tras una pared con Javi Gallardo.

INCIDENCIAS: Encuentro de la 32ª jornada de Liga en el grupo IV de Segunda B, disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 8.000 espectadores, unos 150 llegados de La Línea.