La Real Balompédica Linense rompió ayer con 33 años de maleficio, comenzó por fin una temporada con una victoria a domicilio y dio todo un golpe en la mesa al hacerlo, y con todo merecimiento por cierto, en el campo de uno de los equipos llamados a pelear por los más ambiciosos objetivos, un UCAM Murcia que le ha puesto mucho talonario a la confección de su plantilla. Los albinegros dieron en La Condomina una lección de orden, de fútbol solidario y de implicación y anotaron el tanto de la victoria sobre la campana, cuando al rival ya no le quedaba tiempo material para voltear la situación.

El resumen del partido da para infinidad de reflexiones de cara al futuro, todas o casi todas positivas. Da para destacar el orden defensivo de la Balona, el excelente rendimiento de sus dos centrales (Kibamba y Carrasco, sobre todo este último) el trabajo incansable de jugadores veteranos que se han adaptado sin rechistar al papel de currantes (caso de Gato y Juampe)... sin embargo el verdadero factor determinante estuvo en el banquillo. Jordi Roger había trabajado durante la semana [casi a escondidas] una defensa con tres centrales y dos carrileros largos que ahogaron paulatinamente a un contrincante que se quedó sin ideas. Sencillamente en esa partida de ajedrez entre banquillos que esconde cualquier partido de fútbol el técnico catalán le dio el jaque mate a Pedro Munitis. Sencillamente el partido se jugó de acuerdo a lo que él había previsto.

Por si no tuviese suficiente valor contable, la victoria -que aunque tiene sobre todo un carácter simbólico coloca a la Balona en plaza de liguilla en espera de lo que suceda hoy en el Almería B-Marbella- viene a romper con una maldición de 33 años. Y sobre todo, viene a explicitar qué tipo de equipo va a ser la Balona durante la temporada: un equipo intachable en su conducta, que sabe esperar para tratar de aprovechar las oportunidades que se le presentan. Dicho de otra forma, esa Recia de la que tan orgullosa se siente su hinchada.

La Balompédica enseñó sus credenciales desde el principio, como queriendo dejar claro que a pesar de la alcurnia del enemigo no llegaba ni mucho menos intimidada. De hecho, en el minuto tres Sana ya estrelló el esférico en el larguero en una jugada que se resolvió con una doble ocasión desaprovechada.

El primer tiempo fue más equilibrado y de hecho los murcianos disfrutaron después de ese susto inicial de los albinegros, de dos claras ocasiones, que pudieron cambiar el rumbo del encuentro.

La primera, fruto de un malentendido entre Pierre y Javi Montoya, llegó en el minuto once y acabó con un disparo de Onwu al lateral de la red cuando quizás podía haber hecho mucho más daño de haber demostrado más templanza. La segunda, en el 21'. El protagonista de los locales fue el mismo, pero esta vez necesitó de un auténtico paradón del cancerbero albinegro, que aliándose con el poste, evitó que el conjunto universitario se adelantase en el marcador.

La segunda parte fue un monólogo de los linenses. Reforzaron su trabajo defensivo por todo el terreno de juego y no permitieron al rival crear una sola ocasión de peligro a lo largo de los 45 (que en realidad fueron 51) minutos.

Pedro Munitis buscaba soluciones en el banquillo para tratar de localizar la vía de agua de los albinegros, pero ésta no existía. La decisión de Roger de jugar con tres centrales permitía a su equipo contar con más futbolistas en la zona ancha y el prestigioso equipo católico no era capaz de enlazar jugadas porque el rival presionaba sin descanso. Como mucho lo intentaba en alguna falta Amaya, que da la impresión de que, por su condición de exprimera, sobrevalora sus capacidades técnicas porque casi nunca los disparos encontraron puerta.

Tampoco es que la Balompédica -que no estaba en disposición de hacerle ascos al empate- disfrutase de un puñado de oportunidades, pero sí que tenía más presencia en el campo rival y de vez en cuando sembraba la preocupación en la parroquia local. La más llamativa fue obra de Gato, pero a su disparo envenenado respondió Germán con seguridad.

Cuando el partido ya expiraba David Moreno, que un rato antes había relevado a Ahmed -seguramente el menos acertado de todos los visitantes- burló a la defensa, se apoyó en la madera y en un extraño hizo no solo su primer gol con la Balona, sino el que le daba la primera victoria de la temporada. Un triunfo que sirve para acabar con el injustificado escepticismo que rodeaba a este proyecto.

Germán H

Gurdiel H

Mounir H

Amaya H

Galas H

Toni Arranz l

Rodri H

(K. Grant, 59') l

Javi Rey HH

Onwu H

(Titi, 61') H

Isi Ros HH

Luis Castillo l

(U. Arroyo, 80')s.c.

Javi Montoya H

Joe HH

Pierre HHH

Carrasco HHH

Kibamba HH

Ismael Chico HHH

Gato H

Sana HH

Gastón H

(J. Delgado, 60') H

Ahmed H

(Santana, 82') s.c.

Juampe H

(D. Moreno, 72') HH