La Unión Deportiva Los Barrios se ha convertido en el equipo revelación de la temporada en el grupo X de Tercera división y uno de sus éxitos es la sustancial mejora en el apartado defensivo. Los barreños han encontrado en el asturiano Álex Vázquez al hombre ideal para comandar esa retaguardia que tantas alegrías les está dando. "Tenemos 43 puntos y estamos en puestos de playoff, qué más se podía pedir para empezar 2019", expresa.

El gijonés, el tercero que más minutos ha disputado esta temporada con los gualdiverdes, personifica el buen momento de los de Rafa Escobar. El lateral izquierdo se ha ganado a pulso el respeto y la admiración de la hinchada barreña a base de “trabajo, trabajo y trabajo”, para convertir a esta Unión en la mejor de las últimas temporadas.

La Unión llegó a experimentar la crueldad de este deporte a principios de curso, pero ha acabado por codearse con lo más selecto del grupo X de Tercera menos de tres meses. Un periodo ínfimo, pero con una primera vuelta exigente de 21 jornadas, en la que los de la Villa asaltaron los puestos de ascenso a Segunda división B.

En esos momentos complicados, Álex Vázquez de la mano de Escobar ha devuelto el pulso a este equipo y a su afición, que ven a los suyos con la permanencia en el bolsillo a mitad de campeonato. En este tramo de liga, el asturiano se ha erigido en un baluarte: se parte el alma en el campo, grita, comanda, felicita y festeja con sus compañeros cuando es necesario.  

“Fuimos conscientes muy pronto de que la permanencia en la categoría pasaba por lo que hiciéramos en el San Rafael”, comienza a explicar Álex Vázquez. “Empezar el 2019 cuartos es una anécdota, tenemos que seguir en la misma línea e insistir el partido a partido. Creo que esa es la clave para estar ahí arriba. Secreto no hay, sólo entrenar como siempre y competir al máximo”, asegura.

“Nuestra principal fortaleza es que conocemos nuestros puntos fuertes muy bien. Sabemos cómo sacarles el máximo rendimiento y los explotamos al 2000 por cien”, asegura. “Somos un equipo veterano con gente joven, muy buena, y eso lo combinamos de maravilla”, comenta. “Logramos que venir a nuestro campo se haya convertido en algo muy difícil para nuestros rivales, y más con la dinámica tan buena en la que estamos ahora”, sostiene.

“Para nuestra afición solo tengo palabras de agradecimiento, son los mejores”, se sincera. “He jugado en muchos sitios y he conocido a mucha gente. Todos me hablaron bien de esta afición”.

“El día del Córdoba B nos fuimos jodidos por encajar un gol justo antes del descanso, pero era impensable que fuésemos ganando 2-1. Lo que ocurrió entraba dentro de nuestras cábalas,  ellos son un buen equipo. Por suerte, supimos llevar al partido más allá”, desarrolla el gualdiverde.

“En los últimos minutos, nosotros lo estábamos pasando muy mal. Nos tenían arrinconados. El partido se nos complicó mucho y más si contamos el hándicap del fuerte viento, que jugó en nuestra contra en el segundo tiempo”, prosigue.

“Menos mal que aprovechamos nuestras jugadas a balón parado. Tenemos muy buenos lanzadores y gente con buena talla que va bien de cabeza. Somos fuertes en este apartado, así que aprovechamos que el Córdoba B estaba flaqueando en defensa. Cuando no se puede ganar de una forma, hay que ganar de otra", argumenta.