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Ormaechea triunfa en los banquillos

  • El exdelantero catalán, que jugó en la Balompédica a finales de los años ochenta, entrena a la Peña Santa Eulalia ibicenca, el líder de categoría nacional que disfruta de mayor ventaja con respecto al segundo clasificado

Los más jóvenes seguidores de la Real Balompédica ni siquiera le recordarán. Mario Ormaechea vistió la guayabera albinegra a finales de los ochenta. Era un futbolista barcelonés que jugaba en punta y que brillaba más por su trabajo que por sus goles. Han pasado casi 25 años desde entonces y el entonces fornido centrodelantero se está convirtiendo en un entrenador de éxito. De hecho, dirige al líder de Tercera división que más puntos tiene de ventaja sobre el segundo clasificado. La Sociedad Cultural y Recreativa Peña Deportiva Santa Eulalia, de Santa Eulària des Riu (Ibiza), comanda el grupo XI con 66 puntos y con nada menos que 18 de ventaja sobre los otros tres que ocupan plaza de liguilla y 21 sobre el quinto, el Llosetense. Después de varios ascensos con otros clubes y de éxitos en categorías inferiores la prensa balear le ha convertido en noticia esta semana porque, aseguran, está en la agenda de clubes de superior categoría tanto insulares como de la Península.

Mario Ormaechea tiene ahora 44 años y comparte su actividad futbolista en los banquillos (hace 14 años que colgó las botas) con su trabajo como Policía Local. Llegó a Ibiza para colaborar de forma imoportante en el ascenso del Eivissa a Segunda B, pero por encima de los éxitos deportivos, la realidad es que aquella ciudad le cambió la vida. "Me casé con mi vecina y aquí sigo", dice entre risas. "Ya soy ibicenco total".

Después de alcanzar títulos de campeón tanto en los juveniles como en el filial de su actual club, debutó como máximo responsable de una primera plantilla senior con el tercer equipo de la isla, un modestísimo San Rafael al que primero llevó de la Preferente a Tercera y después de firmar un octavo, un noveno y un quinto puesto la directiva de la Peña Santa Eulalia decidió colocarle al frente de su primer equipo. El resultado no ha podido ser mejor. "Bueno, qué te voy a contar, ahí están los números", dice con orgullo. "Aquí a la prensa le digo que tenemos que ir partido a partido, pero si se pone a tiro, queremos ascender" dice el míster de uno de los candidatos a enfrentarse a enfrentarse al Algeciras en la fase para dar el salto a la Segunda B.

"¿Cómo no me voy a acordar de mi paso por la Balona? Pues claro que sí, y con muchísimo cariño", replica cuando se le pregunta. "¡Qué afición más fuerte, qué buena! Mi mejor recuerdo fue el último partido, aquel en el que nos jugamos la permanencia en el campo del Sanluqueño, que ganamos cero-uno, y la grada entera estaba llena de gente de La Línea, muchas veces aún lo cuento", dice en referencia al desenlace de la andadura 1989-90, con Gabriel Navarro 'Baby' como entrenador.

En su repaso por su andadura en la Balompédica aparecen los nombres del actual gerente Mario Galán ("¿qué aún sigue allí? Pues le envío un abrazo muy fuerte, porque era un tío que valía mucho") y de jugadores linenses con los que compartió vestuarios, como son los casos de Antonio Pacheco y Pepe Aparicio. "Éste ya era Policía entonces, como yo ahora, otra vez somos colegas de profesión", comenta, al tiempo que recalca una y otra vez agradece emocionado que un medio de La Línea se haya acordado de él.

Ormaechea está convencido de que la Segunda B que conoció como jugador era "mucho más fuerte" que la actual. "No admite comparación, con un par de grupos, aquellos rivales... es que era otro fútbol".

"Mis equipos se parecen a mí, son competitivos", afima convencido. "Seremos más buenos o más malos, pero el que se cruce con nosotros sabe que se enfrenta a once 'ormaecheas' y en La Línea sabéis que eso es jodido, aunque también es verdad que futbolistas de ese corte casi no quedan, hay que fabricarlos".

"Aunque suene mal decirlo, el Barça le ha hecho mucho daño al fútbol español, porque todo el mundo se cree que es el Barcelona y equipos como ése no hay, Barça sólo hay una", subraya.

Ormaechea no quiere ni oír hablar de la posibilidad de enrolarse en otro club. "De momento me quiero centrar en donde estoy y en llegar lo más lejos posible con la Peña, entre otras cosas porque al tener trabajo como Policía sería muy difícil que me compensase marcharme, aunque siempre queda la posibilidad de pedir una excedencia...".

"Ahora si me llama la Balona, siempre me pondré al teléfono", matiza. "Pero vamos a ir poco a poco, vamos a ver qué rivales nos tocan en la fase de ascenso, si somos capaces de conseguirlo y el resto de las cosas hay que dejarlas aparcadas porque pensar en eso no trae nada bueno".

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