fútbol

Objetivo: repóquer de títulos

  • La Real Balompédica tiene al alcance de la mano el quinto campeonato de su historia, todos ellos en Tercera división · Los dos últimos, en 1983 y 1999, desembocaron en ascensos a la Segunda división B

La Real Balompédica puede entonar el próximo domingo, por quinta vez en su historia, el alirón. En todos los casos, los albinegros han campeonado en Tercera división. En las dos últimas ocasiones esos títulos se tradujeron en ascensos a Segunda B. En el caso de los que Rafa Escobar se aseguren el domingo en el Sancho Dávila la primera posición, será su más tempranero título, ya que aún restarán tres jornadas por jugarse, algo que no había sucedido antes.

La Balompédica se proclamó campeón por primera vez, al menos tal y como hoy se entiende la competición, en la campaña 1965-66. En la campaña precedente, con Paco Medina en la presidencia y Julio Vilariño en el banquillo se había tenido que contentar con el subcampeonato.

En la 65-66 Guillermo León asumió la presidencia y aunque puso el equipo en manos de Moreno, no tardó mucho en dejar la batuta al exinternacional linense Juan Vázquez, que aupó al equipo a la primera plaza del grupo XI, por delante de Marbella y Almería. Formaban parte de aquella plantilla Javier y Serrano (porteros); Villada, Quino, Blandón, Porras, Mauri, Rodri (defensas); Martínez, Balerga, Cáceres, García Pérez, Fali -que fue traspasado comenzada la temporada al Córdoba- (centrocampistas); García Prada, Llamas, Carmelo, Loren, Manolín y Canario.

En la fase de ascenso a Segunda, la Balompédica fue emparejada con el Plus Ultra madrileño, que posteriormente pasó a denominarse Castilla. El partido de La Línea finalizó con empate sin goles y en el de vuelta, el primero de la historia albinegra que fue radiado, se impusieron los de casa por 1-0, en medio de una fuerte polémica por un gol, mal anulado según cuentan las crónicas, al albinegro Cáceres.

En la 67-68 Guillermo León entregó la responsabilidad de la plantilla a Antonio Reyes, que formó una plantilla que aún hoy muchos balonos recitan casi de memoria: Pedrosa y Gilabert (porteros); Celeiro, Vidal, Armas, Parrado, Orrillo (defensas); Rafael Platero, Cáceres, Pérez Hidalgo, Bertín, Carragosa, Galindo (centrocampistas); Armada, Infantes, Suero, Gonzalo, Marín, Carli, Dorrego y Chiqui.

Los albinegros fueron primeros, por delante de Almería, Algeciras y Melilla y eliminaron al Terrasa en la primera eliminatoria de la fase de ascenso. En la ronda definitiva perdieron 1-0 a manos del Indauchu y el ascenso comenzó a celebrarse con una semana de anticipación. El partido de vuelta, con el añorado San Bernardo desbordado por completo de espectadores, acabó con empate a uno, dando comienzo a una leyenda sobre el desinterés de los jugadores locales que todavía hoy se discute.

A la afición de La Línea le correspondió esperar hasta la 1982-83 para ver a su equipo proclamarse campeón de nuevo. El presidente, Samuel Fernández, logró que el equipo fuese incluso en el grupo IX, lo que celebraron los equipos malagueños, que recibieron auténticas caravanas de aficionados linenses.

Primero Quimet Carreras -que mantuvo invicto al equipo durante 30 jornadas- y más tarde Jaco Zafrani lograron llevar al equipo por primera vez a la Segunda B. Después de proclamarse campeón por delante de Marbella y Villanueva de Málaga, el equipo de La Línea eliminó en primera ronda al Sabiñánigo (1-0 en suelo aragonés y 2-0 en La Línea) y al Éibar (3-1 en el Municipal y 1-0 en Ipurúa).

La plantilla la componían Tinajero, Ángel Villar, Helenio (porteros); Bruñas, Chico, Charlo, Pirri, Balilla, Márquez, Caro, Paquito, Lorenzo, Bancalero, Garrrido, Borrell, Iñaki, Noly, Quirós, Lameira, Torremocha, Carlos y Bautista.

La última plantilla que alcanzó el título con la Balompédica la confeccionó el actual preparador albinegro, Rafa Escobar, en la andadura 1998-99. El equipo, que volvió a protagonizar auténticas romerías de aficionados -especialmente recordada la que condujo a más de dos mil aficionados hasta El Puerto de Santa María- y a establecer récords de imbatibilidad y a enlazar 23 jornadas sin perder.

Escobar fue relevado del cargo, con la clasificación ya certificada, después de la jornada 34 y le sustituyó su segundo, Argimiro Márquez, que contó con el asesoramiento de Gabriel Navarro Baby entre bambalinas.

La Balona jugó una auténtica liguilla todos contra todos, con Maracena, Villafranca y Hellín como rivales, que se resolvió en la última jornada, con más de once mil almas en el Municipal, merced a un empate a dos con el conjunto albaceteño. Aquel fenomenal plantel lo integraban: Requena; Suso (porteros), Javi Torres, Raúl Procopio, Pacheco, Camacho, Rafa González, Francisco Alonso, Óscar, Moyano, Alfaro, Matías (defensas); Melo, Agustín, Marín, Raúl Castiñeira, Chesco, Perico, Paquito, Colin Ramírez (centrocampistas); Miguel, Adolfo Hodas, Negri, Juan Manuel y Juan Antonio.

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