Mestalla prende la mecha
Algeciras CF | Valencia mestalla
El Algeciras se topará con un ambiente caldeado en Valencia, donde desde varios medios han acusado a los albirrojos de "encerrona" y "racismo", a pesar de que la policía no registró incidente alguno en el estadio
La eliminatoria por la permanencia entre el Algeciras CF y el Valencia Mestalla sube de temperatura. Desde la ciudad de la fallas ya han prendido la mecha para el decisivo partido de vuelta y lo han hecho con acusaciones sobre el comportamiento de la afición albirroja el pasado domingo en el Nuevo Mirador. Desde diferentes medios de comunicación se tacha a los algeciristas de "racistas", de haber hecho "una encerrona", de haber lanzado "escupitajos" y de amedrentar a los pocos seguidores valencianistas que acudieron al estadio, donde, por cierto, no se registró ningún incidente de relevancia ni actuación alguna de la policía.
Estas graves acusaciones sin duda caldean el ambiente que los de Manolo Sanlúcar se encontrarán el próximo domingo a partir de las 19:00 horas en Mestalla, donde el 2-3 de la ida ha dejado contra las cuerdas a los algeciristas. Hace falta una remontada épica para salvar la categoría y, por si no estaba ya difícil, los valencianistas preparan un auténtico infierno en su feudo.
Pero el Algeciras CF asume esto como parte del fútbol, parte del oficio cuando dos instituciones se juegan tanto. De hecho, un infierno es lo que se debe esperar de un partido de tanta trascendencia, un infierno por supuesto de aliento y ánimo de los seguidores a sus respectivos equipos desde las gradas. Lo mismo que se vivió el pasado domingo en el Nuevo Mirador cuando unas cuatro mil almas trataron de empujar a los suyos en todo momento. Lo que al parecer en Valencia entienden como una encerrona.
La expedición che se quejó de que la afición algecirista la tomase con Rufete, el director deportivo valencianista presente en el palco, sin embargo omite que la actitud del exfutbolista no estuvo a la altura del buen hacer del resto de representantes del club, con Amadeo Salvo, el presidente a la cabeza. Por otra parte, la grada dedicó silbidos y abucheos a Curro Torres, el entrenador del filial, cuando éste en reiteradas ocasiones se dedicó a hostigar al cuarto árbitro. Una 'batalla' que no pasó a mayores.
Más serias son las acusaciones de racismo, por parte de más de un medio valenciano, cuando la realidad es que no existe ni una sola prueba -gráfica o audiovisual- y ni una sola denuncia por este tipo de comportamiento deleznable por parte de algún aficionado presente en el Mirador. Un estadio, por cierto, que ovacionó al unísono al futbolista senegalés Diop Martins cuando fue sustituido.
Tras ver cómo se han tomado los de Mestalla el partido jugado en Algeciras, es de esperar un recibimiento caliente y seguramente hostil.
Por su parte, el Valencia CF anunció que el precio de las entradas será de tres euros. El club ha decidido que cada abonado podrá dar acceso gratuito a dos aficionados más al estadio.
También te puede interesar