Mere deja congelado al Nuevo Mirador

La ola de frío ártico y el golazo de falta de David Toro en el minuto 83 dejaron congelado al Algeciras. Los albirrojos doblaron la rodilla ayer con el Cádiz B en su mano a mano por el liderato del grupo X de Tercera. Mere, el último técnico que subió a los algeciristas a Segunda B, tomó por derecho el triunfo en el Nuevo Mirador, con un equipo trabajadísimo, y pone cuatro puntos de por medio con el conjunto de Asián, que batalló, se vació y tuvo sus opciones... Pero siempre anduvo un peldaño por debajo del líder.

El Algeciras cedió en su pulso con el primero. Lo hizo en un estadio más ambientado de lo habitual y con una afición expectante que volvió a dar la cara y encajó con resignación el mazazo.

Los chicos de Asián pusieron todo lo que tenían sobre el césped (igual no hay más cera de la que arde) y tuvieron dos-tres oportunidades claras para haber tumbado el duelo de su lado, sobre todo un cabezazo de Ito en el minuto 75 que salvó el guardameta del Cádiz B. El portero fue protagonista también de la acción polémica de la tarde: un forcejeo con Albertito cuando ambos estaban en el suelo dentro del área. Visto el vídeo repetido hay falta del atacante al lanzarse sobre el meta. Corría el minuto 28 y las protestas costaron la expulsión a José Antonio Asián.

El Algeciras sorprendió en su once inicial con Albertito, una decisión que se antojó algo arriesgada ya que el trianero apenas se ejercitó durante la semana antes de conocer que sólo sufre un edema en la rodilla derecha. Es decir, que no está al cien por cien. Asián dejó fuera a Chico, el primer estandarte ofensivo de un equipo que agradeció y mucho la entrada del coriano en el terreno de juego a falta de media hora. Con Chico, los centrales del Cádiz B empezaron a pasarlo canalla. Y no fue la única decisión que escamó ayer porque Adrián Máiquez y Tano ni se vistieron.

El choque de aspirantes a ser campeón se jugó con tensión, con un despliegue de físico enorme y con dos ideas de fútbol frente a frente. Mere ganó la partida a Asián. El filial amarillo tuvo más ocasiones, más presencia y más contundencia en los dos lados del campo.

Al Algeciras no se le puede achacar que hiciese un mal partido, pero sí se le puede exigir más. Los albirrojos pusieron entrega y trataron de utilizar sus armas, pero apenas fueron capaces de desmontar a un rival brillante en todas sus líneas y con un futbolistas llamado Manu Vallejo al que, con verlo una vez, se palpa que le queda chica esta categoría.

El encuentro arrancó con un intento de vaselina de Ito en el 2'. El punta cordobés fue el artífice de las principales ocasiones de los locales. Sólo le faltó esa pizca de fortuna.

El primer recado cadista llegó en el 3' con un disparo de Vallejo al palo tras una pérdida tonta de la zaga albirroja. El atacante del filial se convirtió en un incordio constante.

La réplica algecirista se produjo en el 15' tras un cóner que Ito remató en pleno barullo en el área y el balón salió escupido por un defensor in extremis. En la jugada siguiente Pablo de Castro casi mete para dentro un centro colgado.

Manu Vallejo volvió a meter el miedo en el cuerpo con un tiro que salvó Romero en el 19'. San Romero fue el mejor algecirista ayer de largo.

Al filo de la media hora tuvo lugar la polémica del penalti que no fue. El meta David Gil forcejeó con Albertito cuando ambos pugnaban desde el suelo por levantarse y coger el balón. El árbitro ni pitó falta del albirrojo (que la hubo) ni derribo del cadista (que es más dudoso). La grada se encendió y el lío provocó la expulsión de Asián y minutos de desconcierto que se diluyeron hasta el descanso.

La sensación es que dentro de la igualdad, el filial de Mere estaba unos metros más cerca de la victoria que el cuadro de Asián.

El segundo periodo comenzó con un zambobazo de Ernesto desde el centro del campo que exigió al guardameta amarillo. Pero la realidad es que el Cádiz B llegaba con veneno. Vallejo perdonó un despiste colectivo de la defensa en el 51'.

Pablo de Castro se volvió a lesionar (otra vez) y Asián movió el banquillo. Salieron poco a poco Josemi, Chico y Ranchero. El que pudo cambiar el signo del duelo fue el ariete. Su presencia descolocó a la retaguardia amarilla. Chico se les llevaba todas por arriba.

Ganet intentó desatascar el partido con disparos lejanos mientras el Cádiz B merodeaba y perdonaba una y otra vez o se topaba con Romero.

El Algeciras tuvo la victoria en el minuto 75 con un cabezazo de Ito en el que se lució David Gil. Menudo paradón. Minutos después, David Toro, que apenas llevaba unos instantes en el campo, se pidió una falta cercana al área y enchufó el esférico por toda la escuadra. Un golpe letal. Los de Asián no pudieron apelar a la heroica en los últimos compases porque el Cádiz B no quiso tontear con un botín que festejó como si fuera una liguilla.