Mejor y no gana, el sino de Mourinho
Cada clásico le deja una enseñanza a José Mourinho, y lo que el portugués supo al filo de la medianoche del pasado domingo tuvo sabor agrio: ni jugando mejor puede ganarle el Real Madrid al Barcelona de Josep Guardiola en el Bernabéu.
Es la nueva encrucijada del técnico blanco, que debe meditar nuevas estrategias para superar a su gran rival, que suma trece goles a favor y cinco en contra en el templo blanco desde que Pep Guardiola lo dirige. No conoce la derrota allí, tampoco en casa. La final de la Copa del Rey fue la excepción.
Y el problema no pasa tanto por el partido de vuelta, mañana en Barcelona, tras el empate 2-2 en la ida de la Supercopa de España. Lo importante viene a partir de la semana próxima, con la Liga y, posteriormente, la Champions.
El 2-2 fue calificado como "agridulce" por Aitor Karanka, ayudante de Mourinho, y como "hazaña" por Josep Guardiola, técnico azulgrana.
Son dos lecturas que en realidad vienen a ser la misma: Guardiola reconoció el sufrimiento de su equipo y Karanka se marchó insatisfecho por los méritos contraídos por su equipo.
Real Madrid y Barcelona estuvieron parejos en el porcentaje de posesión de balón, algo inédito en la "era Guardiola". Y en ocasiones claras de gol, el equipo azulgrana hizo dos tantos en sus dos únicos acercamientos, mientras su rival disfrutó de una decena de oportunidades.
Pero el Barcelona, con una semana menos de trabajo de pretemporada, regresó a casa con la final ligeramente inclinada a su favor.
El Real Madrid, con Mourinho a la cabeza, se tomó muy en serio el partido y jugó a plena intensidad. Por contra, Guardiola puso a los futbolistas con mejor estado físico, lo que provocó jugar de inicio sin Gerard Piqué, Xavi Hernández, Sergio Busquets o Pedro. Pero lo que nunca le faltará al equipo azulgrana es la dinamita en la delantera. Así, David Villa y Lionel Messi firmaron dos goles estupendos para un Real Madrid muy sorprendido.
Sin embargo, cabe reconocer que el Real Madrid parece progresar de un año para otro. El equipo que alineó Mourinho el domingo fue exactamente el mismo que el 29 de noviembre de 2010 perdió por 5-0 en el Camp Nou.
Ahora la cuestión es saber qué hará Mourinho mañana, cuando pretende conquistar el primero título oficial de la temporada.
Los analistas ya especulan con varias opciones. Una de ellas es apostar por el físico, su mayor ventaja en estos momentos respecto al Barcelona, y añadir hombres como Fabio Coentrao, Kaká o Gonzalo Higuaín.
Otra posibilidad que se contempla es que Mourinho haga un planteamiento más defensivo, con centrocampistas de contención, para buscar un resultado corto que le haga ganar. Y otra opción es, simplemente, rezar para que esta vez la suerte le sea más propicia. O, lo que es lo mismo, que los delanteros del Barcelona no tengan la inspiración de marcar goles increíbles.
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