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Medio siglo del gran salto

  • Tras el exito de las actividades del Centenario, el Algeciras dedicará la próxima temporada a rememorar su primer ascenso a Segunda división A conseguido en el campo, del que se cumplen cincuenta años

Los más observadores habrán detectado, en la camiseta que Macarena García besa en la imagen de la campaña de captación de abonados, una leyenda en letras doradas que rodea el escudo del Algeciras. Es la nueva elástica albirroja, la que lucirán los de Manolo Sanlúcar la próxima campaña, y en la que se recuerda el 50 aniversario del primer ascenso a Segunda A conseguido por el Algeciras en el campo. Después de una temporada centrada en conmemorar con innumerables actividades su primer siglo de existencia, el Algeciras Club de Fútbol dedicará la ilusionante temporada 2012-13 a recordar la gesta más celebrada en la historia del club, aquel salto a la categoría de plata conseguido al filo de las ocho de la tarde de un 19 de junio de 1963 en el estadio Vallejo, de Valencia, que desencadenó una ola de algecirismo por toda la ciudad nunca vista y jamás repetida. Los albirrojos preparan numerosas actividades para rememorar y rendir homenaje a aquella mágica campaña, a aquel día imborrable, a sus portagonistas

Aquel equipo, dirigido por Francisco Gamero Paquirrini, era sobre todo el de Martín Esperanza, el gallego que vino del Betis y lideró un conjunto formado por jugadores como Torollo, Mendoza, Juan José, Rafaelín, Domingo, Paco Leon, Bruna, Tapia, Miguel León y Periquito que perdió sólo tres partidos durante la Liga. La primera eliminatoria por el ascenso emparejó a los albirrojos con el Lugo, en el que militaba un algecireño, el corpulento Tarro. El primer encuentro se disputó en El Mirador y tras el intermedio los de casa golearon con tantos de Tapia, Beato y Miguel León.Una semana después, nuevo triunfo algecirista con goles de Miguel León y Beato (0/2). La segunda eliminatoria emparejó al Algeciras con el Atlético Ciudadela, de Menorca, ante el que los albirrojos lograron un triunfo arrollador en la ida (3/0) y una cómoda victoria en la isla por 0-2.

Y llegó la ronda definitiva. El Algeciras tenía que medirse al Atlético Baleares, que promocionaba de Segunda división. En El Mirador ganaron los locales por 3-1. El gol de Pepe Tapia de falta, el que redondeó la cuenta loca, fue absolutamente magistral.

El 16 de junio no esperaba una vuelta plácida a los algecireños. En casa empezaba la Feria Real, pero en Mallorca esperaba al Algeciras una encerrona. Agustín Moriche y Pepe Ojeda, enviados especiales de la EAJ-55 Radio Algeciras, fueron agredidos y un grupo de vándalos destrozó la línea micrófonica, lo que los obligó a retransmitir desde un teléfono en el exterior del campo. El Algeciras perdía al descanso por 1-0. El exterior Beato, que resultó lesionado, tuvo una magnífica ocasión para liquidar la eliminatoria. Sin embargo, a doce minutos del final Coque ponía el 2-0 con el que terminó el partido. Había que desempatar y el Algeciras se quedó en Málaga concentrado a la espera de que la Española le dijera dónde. Al final fue Vallejo, en Valencia. Para sustituir a Beato, Paquirrini llamó a Periquito, que se desplazó en un coche con Pepe Ojeda y el masajista Manuel Fajardo. "Al partido, que se inició a las seis de la tarde, bajo un calor de justicia, asistieron unos tres mil espectadores. Además de los hinchas mallorquines, el resto era público imparcial, la mayoría de la barriada más próxima, que se había acercado al recinto por curiosidad y por los baratos precios de las entradas", recuerda Ojeda, de los pocos algecireños que acudió al encuentro. Con la ayuda de un defensa balear, que desvió su potentísimo disparo, marcó Periquito para el Algeciras, cuando se habían cumplido veinte minutos del primer tiempo. En La Perseverancia la gente celebraba el tanto ante la mirada atónita de los rejoneadores, que creían que el aplauso era para ellos y no entendían por qué. En la segunda parte volvió a surgir el inconmensurable Torollo, porque el Baleares se echó adelante con todo y puso cerco a la meta albirroja. Llegó el tanto del empate de Czabo. Tomó las riendas Martín Esperanza para dar una lección magistral de fútbol. Y a falta de a falta de siete minutos, Pepe Tapia, en primorosa jugada, fue objeto de un penalti. Tras algunas discusiones, se decidió que lanzara Bruna. Todos estaban como flanes, el primero Mambrilla, el meta del Baleares. Disparó el algecirista y se topó con el cuerpo del guardavallas, pero de atrás había salido como una exhalación el pequeño del Algeciras, el que en principio no había sido convocado, Manuel Marín Grandi Periquito para marcar el gol. El Algeciras estaba en Segunda A. Aquel equipo entraba en la historia del club albirrojo. Las celebraciones fueron impresionantes. Toda la ciudad se volcó en las calles. Hubo aficionados que viajaron a Estepona para escoltar a sus héroes hasta Algeciras. Los futbolistas tuvieron que viajar desde la zona donde estaba Torraspapel en vehículos del ejército. Los festejos se sucedieron durante varios días. Quizás, la mayor manifestación popular no sólo vivida en Algeciras, sino en toda la comarca. Hace ya 50 años. Conviene no olvidarlo.

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