Mari Paz Corominas, la primera española finalista olímpica en los Juegos de México 68, celebró ayer el 50 aniversario de su hazaña con otra gesta. La barcelonesa de 65 años cruzó a nado las aguas del Estrecho de Gibraltar en un reto solidario en el que estuvo acompañada por otros tres nadadores sexagenarios. El grupo invirtió cuatro horas y un minuto desde Tarifa hasta el norte de Marruecos.

Corominas nadó junto a su hermano Juan Corominas (64 años) y los amigos Pepe Raventós (66 años) y Quique Sentís (62 años). Los cuatro formaron el primer grupo de nadadores en el Estrecho de Gibraltar en el que todos superan los 60 años. Con este reto quieren mostrar al mundo "la infancia de la vejez" y que se trata de una etapa vital en la que todavía se puede tener mucha energía para conseguir los sueños.

El grupo invierte cuatro horas y un minuto desde Tarifa hasta el norte de Marruecos

El objetivo más importante de la consecución de esta emocionante travesía, no obstante, es concienciar y solidaridarse con todas las personas que huyen de la miseria, guerra y condiciones infrahumanas de sus países. Lo hace a través de los donativos a la ONG Proactiva Open Arms, que está rescatando del mar a muchas personas de una muerte prácticamente segura. Muchas de estas personas se forman como socorristas y se transforman de rescatados en rescatadores.

"Estamos muy contentos. Al principio no las tenía todas conmigo porque tenía mucho frío en el agua, pero al final lo hemos conseguido", aseguró Mari Paz tras tocar tierra. Hace 50 años, ella y Pilar Von Carsten eran las dos únicas mujeres de la delegación de 124 deportistas que España envió a los Juegos Olímpicos de México. "Ahora, ellas son el 42 o 43% de la delegación olímpica. El cambio que ha dado España en eso ha sido impresionante", afirmó la nadadora desde Tarifa, donde contó con el apoyo de la Asociación del Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar.