Éxtasis en Miranda de Ebro

El Mirandés apeó al Espanyol en los cuartos de final de la Copa del Rey en un partido de auténtico infarto, pues obtuvo el gol que sellaba el pase a las semifinales (2-1) en el tiempo añadido. Fue obra del excadista César Caneda, aunque antes Pablo Infante había empatado tras el tanto inicial del Espanyol, obra de Rui Fonte, en un choque de intensidad máxima en el que el Mirandés, finalmente, vio premiado su descaro y su mayor empuje con la prolongación de un sueño que ya se ha cobrado a tres rivales de Primera.

Desde el pitido inicial se palpó el dramatismo del enfrentamiento en la búsqueda por acceder a la siguiente ronda. El Mirandés pugnaba cada pelota con virulencia, dejando claro que iba a vender muy cara su eliminación.

Presionaba con arrojo, forzando, de este modo, a que el Espanyol rifase el esférico. Así, Alaín, tras una pérdida en medio del campo catalán, acumuló la primera ocasión del choque. Su disparo escorado lamió el lateral de la red a los seis minutos de juego.

El Espanyol apenas acaparaba posesión y se perdía en la maraña de piernas del poblado medio del campo burgalés. Con estos mimbres, el partido se trababa cada vez más, con interrupciones, entradas alevosas y faltas sin amonestación. Aún así, era el Mirandés el que intentaba germinar más fútbol en medio de la batalla.

En la reanudación el Espanyol se encontró, ya en el primer minuto, con la ocasión a la que se había encomendado. Weiss se marchó por la banda como un torpedo hasta adentrarse en el área. Su disparo lo rechazó Nauzet y el balón cayó en las botas de Baena, quien colgó el balón al corazón del área, donde se encontraba el portugués Rui Fonte, quien remachó a la red con la zurda.

El mazazo no descompuso al Mirandés, que todavía creía en el milagro a pesar de que el 0-1 parcial, sumado al 3-2 en contra de la ida, le ponía la clasificación harto complicada.

Hasta que apareció Pablo Infante, el máximo anotador de la Copa. Logró su séptimo tanto en el 58 de jugada individual.

El Espanyol no dio su brazo a torcer y medraba por dormitar el balón con posesiones largas ante el empuje directo de un Mirandés que se desfondaba en su ímpetu por voltear la eliminatoria.

Alaín y Lambarri tuvieron dos buenas ocasiones, pero Casilla estuvo inspirado. No así en la oportunidad que desató la catarsis en las gradas de Anduva. Caneda remató un centro de Pablo Infante e hizo el 2-1 que sellaba la proeza y desembocó en una invasión de campo jubilosa.

El Mirandés acababa de hacer historia, pues sólo otro de Segunda B, el Figueras en el año 1991, había alcanzado las semifinales.

mirandés: Nauzet, Garmendia, Caneda, Corral, Raúl García, Martins, Garro (Lambarri, 57'), Iribas (Muneta, 73'), Mujika (Borrell, 68'), Pablo Infante y Alaín. espanyol: Casilla, Galán, R. Rodríguez, Moreno, Dídac, Baena, Forlín, Weiss (J. López, 88'), Albín (Thievy, 63'), Romaric (Verdú, 73') y Rui Fonte. Árbitro: Ayza Gámez (valenciano). Amonestó a Garmendia, del Mirandés, y a Weiss, Galán, Dídac y Casilla por parte del Espanyol. Goles: 0-1 (46') Rui Fonte. 1-1 (58') Pablo Infante. 2-1 (92') Caneda. Incidencias: Lleno en Anduva.