Un Clásico en familia

Alberto y Antonio Merino, tío y sobrino, se enfrentan el domingo por segunda vez en su carrera Ambos, entre bromas, admiten que resultará "extraño"

Alberto (i) y Antonio Merino bromean con el masajista balono, Pepe García.
Alberto (i) y Antonio Merino bromean con el masajista balono, Pepe García.
Rubén Almagro La Línea

14 de noviembre 2013 - 05:02

En las casas de 'los' Merino, en la populosa barriada linense de La Atunara, el Clásico del próximo domingo no es sólo un Balona-Algeciras. Es una cuestión de familia. Lo más probable es que nadie pregunte ese día si quieres más a papá o a mamá, pero sí si prefieres al tito Alberto (el balono) o al sobrino Antonio (el algecirista). Las preferencias, casi siempre, son por el primero, porque la tierra tira y mucho, aunque uno de sus familiares bromea: "Yo me he comprado una camiseta mitad con las rayas negras y mitad con las rayas rojas, así que gano seguro". Es, sin duda, el Clásico de los Merino.

Alberto y Antonio sólo se han enfrentado una vez en su dilatada trayectoria profesional. El primero, con la camisola del Racing Club Portuense, el segundo, con la del desaparecido CD San Fernando. Después compartieron caseta en el Municipal de La Línea y participaron en dos de esas campañas que ningún linense olvidará, justo antes de que Antonio se marchase para ganarse el cariño del Nuevo Mirador, tras una salida de la Balompédica que casi nadie entendió.

Europa Sur reúne a tío y sobrino en su habitat natural, las inmediaciones de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, y se saludan como cualquier cosa menos como dos rivales: un beso y un "¿qué pasa?" De lo más natural. Y comienzan a hablar de fútbol. Y, como cualquier familia, de todo. "No quería mi mujer que me pusiese una chaqueta roja... ya le he dicho que me matan", recalca Alberto mientras se ríe abiertamente. "Es que nosotros cuando nos juntamos no estamos siempre hablando de fútbol, sino de muchas cosas, como todo el mundo", añade.

Casualmente aparece por la zona Pepe García, el eterno masajista de la Balompédica. "Que digo yo que si me caigo al lado del banquillo de la Balona y me hago algo, saltarás al campo a ayudarme ¿no?", le pregunta Antonio, con el brazo echado por encima. "Bueno, si el Algeciras no trae masajista... es que el domingo tú eres el enemigo" bromea Pepe El Masa, que de inmediato se brinda a fotografiarse con los dos jugadores. "Si vais a comer o algo, me llamáis", deja advertido antes de seguir con su ruta.

Antonio Merino tiene claro que no va a entrar en polémicas. No juega en el Municipal desde la última jornada de la fase regular de la 2011-12. Aquella tarde la Balompédica derrotó al Lucena y se proclamó subcampeona de grupo. "Qué día más bonito ¿verdad?" pregunta en voz alta. Una durísima entrada de Aldarur en Amorebieta le impidió participar en los tres encuentros restantes de la fase de ascenso a la Liga Adelante.

"Por supuesto que va a ser especial volver a casa, pero no estoy nervioso, todo lo contrario, llevo mucho tiempo jugando al fútbol y sé cómo van estas cosas", afirma Antonio Merino, que ya visitó el Municipal como visitante, entonces con la guayabera del San Fernando.

"Es verdad que enfrentarme a mi tío va a ser raro, porque siempre ha sido el espejo en el que me he mirado, pero si tiene algún reflejo es que me motiva aún más", comenta.

"Lo que pasa es que no es sólo mi tío, es jugar contra Ismael Chico, Carlos Guerra, Copi, Juampe... con todos ellos viví unos años inolvidables y mantengo una relación excelente, yo diría que como si también fuesen de mi familia", recalca.

"Pasé en La Línea unos años buenísimos, pero eso ya quedó atrás y ahora me debo al Algeciras, donde también me están tratando de maravilla y donde estoy disfrutando muchísimo", puntualza.

"Entiendo que para la afición tiene su morbo, porque lo palpo cuando paseo por el barrio, pero nosotros no podemos perder de vista que lo que está en juego son tres puntos", dice

El zaguero, que pretende que la semana sea "lo más normal posible" reconoce que sus vecinos le paran para augurarle una goleada a favor de los albinegros.

"En su momento salí de la Balona y ahora estoy en el Algeciras y entiendo que nosotros debemos afrontar el partido como un premio a todo lo que conseguimos la temporada pasada, porque con todo mi respeto a todos los clubes de Tercera, yo prefiero jugar en los campos de la Balona o del Cádiz o del Albacete que donde lo hacíamos hasta hace unos meses", abunda.

Antonio [Cortés] Merino entiende que los resultados de uno y otro equipo en las jornadas precedentes no tienen una influencia real en este tipo de duelos. "Estos partidos reúnen una serie de condicionantes especiales y no hace falta ni que el míster te dé la charla para motivarte, aunque la dará. El asunto de los números no hay ni que mirarlo, porque los veintidós jugadores saldremos a ganar a vida o muerte, sin pensar en nada más".

"Conozco perfectamente a la Balona y sé que la derrota en Carranza aumenta sus ganas de vencer y que irá a por todas, pero nosotros intentaremos utilizar nuestras armas", acaba.

Alberto, por su parte, advierte a su sobrino de que "si llega el caso" estará dispuesto "a darle, eso está claro".

"Espero que todo vaya bien, que no tenga necesidad de hacer eso, pero hay que comprender que dentro del terreno no somos tío y sobrino y que nosotros tenemos la ilusión de ganar", reflexiona.

Alberto reconoce que "apenas" tiene recuerdos de los enfrentamientos con Antonio. "Sólo fueron dos, pero es verdad que me resulta raro no verlo con otra camiseta, porque le he visto jugar con varios equipos, sino enfrentarme a él, sobre todo después de que fuimos compañeros".

"En este tipo de partidos nunca se sabe qué puede pasar", dice en referencia al Clásico. "Todo el mundo dice que el Algeciras llega mejor, pero yo confío en que podamos dar el zarpazo".

Con respecto al momento que atraviesa su equipo dice: "Se han rodeado varias cosas, el calendario que se ha endurecido, algún viaje que no se nos ha dado bien... pero no creo que estemos en mal momento, así que vamos a seguir trabajado con nuestra filosofía de ir partido a partido y ahora mismo el que viene es el del Algeciras".

"Es que a mí todo lo que se forma en torno a estos partidos no me gusta demasiado", reconoce Alberto Merino. "Yo soy de estar más tranquilo en casa, de preocuparme de lo que sucede cuando pita el árbitro".

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