El Celta se despertó en el último balón
fútbol liga europa
Guidetti falló el gol que valía la final cuando no había tiempo para más
El Celta de Vigo rozó en Manchester la clasificación par la final de la Liga Europa ante el United de José Mourinho, pero tuvo que conformarse con un empate a un gol con sabor a derrota en el mítico Old Trafford.
El equipo gallego tuvo en el último segundo de la eliminatoria una buena ocasión para lograr el 1-2, pero Beauvue y Guidetti no estuvieron atinados y será el Manchester United el que disputará la final, contra el Ajax en Estocolmo el 24 de mayo.
Desde la posesión de la pelota, el conjunto gallego dominó durante muchas fases pero sin apenas pegada en su ataque.
Fue Aspas, que volvió a arrancar desde la banda derecha, el primero que avisó a Romero, que hizo una gran parada (min. 4), y poco después Cabral cabeceó con peligro un córner (min. 5).
No sudó demasiado el equipo de José Mourinho para herir al Celta. Implantó su músculo y desequilibró con un par de rápidas combinaciones. Pogba apareció descomunal para marcharse de varios jugadores en una acción que no culminó Rashford (min. 11), que colocó minutos después un gran centro que coronó Fellaini con un gol de cabeza (min. 17). No tuvo el Manchester clemencia: sacó un gol de la nada y de un pequeño error defensivo en la marca.
El gol de Fellaini desorientó al Celta. Quedó petrificado, vacío de juego en Old Trafford. Necesitó casi quince minutos para volver a recuperar algo de la esencia de su juego, aunque sin la presión voraz de otras ocasiones. El Manchester siguió cómodo, sin alterarse, casi despreocupado.
Berizzo metió a Jozabed por Wass en el descanso, con el consecuente retoque en el dibujo táctico. Tuvo una buena oportunidad el conjunto gallego para empatar en un centro de Hugo Mallo que acomodó Sisto para Guidetti, que remató sin precisión (min. 57).
No desesperó el Celta. Tuvo fe, ofreció más fútbol, alargó su empuje. Y llegó el gol: Jozabed sacó en corto un córner que Bongonda colocó en la cabeza de Roncaglia. El cabezazo llegó a la red. Era el minuto 85.
Necesitaba un tanto más el Celta para meterse en la final. Poco se jugó desde entonces. Hubo una refriega -de la que salieron expulsados Bailly y Roncaglia- y, en el último segundo del partido, tuvo muy cerca el billete de la final.
También te puede interesar
Lo último