La presidenta de la Unión Linense de Baloncesto (ULB), Silvia Pozo, ha presentado en las últimas horas su dimisión, determinación que ha comunicado a sus compañeros de directiva y que hizo pública con una emotiva carta en la que asegura que durante los últimos cinco años no ha encabezado un club, “sino una familia”.

“Ostentar este cargo ha sido un gran honor y una experiencia inigualable”, resalta la ya expresidenta de la entidad de La Línea, que asegura que se trata de un periodo que le ha resultado enriquecedor en todos los apartados, aunque entiende que toda etapa llega a su fin y por ello considera que una nueva visión y un relevo en su cargo puede ser beneficioso para el club.

En la mencionada carta, refleja:

Dejo la directiva y la presidencia, pero jamás mi club porque sois mi familia. Siempre voy a estar a vuestro lado y podréis contar conmigo para lo que necesitéis.

Han sido cinco años de presidencia en la que Silvia ha representado con orgullo los valores con los que se identifican la ULB. Sus inicios comenzaron con una llamada para apoyar al proyecto llevado a cabo por la entidad. En aquel entonces, Silvia era tan solo una madre implicada en la formación deportiva de sus hijos. Con el paso del tiempo, el nivel de implicación fue aumentando convirtiéndose en un pilar fundamental para la entidad.

Fruto de su esfuerzo y del gran trabajo realizado la ULB ha crecido año tras año sumando éxitos y contribuyendo a lo que hoy es considerada nuestra entidad, un referente autonómico en gestión deportiva.

Los miembros de la junta directiva que ahora deberán hacer frente al periodo de relevo o un proceso electoral reconocen a Silvia Pozo "el compromiso, trabajo, alegría y cercanía con todos".

"Son innumerables las razones que nos llevan a agradecer a esta gran presidenta asumir el cargo durante su etapa", recalcan.