Restañadas las [pocas] heridas que dejó la derrota en la visita al líder Cartagena de la pasada semana, la Real Balompédica afronta esta tarde su segunda intentona consecutiva de auparse a la zona VIP del grupo IV de la Segunda B. Una proeza que hace poco más de dos meses sonaba a quimera y que ahora acarician los balonos de dentro y fuera de la caseta con la yema de los dedos.... y con una ilusión desmedida. Los albinegros precisan vencer a un Arroyo en crisis y que se den los marcadores en Albacete y Écija para colocarse, por primera vez en lo que va de temporada, entre los cuatro elegidos. Ismael Chico vuelve tras cumplir su sanción, Pagola defenderá el marco como consecuencia del castigo a Mateo y casi con total seguridad Ocaña tomará la manija en lugar del inhabilitado Alberto Merino. El guardameta gibraltareño Jamie Robba se estrena en el banquillo.

La Balompédica -que, aunque pasa desapercibido, no pierde en casa desde el nueve de diciembre- recibe hoy a un Arroyo venido a menos, que sólo ha ganado en una de las trece últimas jornadas y que es el peor equipo del último mes.

Los de La Línea se encuentran, por lo tanto, con una situación idónea para intentar arribar a la zona noble de la clasificación, aunque para eso precisan que el Albacete no derrote al San Fernando en un partido que comenzará una hora antes que el de La Línea y que el Almería B no salga vencedor de su visita al Écija Balompié, donde el comienzo está fijado, como en el Municipal linense, a las 17:00.

Rafa Escobar siguió a rajatabla su archiconocido ritual e hizo pública al término de la sesión matinal de ayer la lista de convocados, en la que están todos sus hombres, incluido el canterano Iván y en la que la principal novedad es la presencia del guardameta gibraltareño Jamie Robba, que ocupará, por primera vez en sus 21 años, plaza en el banquillo.

Los únicos descartados de antemano son los sancionados Mateo y Alberto Merino. El algecireño Mario, a pesar de que ya jugó el miércoles unos minutos frente al Lokomotiv y a que su rehabilitación es francamente buena, tiene complicado aún encontrar un hueco entre los que se vistan de corto. Juan Ayala, que ayer se enfundó la guayabera del filial, con el que brilló, también parece descartado de facto.

En lo que se refiere al once, la versión oficial es que hay tres dudas. La realidad es que son dos y que la restante obedece a que el entrenador quiere mantener hasta últimas hora la incertidumbre.

Las reales afectan a los laterales Joe y Dani Gallardo, que apenas se han entrenado durante la semana. El primero por culpa de una herida en el talón y el segundo, por un proceso gripal. Escobar está a la espera de ver cómo se encuentran hoy y aunque el técnico afirma que quiere que jueguen los que lo hicieron en Cartagena, también tiene designados ya a sus posibles relevos: Francis Fajardo en el caso de Joe y Javi Gallardo si el que se queda fuera es su hermano Dani.

La otra vacante es la que existe en el eje de la medular, a la que regresa Ismael Chico una vez cumplida su sanción. Escobar amplió ayer a cuatro las opciones para ocupar esa plaza (Rafa Villén, Ezequiel, Curro y Ocaña) e incluso habló de la posibilidad de que Copi ingrese en la delantera y Rubén Cuesta atrase su posición. No deja de ser una especulación, pero todo indica que Antonio Ocaña ejercerá de organizador, con la posibilidad de que en algún momento permute su posición con Rubén Cuesta.

El míster balono, que al comienzo de la semana arengó a sus hombres y les sugirió que con los triunfos de los partidos de casa (siete) estarían en liguilla, recela de la supuesta debilidad del rival y espera "al mejor Arroyo posible".

Estamos en la misma tesitura que hace dos semanas ante el Sevilla Atlético, que venía alicaído con una racha negativa y, sin ir más lejos, la semana pasada le ganó al San Roque de Lepe", advirtió. "Este año el grupo está muy igualado, hay mucho equilibrio y se me antoja que ésta es una victoria clave".