Anelka niega que su gesto fuese racista

Efe Londres

30 de diciembre 2013 - 05:02

El futbolista francés Nicolas Anelka, del West Bromwich inglés, asumió en su cuenta de Twitter el gesto conocido por quenelle con que festejó uno de sus goles y que está considerado antisemita en su país, aunque aseguró que él no es "antisemita ni racista".

"No soy antisemita ni racista y asumo totalmente mi gesto", afirmó el polémico ex jugador del Real Madrid. Antes había dicho en la misma cuenta: "No sabía que la palabra religión tuviera algo que ver con esta historia".

El delantero francés explicó que su quenelle fue en homenaje a su amigo Dieudonné, el humorista que popularizó el gesto en Francia, y acusó a los ministros galos de no saber "qué significa verdaderamente". Según él, se trata simplemente de un símbolo antisistema.

De esta forma Anelka respondía a las críticas que recibió en Francia después de que el sábado celebrara un gol con una quenelle. La ministra de Deportes francesa, Valerie Fourneyron, tildó el gesto de Anelka de "provocación asquerosa" y la Federación Inglesa anunció la apertura de un expediente al jugador galo.

El gesto consiste en extender un brazo hacia el suelo y cruzar la mano contraria sobre el hombro, en lo que algunas asociaciones detectan una alusión al saludo nazi.

Anelka, de 34 años, arrastra un historial de polémicas en Francia. La penúltima, cuando en el Mundial de Sudáfrica lideró un motín de los jugadores contra el seleccionador que le costó 18 partidos de sanción como internacional y supuso su retirada del combinado nacional.

El gesto de celebración del gol el pasado sábado volvió a levantar la polémica ayer por parte de varios ámbitos. El futbolista francés tendría que recibir una sanción ejemplar por hacer ese gesto, según reclamó ayer el presidente del Congreso Europeo judío, Moshe Kantor. "Ese saludo es conocido como un saludo nazi y esperamos el mismo tipo de castigo que si Anelka hubiera hecho el infame saludo con el brazo extendido", señaló Kantor.

La FA examinará el controvertido gesto y decidirá si impone una sanción al atacante del WBA, que podría ser de cinco partidos.

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