Que Álvaro Quirós es capaz de lo mejor y de lo peor lo sabe cualquiera que siga su trayectoria. Pero ayer el guadiareño volvió a demostrarlo. Tras un comienzo discreto en el Abierto de Francia (72 y 71), se disparó el sábado con una tarjeta de 65 golpes (-6) que le colocó a las puertas del top-ten. Sin embargo, en la jornada final, hizo 75 golpes (-5) y cayó 31 puestos para situarse el 42º.

Donde el sábado le salía todo, ayer no. Hizo dobles bogeys en el 9, el 11 y el 18 y bogeys en el 5 y el 8 por tres birdies (1, 3 y 16). Todo, para acabar al par gracias a la remontada del sábado que acabó echando por tierra.

El alemán Martin Kaymer, líder en la primera jornada del Abierto de Francia pese a sufrir unas ampollas en el pie derecho que le obligaron a cortar el zapato para poder jugar, volvió al liderato para llevarse el título después de enfrentarse en un desempate al inglés Lee Westwood en el cierre del torneo.

Ambos acabaron el recorrido empatados a trece bajo par después de firmar sendas tarjetas con menos tres (68 golpes), el alemán, y menos seis (65), el británico. En el desempate, Kaymer se impuso con un par en el dieciocho (cuatro golpes), mientras que Westwood necesitó seis toques para embocar la bola.

El argentino Rafael Echenique, que arrancó la jornada al frente de la clasificación con la opción de apuntarse su primer título en el Circuito Europeo, se desplomó a lo largo del trazado del Golf National parisino y cayó hasta la decimotercera posición.

El suramericano, que adelantó en la tabla a Kaymer con un birdie en el último hoyo el sábado, pasó de liderar el Abierto de Francia con once bajo par a su posición final con menos cinco merced a los 77 golpes (+6) del recorrido dominical.

Kaymer tuvo más fortuna en el desempate contra Westwood que el día anterior frente a Echenique. El inglés forzó el desempate tras un magnífico desarrollo en el que empleó 65 toques para quedar igualado con el alemán en trece bajo par.

Ambos jugadores abrieron el hoyo añadido mandando la bola al rough, pero el alemán sorteó el agua con el segundo golpe, mientras que el británico mandó la bola detrás de una valla publicitaria y se tuvo que jugar un golpeo decisivo le dejó ante un putt en torno a nueve metros para bogey.

Esa acción concedió dos putts para alzarse con el tercer título del Circuito Europeo al alemán, que sólo necesitó unó para materializar el triunfo.

El mejor español resultó Alejandro Cañizares, que completó el último recorrido con -2 y se colocó el 13º con un total de 279 goles (-5).