El fútbol alemán debatió ayer intensamente la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los estadios, un día después de la suspensión, por una alarma terrorista, del amistoso en Hannover entre Alemania y Holanda.

"Esto va a cambiar el fútbol y nos pone ante un nuevo reto", dijo ayer el presidente del Hannover, Martin Kind. Mostraba así su preocupación por el incidente en su estadio, acaecido cuatro días después de atentado del viernes en París durante el Francia-Alemania.

"El fútbol experimentó un cambio en muchas de sus facetas", dijo el jefe de la liga alemana, Reinhard Rauball. También presidente interino de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Rauball dijo que la disputa de la próxima jornada de la Bundesliga está garantizada pese a la amenaza terrorista: "Se va a jugar".

Todos los representantes de los clubes se mostraron al unísono favorables a que se disputen sin cambios todos los partidos de liga.

Hans-Joachim Watzke, gerente del Dortmund, fue el más contundente: "No hay alternativa; la sociedad civil debe mostrar coraje y no puede rendirse; en caso contrario, cantarán victoria los que no deben ganar". Watzke dijo que viajará con su equipo a Hamburgo sin miedo. "No debemos caer en la histeria, sino reflexionar sobre cómo podemos mejorar unas medidas de seguridad que ya son altas".

"Yo no voy corriendo en el campo con miedo a que pase algo", dijo el capitán del Bayern Múnich, Philipp Lahm, en una entrevista al rotativo Münchener Merkur. Lahm dijo fiarse de "las autoridades y de los políticos que deciden si un partido se puede disputar".

Informaciones sobre planes de detonar una bomba en el estadio llevaron a que las autoridades alemanas suspendieran el martes en el último momento el Alemania-Holanda.

"Para los partidos de fútbol debemos considerar las mismas normas que para los demás acontecimientos multitudinarios planeados en Alemania", dijo el copresidente interino de la DFB, Rainer Koch. "Hay que tener en cuenta este aspecto, debemos ser conscientes de que se crean situaciones de peligro", añadió Koch.

Ya se están planeando las primeras reformas en la seguridad. En diversos estadios se reforzarán los controles con más personal de seguridad. Por eso, clubes como el Colonia y el Mönchengladbach recomiendan a los aficionados que lleguen al estadio con antelación.

Pero ningún club quiere detallar las medidas concretas que preparan. "Una de las condiciones para la seguridad de nuestros visitantes es que no se sepa con exactitud cuáles son nuestros preparativos", dijo Frantz Spitzauer, gerente del Ingolstadt.

Tras la suspensión del encuentro Alemania-Holanda, Rauball había dejado en un primer momento la puerta abierta a una posible suspensión de la próxima jornada. "Por supuesto que estamos evaluando ese aspecto", indicó sobre la perspectiva de no jugar el fin de semana.

La jornada 13 de la Bundesliga está prevista que se dispute entre mañana y el domingo, con nueve encuentros en total.