Fútbol

El magisterio de la templanza

  • Vicente del Bosque analiza desde el punto de vista de los valores y la formación la gestión del éxito y del talento de un grupo

  • El técnico que hizo campeón del mundo a España protagoniza una amena y divulgativa charla-conferencia organizada por el Ayuntamiento de Gines

Vicente del Bosque / José Luis Montero

“Es mucho más fácil gestionar pobreza que riqueza”, sentencia el entrenador del éxito –el mayor de la historia del fútbol español– desde la normalidad. Pese a la imagen que ha quedado de él quizá incluso entre sus colegas, no se considera un técnico ni un líder dócil, pero sí inteligente. Y ese magisterio le ha servido para, en los pequeños detalles, marcar las diferencias. Su valor es la gestión de grupo, sí, pero aun siendo un arte, no sólo eso le dio la gloria. Vicente del Bosque (Salamanca, 23-12-1950) acudió a la llamada del Ayuntamiento de Gines para dar contenido a unas jornadas a caballo entre el deporte y la educación que no hace mucho también contó con otro gran gestor del talento, Toni Nadal.

Y dejó claras las líneas maestras de su gran magisterio, el de la templanza. El entrenador tiene que cuidar cada gesto y cada palabra para no perder credibilidad a ojos del jugador. Si lo hace está perdido. “Hay que tener cuidado con las ruedas de prensa. Yo siempre antes de hablar me pongo en el pellejo del futbolista que no ha jugado y que va a casa cabreado escuchando la radio en el coche y piensa ‘éste se cree que ha ganado él” , explicaba en un foro lleno de aficionados al fútbol, niños, adolescentes, madres, padres, docentes...

“Valores, deporte y vida” son los pilares de una charla-conferencia en la que mezcla vivencias, anécdotas, vídeos de aquel glorioso Mundial que sigue levantando vítores como si España estuviera aún en Sudáfrica y reflexiones de los héroes de aquella mitológica pléyade: Xavi, Casillas, Puyol...

Preguntas equivocadas

El tiro equivocado de padres y abuelos cuando hacen preguntas que no ayudan en el deporte de formación es casi el primer tirón de orejas a los presentes. “¿Has jugado? ¿Habéis ganado? ¿Has marcado algún gol? ¿De qué te han puesto? No son preguntas adecuadas”. Del Bosque, en su comportamiento siempre se alejó de los entrenadores que estamos acostumbrados a ver. “Hay que normalizar la derrota. En el deporte se gana y se pierde. En el Mundial de Rusia, hubo una selección, Japón, que iba ganando 2-0 a Bélgica en cuartos de final y nunca había estado en semifinales. Bélgica tenía un equipazo y remontó. Pues no los vi ni lamentarse ni tirarse al suelo. Se metieron en la caseta, la limpiaron, la dejaron como los chorros del oro y se fueron”.

Del Bosque, rodeado de los niños de las escuelas municipales. Del Bosque, rodeado de los niños de las escuelas municipales.

Del Bosque, rodeado de los niños de las escuelas municipales. / jose luis montero

Se normalizan las actitudes tóxicas en el deporte y el salmantino enumeró varias de ellas. Cuando hay un cambio, las cámaras enfocan al jugador sustituido por si éste hace una reacción negativa hacia el entrenador; se trata también de engañar constantemente al árbitro; en la prensa en los grandes eventos hay “un optimismo exagerado que después lleva a malas reflexiones”... Del Bosque ha aprendido a ganar haciendo primar “un clima laboral sano” sobre otras cuestiones, siempre en vestuarios que han sido de “muy buenos chicos”. Sólo refirió un conflicto en la selección que además fue “por influencias externas que jorobaron el asunto”. Aquellos piques entre jugadores de Barça y Real Madrid tras “tres o cuatro partidos que hubo en muy poco tiempo entre ambos. Fueron episodios muy feos que se subsanaron y que al final acabó reforzando el grupo y se dio la circunstancia que a los dos jugadores más implicados, cada uno en su equipo, Xavi y Casillas, les dieron el premio a la concordia”.

La clave está en darle a todos su sitio. Para un entrenador, según el ex seleccionador nacional, son fundamentales cuatro cuestiones: el contenido de los entrenamientos, pues el jugador debe trabajar pero estar entretenido. “Si se va casa cabreado estás perdido”, avisa. Luego pide a los jugadores que sean “inspiradores”, es decir, que propongan cosas y que sean generosos y solidarios. El ejemplo es el gol de Puyol a Alemania, un córner en el que “habíamos visto que ellos hacían un marcaje zonal con mucha distancia, muy pasivo y les mandamos a Piqué y a Sergio Ramos a que bloquearan a sus mejores defensas, y así vino Puyol desde atrás y la clavó”, relataba mientras la jugada se veía también por una gran pantalla. La clave de la gestión de los egos en un vestuario es “que parezca que mandan ellos, pero que se haga lo que quieres tú”. Sapiencia máxima y la carga de un tráiler de mano izquierda.

Con el presidente de la J.D. Gines, Ángel Bollo, el alcalde, Romualdo Garrido y los concejales de Educación y Deportes. Con el presidente de la J.D. Gines, Ángel Bollo, el alcalde, Romualdo Garrido y los concejales de Educación y Deportes.

Con el presidente de la J.D. Gines, Ángel Bollo, el alcalde, Romualdo Garrido y los concejales de Educación y Deportes.

Del Bosque no es entrenador de perfil bajo, pero busca un aura gigantesca con un rol discreto. Incluso se avergüenza –el no va más de la discreción– de su celebración en el gol a Holanda que le dio el Mundial a España en Johannesburgo. “Marcó Iniesta, apreté los puños y pensé: joder, estamos más cerca. Y ahora cuando lo veo por televisión pienso que quizá me excedí en la celebración”, tiene que confesar. Y añade: “Cuando veo a los entrenadores de lado a lado, todo el tiempo enfadados en el área técnica o en toda la banda, no me gusta. Es mejor estar reflexivo, apoyarte en tus ayudantes, que entre todos es más fácil resolverlo”.

Y suelta su consejo: “El que controla mejor las emociones tiene mucho ganado. Ante el enemigo una sonrisa hace más daño que el enfado o una reacción fea”, agrega quien presume de que en 114 partidos con la selección sólo fue expulsado un jugador, Piqué, en la final de la Copa Confederaciones en Maracaná. “Estando tocando el himno ya estábamos perdiendo. Con 3-0 le dio a un rival como Ruiz Mateos a no sé quién (a Boyer)”.

Contrario a La superliga

Sin nombrarla, se mostró contrario a la Superliga que propugna Florentino Pérez. El técnico castellano dejó claro que no debemos cometer el error de acabar con el fútbol. “El sistema de competición de la Champions es precioso. El Madrid fue campeón el año pasado estando tres veces casi eliminado. Y el 3-3 del otro día, el partido del Barcelona... Con las ansias de ganar mucho dinero de unos pocos se pueden perjudicar muchos. Las competiciones domésticas hay que cuidarlas y que estar en Europa haya que ganárselo”, incidía para acabar también, en el capítulo de las preguntas del público, hablando –aunque por encima– de la corrupción en el fútbol y en la RFEF. “Antes, yo que he tratado mucho con las territoriales, los presidentes de las federaciones tenían reputación. Eran médicos, abogados y no cobraban nada... Ahora veo que eso ha caído un poco. Creo, yo creo vamos, no sé...”, repetía para anteponer su perenne prudencia.

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