Santiago Díaz. Escritor

"La novela negra nos muestra cómo es la sociedad en la que vivimos"

  • El guionista y narrador publica 'Indira' (Reservoir Books), la tercera entrega de la saga iniciada con 'El buen padre', en la que su peculiar protagonista se enfrenta a su caso más complicado, desde un punto de vista emocional.

Santiago Díaz (Madrid, 1971), en una visita reciente a Sevilla.

Santiago Díaz (Madrid, 1971), en una visita reciente a Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

-A alguien que no haya leído nada de esta saga, ¿cómo presentaría a Indira (personaje y novela)?

-El personaje, Indira, es una policía muy peculiar, que padece un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) relacionado con el orden y la limpieza, lo que le impide relacionarse con los demás con normalidad. Es una persona muy honesta, pero eso provoca que encuentre cierto rechazo por parte de los demás, y una cierta incomprensión. Es un personaje, en definitiva, complicado. La novela Indira es la tercera entrega protagonizado por este personaje, en el que se enfrenta al caso más personal de su vida, hasta tal punto que hará que su futuro cambie para siempre. Si en la primera novela se las tienen que ver con un anciano secuestrador, en la segunda con todo un Antonio Anglés, esta tercera es… no sé cómo explicarlo sin hacer un spoiler.

-¿Qué ha cambiado desde El buen padre hasta Indira?

-Indira, la protagonista, tiene una evolución muy clara a lo largo de la saga, ya que no me gusta dejar estancados a mis personajes. En la primera entrega era de una rectitud tal que no dudaba a la hora de denunciar a un compañero; en la segunda se encuentra con algo que tambalea todos sus pilares, que es la maternidad, que es mucho más importante que el TOC y toda su rectitud, y en Indira miente por primera vez, porque se da cuenta del valor de las mentiras piadosas que se utilizan para no hacer daño a los demás. Indira en esta nueva novela tiene una presencia más emocional, por todo lo que le sucede, compartiendo protagonismo con otros personajes.

-¿El personaje de Jotadé ha llegado para quedarse?

-Yo espero que sí, pero eso no depende de mí. Es un personaje que me está dando muchas alegrías desde que ha llegado. Y si la editorial lo quiere y los lectores también, a mí me encantaría escribir una entrega protagonizada por él. Jotadé es un personaje muy original, que aporta algo de esos dos mundos, el mundo payo y gitano, y que sin ser un personaje cómico, ofrece mucha comicidad, a pesar de que se ve envuelto en la trama más dura de toda la novela. Es un personaje incomprendido por todo el mundo. En su comunidad, es la oveja negra por ser policía, y en la policía por ser gitano, y por eso le acabas cogiendo cariño.

"En novela negra, con frecuencia la violencia es el detonante de todas las tramas, el comienzo de las historias que suceden"

-Es complicado mostrar determinados personajes sin caer en los estereotipos…

-Es complicado, y de hecho a mí me han escrito en alguna ocasión indicándome esto. Recuerdo que una chica colombiana me dijo que siempre que aparece alguien de su país en una narración o película es narcotraficante. Y en un presentación, un señor gitano me llamó la atención por algo similar. Y yo entiendo perfectamente lo que me quieren decir, y llevan razón, y tengo claro que esos estereotipos sólo son una parte de una realidad. La inmensa mayoría de la comunidad gitana son gente honrada que trabaja, pero también es cierto que una minoría es la que controla el tráfico de drogas en determinadas barriadas. Si escribiera otro tipo de novela, reflejaría otro tipo de historias, pero al ser novela negra describo este tipo de cosas.

Santiago Díaz. Santiago Díaz.

Santiago Díaz. / Juan Carlos Muñoz

-¿Haber sido guionista previamente, qué le ha aportado, y de qué se ha tenido que desprender?

-Me ha aportado muchísimo. Todo lo que sé lo he aprendido en el mundo de la televisión, donde tienes unas reglas muy básicas y muy marcadas para que una historia funcione. Ir al grano, hacer que la trama avance, no perderte en escenas que no aportan nada… y todo eso aplicado a la narrativa propicia que digan que mis novelas son tan rápidas, y que pasen tantas cosas. Son dos maneras distintas de contar una historia, ya que en la tele estás más constreñido por una serie de circunstancias, los presupuestos, disponibilidad de espacios, etc, mientras que en una novela tienes la libertad absoluta de hacer lo que quieras, porque el papel todo lo aguanta. Yo no reniego de mi trabajo pasado, y presente, porque aún sigo, ya que todo lo que sé lo he aprendido escribiendo guiones.

-¿Es más complejo iniciar una nueva historia o mantener el tono y la tensión de una saga?

-Es muy complicado… Tiene sus aspectos positivos, pero también negativos. Los positivos, que los personajes ya están contrastados, que ya sabes lo que funciona y lo que no, que has realizado un recorrido, y eso te puede proporcionar una cierta seguridad… Pero también es mucho más difícil que esos mismos personajes sigan sorprendiendo, incluirlos en tramas que capten la atención del lector.

-¿Qué importancia (y objetivo) tiene la violencia en su obra?

-En novela negra, con frecuencia la violencia es el detonante de todas las tramas, el comienzo de las historias que suceden. En este género, además, tenemos la posibilidad de denunciar determinados hechos que ocurren en nuestra sociedad. Hace un tiempo me aterró una noticia que leí en la que se indicaba que en un radio de cincuenta metros alrededor de donde nos encontremos, hay una chica obligada a prostituirse. Esa es una violencia que puede aparecer en la novela negra, como una denuncia social. Y yo creo que eso es algo que debemos aprovechar.

-Novela negra en el terreno de la novela social…

-Hoy la novela negra es todo. Porque antes era una acumulación de diferentes géneros, considerados menores, como las novelas de enigma, la novela que se desarrollaba en los bajos fondos o la policíaca, que no salía de una comisaría, o las de acción… Todos esos géneros se han fundido para crear la actual novela negra, en la que cabe absolutamente todo, incluso la romántica. Y como cabe todo, puede usar la novela negra como denuncia social, para desarrollar una historia de amor, para incluir pasajes de ciencia ficción, puedes añadir absolutamente todo. Yo creo que ese es el gran éxito de la novela negra actual. Cuenta con la capacidad de mostrarnos la sociedad, tal y como la podemos ver.

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