Historia

La "monarquía escénica" de Alfonso XIII

  • El historiador Javier Moreno Luzón publica 'El rey patriota', en el que ofrece un perfil novedoso de una figura "controvertida" 

El historiador Javier Moreno Luzón, este jueves en el Alfonso XIII.

El historiador Javier Moreno Luzón, este jueves en el Alfonso XIII. / Juan Carlos Vázquez

"El caso de Alfonso XIII es uno de esos ejemplos de lo que podríamos llamar monarquías escénicas, donde la exposición pública se convierte en un auténtico espectáculo". Así define Javier Moreno Luzón, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Universidad Complutense, las líneas generales de su nuevo ensayo, titulado El rey patriota. Alfonso XIII y la nación y publicado por la editorial Galaxia Gutenberg.

En una rueda de prensa organizada por el Centro Andaluz de las Letras, y en la que intervino la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Minerva Salas,  Moreno Luzón ofreció un novedoso perfil del reinado de un monarca que calificó de "controvertido"; un rey cuyas ideas transitaron por distintos espectros políticos: del regeneracionismo liberal de su juventud al conservadurismo contrarrevolucionario de la madurez.

La evolución ideológica en Alfonso XIII denota un rasgo destacado de su reinado, el cual se caracterizó por estar profundamente implicado en la vida política, y social, de la España de principios del siglo XX. Detalló Moreno Luzón que "el monarca no se conformó con un papel representativo, como el que ahora pudiera tener un rey en una monarquía parlamentaria, sino que quiso ser un actor político importante". Por tanto, la monarquía en los tiempos de Alfonso XIII, "no era una monarquía parlamentaria, sino que se trataba de un régimen de cosoberanía entre las cortes y el rey", explica el historiador. En esta configuración del sistema político de la Restauración, el rey "podía nombrar y despedir a los ministros del Gobierno", declaró Moreno Luzón, quien señaló, en varias ocasiones, la importancia de Alfonso XIII en la sociedad para la que reinó.

Moreno Luzón, sobre esa faceta social de Alfonso XIII, construye el tema principal del ensayo, donde se demuestra cómo las fiestas populares, las grandes ceremonias o los eventos de masas fueron acontecimientos que la monarquía fomentó para así legitimar su poder –un poder por aquel cuestionado, sobre todo a partir de la revolución rusa de 1917-. Con respecto a esta tesis, Moreno Luzón indicó que "las iniciativas culturales, los centenarios, las conmemoraciones y demás se preparan para vincular a la monarquía y a la nación". "Tengamos en cuenta que en la época contemporánea no se puede ejercer el poder sin apelar a la soberanía nacional. El propósito monárquico era hacer del rey el primer español, el rey es un patriota que quiere lo mejor para España… eso es lo que quiso ser Alfonso XIII y de ahí el título del libro", reveló el autor del ensayo.

La monarquía fomentó las fiestas populares, las grandes ceremonias o los eventos de masas para legitimar su poder

El rey se favorece de las manifestaciones culturales identitarias, y así logra posicionarse como un actor político y representativo de su sociedad. Este carácter de la monarquía de Alfonso XIII también se observa en Sevilla, ciudad a la que tan ligado estuvo. Afirmó Moreno Luzón que la relación entre Sevilla y Alfonso XIII fue "muy intensa"; tanto que "Canalejas dijo que Alfonso XIII era el primer sevillano, entre otras cuestiones porque la familia real pasa habitualmente por Sevilla. alojándose en los Reales Alcázares, en un lugar especialmente querido por el rey y por la reina Victoria Eugenia".

Pero el rey no se limita a viajar a la capital andaluza. No es tan sólo un destino que visita. Alfonso XIII se involucra en reformas de infraestructuras, reformas de carácter social, también adecuaciones del paisaje urbano. Como ejemplo, Moreno Luzón citó la remodelación del barrio de la judería, proyecto que se consolidó con la ayuda del marqués de la Vega-Inclán. "El rey apoyó a aquellos interesados, por cuestiones turísticas, en hacer del barrio de la judería y del barrio de Santa Cruz un lugar pintoresco", sostiene el historiador, quien inmediatamente apuntó que "el rey se implicó en diversas reformas, como la de la dársena del Guadalquivir o los proyectos de casas baratas, a propósito de la ley homónima de 1911". Aunque una de las principales aportaciones del monarca, para Javier Moreno Luzón, es "la restauración del patio del Yeso, en el Alcázar" el cual, comentó el historiador, "fue intervenido de acuerdo con los criterios más actualizados y modernos de la época".

Portada del libro Portada del libro

Portada del libro / D. S.

La relación de Alfonso XIII con Sevilla también está marcada por la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929. El rey "fue decisivo en la concesión de esta exposición", manifestó Moreno Luzón. El catedrático, a colación de este episodio,  subrayó otro aspecto crucial tanto en el reinado de Alfonso XIII como en la mentalidad de la época. Hablamos del interés de la monarquía en mantener viva la vinculación de España con América -una vinculación notablemente afectaba tras el desastre del 98-. "A la relación entre monarquía e identidad nacional, la vertiente americana resulta muy importante, pues recupera la visión imperialista de nuestro país. En este contexto, la Exposición Iberoamericana de Sevilla está al servicio de dicho proyecto hispano-americanista", desarrolló Moreno Luzón.

La vida de Alfonso XIII concluye en Roma, en el exilio, tras ser partícipe de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera. Un proyecto político que vino a remediar los problemas de los gobiernos liberales de la Restauración, pero cuyo resultado culminó en una insatisfacción general. Moreno Luzón aseguró que la apuesta del rey por Primo de Rivera –aunque en un principio Alfonso XIII pensó en ser él el dictador- para gobernar España se debió a las afinidades "contrarrevolucionarias de los monárquicos españoles, de después de la Gran Guerra, cuando las monarquías europeas empiezan a desaparecer", ya que "es entonces cuando se decide, desde la monarquía española, una alianza con la Iglesia y con el ejército, participando además de ideas próximas al autoritarismo, pues se entendía que el sistema liberal no garantizaría el orden político hasta entonces conocido".

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