El mensaje alcanza por igual a las chicas que reconocen entre estos 16 paneles a la primera mujer que tuvo columna de opinión en la prensa española y a los chicos que descubren que aquella almeriense de 1867 tradujo al español obras de autores tan admirados como Emilio Salgari. Entre el medio centenar de alumnos de 2º de ESO del IES Severo Ochoa de San Juan de Aznalfarache que ayer acudió a la inauguración de la exposición Colombine. Hacia la modernidad en la Biblioteca Infanta Elena puede que se cuenten algunos de los futuros escritores andaluces porque, como les explicaron la delegada territorial de Cultura Susana Cayuelas, y la directora del Centro Andaluz de las Letras, Eva Díaz Pérez, "Carmen de Burgos nos enseñó que, trabajando duro, podemos llegar a ser quienes realmente queremos". La vida cargada de peripecias de esta autora polifacética cuyos libros estuvieron prohibidos durante años nos la cuenta ahora la muestra que el CAL ha organizado dentro de su programa Clásicos Andaluces y que, tras inaugurarse en Almería, llega a Sevilla -primera parada de su itinerancia- comisariada por Concepción Núñez.

Ayer también se presentó la antología seleccionada por la poeta Ana Rossetti Lo importante es vivir la vida, que recoge textos, cartas, entrevistas y artículos de Carmen de Burgos y se puede descargar gratuitamente a través de la web del CAL. Una miscelánea que comprende la carta que una veinteañera Carmen de Burgos remitió a la pensadora y periodista Rosario Acuña hablándole de su vocación, fragmentos de sus novelas Venganza, La voz de los muertos y El retorno. Novela espiritista y tres relatos de su libro Cuentos de Colombine. "No me resistí a incluir El artículo 438, donde plantea la manera injusta en la que el Código Civil trataba a las mujeres", explicó Rossetti, que cierra la antología con la entrevista de Carmen de Burgos a la Infanta Eulalia, "el encuentro de dos mujeres rebeldes y fascinantes". "Colombine fue un referente a la que me gusta recordar como alguien que a través de su escritura defendió los derechos de quienes más lo necesitaban, ya fueran las mujeres, los niños o los sefardíes", añadió Rossetti.

Eva Díaz Pérez, directora del CAL, la delegada territorial Susana Cayuelas y la poeta Ana Rossetti en la muestra.

La vida de Carmen de Burgos no puede explicarse sin atender tanto a sus aciertos como a sus propios errores y las traiciones ajenas, comenzando por su infeliz matrimonio, el ambiente asfixiante de la Almería de su época y la muerte de su hijo Arturo de ocho meses. Lo definitivo, en cambio, es cómo decide tomar las riendas de su existencia y dejar de depender del marido y los padres convirtiéndose en maestra -ganó en 1901 por oposición una plaza en Guadalajara tras haber dirigido una escuela para niñas pobres en Almería- y luego en escritora.

Los alumnos del IES Severo Ochoa durante la presentación en la Biblioteca Infanta Elena.

Se inició en la prensa enviando artículos a los periódicos y esta actividad fue ocupando su vida hasta que en 1906 se convirtió en la primera periodista profesional con rango de redactora. "También fue la primera corresponsal de guerra en la prensa española y publicó crónicas sobre el frente de Melilla en 1909 en el Heraldo de Madrid". En 1914 la Primera Guerra Mundial la sorprende en un viaje por Europa y Díaz Pérez destaca "que sus crónicas y reportajes bélicos, en vez de centrarse en estrategias militares o crónicas de batallas, se fijan en esos detalles estremecedores que suelen pasar desapercibidos en el gran relato de la guerra".

Núñez Rey plantea el contexto generacional con Rodalquivir en el centro de su vida y obra; desarrolla su actividad como periodista, escritora, viajera y activista feminista; y trata los géneros que abordó (novela, traducción, ensayo y periodismo). El catálogo de la muestra completa la evocación de su figura a través de otras miradas como las de Rosa María Calaf, Antonina Rodrigo o Fanny Rubio.