Cómics

¡Ser superhéroe es muy %&*/$Ç!

  • Ellos, los protagonistas de este cómic, son la antítesis del supergrupo, pero van a tener que aprender llevarse bien si quieren quieren salvar al mundo

Portada del cómic.

Portada del cómic.

He de confesar que soy bastante duro a la hora de reírme con un argumento en el que el humor sea el protagonista. Tan solo recuerdo pocos ejemplos que hayan dibujado una sonrisa en mi estoico rostro. Uno de ellos es la genial etapa de Peter David y Joe Quesada a bordo de Factor-X, y otra pertenece a la respetada competencia, que firmaron un inolvidable trío formado por DeMatteis, Giffen y Maguire, creando la que fue la primera (y diría que única) sitcom de las viñetas protagonizadas por la Liga de la Justicia.

Pero una cosa es la risa y otro el inaguantable descojone, en el que no podemos evitar que lagrimones surjan, imparables, y hasta el pecho no duela al retorcernos sin control.

Y eso solo me ha pasado con un cómic que, después de muchos años, vuelve por la puerta grande a las librerías españolas en la línea de Panini Cómics Marvel Must Have. Es un puro ejemplo de libertad creativa en un mercado que tiene sus límites, digamos sus ‘zonas de peligro’, y que aquí son rebasadas una y otra vez. Es una historia donde la violencia, lo absurdo, la comicidad y una enorme cantidad de tacos (que el lector va a tener que imaginar) se dan la mano con absoluta genialidad.

Es, como podéis imaginar, Nextwave.

Cuando sus protagonistas se percatan que la organización a la que sirven, H.A.T.E., es realmente un grupo ultraterrorista, que pretende inundar la geografía norteamericana con armas de destrucción masiva, se convierten en desertores, dianas del más desmesurado odio y perseguidos sin descanso por el jefazo del lugar, Dirk Rabia, cuyo apellido le define a la perfección, ya que es el claro ejemplo de psicopatía llevada al límite, y que cuenta con un infinito arsenal de armas y tropas que va a lanzar sin pensárselo dos veces sobre los protagonistas…

Vale, mucho hablar de los malos pero, ¿quiénes son los héroes de la historia? O bueno, lo que sean…

Ellos son Monica Rambeau, lideresa del grupo, siempre y cuando le hagan caso y no se choteen con su nombre de guerra, Fotón.

El Capitán. Sí, así, a secas, un tipo que carga a sus espaldas con una infancia traumática y la incesante búsqueda de una palabra que acompañe a su alias y que le resulta imposible encontrar.

Aaron Stack, Hombre Máquina, gran aficionado a la cerveza y que no termina de asumir que está rodeados de seres humanos, o ‘carne’, como él los llama con mucho cariño.

Tabitha Smith, ex chica X, pasota, malhablada y con una increíble capacidad mutante que puede hacer que todo explote a su alrededor mientras se repasa el rimmel.Y finalmente, Elsa ‘Ellie’ Bloostone, única heredera de una milenaria casta de cazadores de monstruos, que fue entrenada con mucha dureza por su padre, convirtiéndola en una letal arma dentro de un curvilíneo cuerpo.

Pues bien, el camino de este grupo se va a encontrar con numerosas, y muy locas, amenazas. Desde el gigantesco dragón kirbiniano Fing Fang Foom, pasando por un violento agente de la ley que termina transformado en una mezcla entre Terminator y los Transformers, letales agentes al servicio de Dirk Rabia como ositos de muerte, pterohombres, samuráis robot o cangrejos homicidas…

A esto sumemos la casi infinita presencia de los no hombres que invaden un pueblecito, invocados por un malvado primo hermano de Dormammu, venido de una dimensión mística.

Pero toda esta lista es tan solo un entrante, un aperitivo, a lo que les espera, ya que cuando el verdadero villano de la función haga su aparición, las páginas de esta genialidad de cómic se van a llenar de desquiciados personajes contra los que, uno tras otro, tendrán que abrirse camino los miembros de Nextwave si quieren sobrevivir en una auténtica orgía de puñetazos, golpes y explosiones.

Irreverente, punki, descacharrante, absurdo… Estos son solo algunos de los calificativos con los que se puede etiquetar esta obra nacida del talento del guionista británico Warren Ellis, una de las joyas de su fértil carrera, y uno de los mejores dibujantes del mercado norteamericano, Stuart Immonen, que aquí demuestra su talento y versatilidad al adaptar su estilo al tono cómico del argumento, o imitar al de otros dibujantes cuando es necesario.

¡Preparaos, porque el viaje va a ser muy movido y a la vuelta de cada página os vais a encontrar con lo inesperado e hilarante!

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios