Si existiera una imaginaria galería donde colgar etapas, sagas del comic-book norteamericano, sin duda, el Arma X de Barry W. Smith ocuparía un lugar prominente, ya que no solo el dibujo es extraordinario, cosa que ya supimos apreciar desde tiempo atrás, sino que demostraba que también sabía moverse en las lides de guionista de manera harto sobresaliente.

Y es que esta historia no va de superhéroes, no esperéis aquí encontrar a tipos con mallas y capas. Este es un relato duro, cortante como las garras de adamantium que horadan la piel de Logan, convirtiéndole en un arma viviente.

Barry W. Smith nos conduce a un enclave secreto donde, tras raptarle, un operativo lleva al narcotizado protagonista, que ni en sus peores pesadillas va a imaginar por el auténtico calvario que le van a hacer pasar el misterioso Profesor y su mano derecha, el Dr. Cornelius.

Ayudados por la ciencia más avanzada y descubriendo la verdadera naturaleza mutante de Lobezno, y su milagroso factor curativo, van a conseguir algo que hasta ese momento parecía imposible, introducir en un cuerpo humano (en este caso homo superior) el adamantium, convirtiendo sus huesos en algo totalmente irrompible.

Pero claro, el cuerpo de la, en este caso, 'cobaya' se rebelará, poniéndole las cosas bastante difíciles al dúo de mad doctors que, junto a la solícita Srta. Hines, someterán al cuerpo y mente de Logan a una serie de experimentos (o torturas) que deja en pañales a las de la Santa Inquisición…

Y lo mejor vendrá cuando esa faceta animal del protagonista dé la cara, sorprendiendo a sus captores, que van a experimentar en sus propias carnes lo que es convertirse en victimas y abandonar sus papeles de verdugos.

Muchos de vosotros ya habéis podido disfrutar de esta maravillosa historia, un peldaño más en la trayectoria de un genio de las viñetas y la ilustración como es Barry W. Smith, pero esta edición que publica ahora Panini Cómics en una nueva línea bautizada como Marvel Gallery Edition es la definitva y muy especial por varias e importantes razones: la primera es que esta edición se ha obtenido de las páginas originales, respetando sus colores originales, y por si esta no fuera ya una maravillosa noticia, se ha impreso en un formato de gran tamaño (23,5x33 cm), por lo que es toda una experiencia única regresar una vez más a este relato tan brutal gráfica y narrativamente.

Pero aún hay más, ya que en el volumen se incluyen unas páginas que Smith realizó para el Uncanny X-Men# 205 y el Wolverine# 166, ¡Casi nada!

Y por si ya con esto no se colman vuestros sentidos, como remate, una extensa galería de portadas, pin ups, reproducciones de las páginas en blanco y negro… Vamos, ¡un stendhalazo en toda regla!