El vertedero de rechazo del Complejo Medioambiental Sur de Europa sufrió el pasado domingo un asentamiento y deslizamiento en la celda número 3. Con ese nombre técnico se conoce a los espacios donde se acumulan las balas de basura que contienen todos los residuos que han pasado por la planta de clasificación y compostaje y que ya no pueden ser aprovechados.

La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, responsable de este vertedero, informó ayer que este deslizamiento no ha provocado vertido alguno y que los técnicos de Urbaser, empresa que gestiona el complejo, ya ha tomado las medidas correctoras necesarias.

Sin embargo, los responsables de la Mancomunidad ya reconocen abiertamente que el vertedero de rechazo tendrá que ser clausurado y que este rechazo que hasta ahora se acumulaba en la celda número 3, será enviado al vertedero de la localidad malagueña de Casares.

La celda que ha sufrido este deslizamiento es la única que permanecía activa en la actualidad. Aunque existen otras dos, éstas ya están selladas tras alcanzar su límite de capacidad. José Manuel Alcántara, director general de Arcgisa, explicó que la parte que se ha visto afectada estaba ya a punto de ser cerrada, puesto que según los cálculos realizados le quedaban unos cinco meses de vida antes de ser sellada de forma definitiva.

El deslizamiento ha provocado un movimiento de las balas y del material que las envuelve de unos diez o doce metros. Esta celda podría tener acumulados un millón de metros cúbicos de rechazo. Lo que parece claro, o al menos lo que se conoce hasta el momento, es que no se ha producido una rotura del vaso sino del material que lo contiene. Esto es, en principio, una buena noticia puesto que la rotura del vaso hubiera provocado más problemas.

José Manuel Alcántara añadió que este traslado del rechazo no supondrá molestia alguna para el ciudadano, que no notará las consecuencias de un incidente del que hoy informarán los técnicos de forma más detallada. Sí afectará a la logística de la explotadora, que tendrá que transportar hasta Casares todo el rechazo que se genere mientras se repara esta celda y se va habilitando un nuevo vertedero. Al parecer el lugar ya está decidido, y se ubicará en una zona cercana al actual.

De los planes futuros y de los más inmediatos informará hoy la Junta de Andalucía. Desde que se produjo el deslizamiento, el pasado domingo, técnicos de Arcgisa, de Urbaser y de la delegación provincial de Medio Ambiente están trabajando de manera conjunta para ver qué ha podido suceder. Las causas pueden ser múltiples y aún no se han definido exactamente cuáles son.

En las próximas horasse conocerá también el plan de choque que ha preparado Urbaser para hacer frente a este imprevisto. Responsables de la delegacion de Medio Ambiente añadieron que Urbaser también tendrá que informar sobre el proyecto y las acciones que se llevarán a cabo en estos meses para reparar los daños en la celda que se ha visto afectada.

La empresa que gestiona el complejo deberá ofrecer datos sobre cómo llevará a cabo toda la restauración de la zona y el definitivo sellado de la celda. El trabajo que queda por delante es mucho y tendrá que realizarse antes de que comiencen las lluvias, ya que eso sí podría afectar al vertedero con la generación de lixiviados. Por tanto, los plazos que la empresa aporta también serán muy importantes porque determinarán la fecha en que la parte afectada quedará totalmente reparada y sellada.