El Parque Natural del Estrecho tiene nueva directora. María Eugenia San Emeterio, cuyo cargo es oficial desde el pasado 17 de mayo, es la nueva responsable de la administración de este espacio protegido situado entre Tarifa y Algeciras. San Emeterio, nacida en 1966, es bióloga y trabaja como funcionaria desde hace 17 años. Licenciada en Biología en la Universidad de Salamanca, posee una amplia experiencia en temas relacionados con el medio natural y de medio ambiente. Dicen quienes que la van conociendo que fue monaguillo antes que fraile, y que eso jugará a su favor.

San Emeterio ha sido agente de medio ambiente, técnico base, directora facultativa de obras, directora de proyectos de consultoria, jefa de servicio de gestión del medio natural en la delegación territorial de Medio Ambiente, y asesora en biodiversidad.

La nueva directora ha participado en numerosos proyectos, y ha sido responsable del programa de restauración de riberas y zonas húmedas de la provincia; y del plan de lucha contra cebos envenenados. Además, ha participado en numerosos censos y colaborado en estudios de impacto ambiental. Su gestión al frente del parque llega avalada por su trabajo como responsable de la jefatura del servicio de gestión del medio natural; la dirección del Plan de Choque de la provincia de Cádiz y del Plan de Infraestructuras Forestales de la Provincia de Cádiz, entre otros. A su cargo ha tenido departamentos relacionados con biodiversidad, caza y pesca o actuaciones en el medio natural.

San Emeterio sustituye en el cargo a Juan de Lama, quien no llegó a cumplir, por motivos personales, los cuatro años que en principio tiene fijados el nombramiento del Gobierno andaluz.

La nueva directora tiene por delante un interesante trabajo con colectivos, empresarios e instituciones en un parque situado en una zona turística de mucho peso. San Emeterio tendrá que lidiar, como todos los responsables de los parques naturales, con los sectores que apuestan por un mayor desarrollo de las zonas protegidas y los que optan por una más restrictiva preservación de las zonas naturales, lejos de usos públicos que puedan perjudicar al espacio natural. Por tanto, mucho trabajo por delante para esta cántabra de nacimiento.