"Es un momento difícil para todos, nos hemos visto obligados a presentar esta moción, hemos aguantado insultos como que esto es un golpe de Estado, pero a partir de aquí se abre una nueva etapa". Estas fueron las primeras palabras y casi únicas de Francisco Gómez (IU) tras ser investido alcalde de Jimena, tras prosperar la moción de censura contra Pascual Collado (PSOE) con los cuatro votos a favor de la agrupación de izquierdas y los tres del Partido Popular. Durante el Pleno, Gómez declinó por dos veces -como candidato y como portavoz de IU- hacer uso de su turno de palabra, por lo que fue abucheado entre el público.

Esta escena se produjo media hora después de que fuera organizada la mesa de edad y se hiciera el recuento de votos. Ante la evidencia del cambio de alcalde, se produjo el abandono de la sala de los dirigentes socialistas de la comarca junto a un grupo de simpatizantes que acudieron a apoyar a Collado. Entre ellos, el vicesecretario provincial del PSOE y alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix; el secretario local de Algeciras, Juan Lozano; el concejal del PSOE linense, Miguel Tornay; el de Castellar, Francisco Vaca, y otros concejales de la comarca.

Izquierda Unida y Partido Popular congregaron menos apoyos. Tan sólo acudieron los vicepresidentes de la Mancomunidad, David Gil y Ramón Aranda, así como las concejales de Castellar, Pilar Lobato (PP) y Paloma Delgado (IU).

El Pleno fue dirigido por la concejal de mayor edad, María José Pro, que tras leer los 14 puntos de la moción de censura dio la palabra a Gómez como candidato a la Alcaldía, y después a Collado, todavía como alcalde. Gómez se remitió a la moción leída.

Collado, visiblemente emocionado, señaló que se trata de un hecho histórico, al ser la primera vez que se propone una moción de censura en Jimena. El todavía alcalde indicó que desde hace meses se urde este pacto y que tan sólo era un cuestión de tiempo. "Se realiza por intereses de fuera del municipio y personales. Hemos cumplido con más del 60% de los compromisos con los ciudadanos y la evidencia de que no lo hacíamos tan mal es la rapidez con la que se ha presentado esta moción de censura", añadió Collado. Apuntó que en apenas año y medio de gobierno se ha desbloqueado asuntos enquistados con la ayuda de la Diputación como es el caso del PGOU.

También aludió a la transparencia y aseguró que se han dado respuestas a la oposición y se ha buscado apoyos a diferencia del gobierno anterior del PP, en la que nunca se respondía, por lo que se preguntó por qué IU no propuso entonces esta moción de censura.

"Este alcalde no se ha visto obligado a plantear una cuestión de confianza en este año y medio, se han aprobado dos presupuestos, el de 2015 y el 2016, así como un gran número de ordenanzas y modificaciones como el IBI", apuntó.

"La ciudad de Jimena habló en mayo de 2015 y lo hará en mayo de 2019. Espero que no se nos olvide a nadie este pacto de dos partidos que tienen tanto en común", concluyó Pascual Collado, que se llevó una gran ovación del público.

Su compañero y portavoz del PSOE, Jesús Solís, fue más vehemente y mucho más crítico: "Hoy es un día que lejos de ser triste para el PSOE, es injusto. No creo en la injusticia que se está planteando hoy y es por eso por lo que milito en este partido".

"Alguien debe estar más triste que nosotros y es el que será alcalde sin el apoyo ciudadano", declaró aludiendo a Gómez. En cuanto a la exposición de los motivos de la moción, consideró que podía haber sido un mitin del PSOE antes de las elecciones porque el PP provocó lo que ahí se suscribe. "Ninguna de los 14 puntos tiene razón de ser, el único motivo es el odio que profesa IU que ha pactado con el diablo, que es el PP, a pesar de no tener el respaldo ciudadano", apostilló.

En cuanto a los casos judiciales en el que está inmerso Collado, indicó que no está procesado, "sólo está denunciado en primera instancia por el PP". Además, aclaró que el problema del agua está solucionado con la habilitación de lo pozos de Marajambú.

"Estoy encantado de ser el diablo", señaló Guillermo Ruiz, portavoz del PP, en su turno de palabra en alusión a las palabras de Solís y como Gómez se remitió a la moción de censura y no hizo más declaraciones.

Finalmente, la concejal del grupo Adelante, Patricia Ruiz, se abstuvo y añadió que esta moción se podía haber hecho hace un año y medio. "No me sumo a la propuesta porque eliminamos la opinión del pueblo que es la que nos debe importar, pero apoyo el desarrollo del pueblo y deseo suerte al nuevo gobierno porque tiene en contra de la opinión del pueblo", manifestó.

Tras recibir el bastón del mando, Gómez, señaló que se van realizar políticas de izquierdas y dejó claro que no se ha pactado con el PP, sólo es un apoyo en minoría. "Tenemos que mirar por nuestro pueblo y por nuestros vecinos y aquí era totalmente necesario la moción de censura", justificó antes los medios de comunicación, a los que también aseguró que el pacto en la Mancomunidad es falso y se vio en la falta de apoyo de IU al presupuesto de la entidad comarcal.

Para Ruiz Boix, el Pleno resultó una "escenificación de un pacto que tiene que ocultar, un pacto de silencio en el que nadie habla del proyecto que quiere para el municipio".

"No pueden decir los objetivos que tienen porque el único que hay es el odio al PSOE de Jimena", aclaró el vicepresidente de la Diputación, quien está convencido que este acuerdo "viene a robustecer el gobierno okupa de la Mancomunidad cogido con imperdibles y en los próximos meses veremos premiados con algunos cargos en el PP de Jimena, que se pagarán con los recibos de agua de los jimenatos".

También se pronunció el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, quien opinó que esta moción ha puesto de manifiesto el "doble discurso" de algunos partidos, como es el caso de Izquierda Unida, que se da "muchos golpes de pecho y mucha izquierda" y luego se pone de acuerdo con el PP para desbancar de la alcaldía a alguien que ganó las elecciones.

La secretaria general del PP-A, Loles López, atribuyó al "desgobierno" que se vive en Jimena la moción de censura aprobada. López dejó claro que se trata de un "caso puntual", derivado de la situación "política y sociológica" de un pueblo, donde no se atienden las necesidades de los vecinos" .