Jerry Lee Lewis. Música del diablo | Estreno en Movistar+

El archivo que arde

Jerry Lee Lewis en una de sus incendiarias actuaciones.

Jerry Lee Lewis en una de sus incendiarias actuaciones.

Presentado en Cannes 2022 cuando el cantante aún estaba vivo y estrenado el pasado fin de semana en Movistar+, Jerry Lee Lewis, música del diablo responde a varios de los preceptos básicos de lo que entendemos por un buen documental sobre una estrella legendaria del rock’n’roll.

Ethan Coen debuta en solitario como realizador sin ninguna de esas veleidades que suelen poner a los directores de renombre por encima de los protagonistas de sus películas. Así, desde la propia elección de Jerry Lee Lewis (1935-2022), una de las figuras esenciales y fundacionales de la Historia del rock’n’roll, al propio formato elegido, que no incluye otra cosa que no sea un abundantísimo material de archivo ejemplarmente recopilado y mejor montado (por Tricia Cooke, esposa del director y habitual montadora de los Coen), este documental camina firme, generoso y a ritmo preciso por una carrera vertiginosa e incansable sin más evidencia y atractivo que los de las canciones sonando en vivo, en los escenarios o en los platós de televisión, la propia palabra del artista en entrevistas y apariciones ante las cámaras, y el relato de una vida de trabajo, determinación, éxito, cambios de rumbo y más éxito sin insistir demasiado en el lado oscuro de las adicciones o los escándalos que también le acompañaron (recuerden aquel filme Great balls of fire), una vida se prolongó mucho más que la de cualquiera de sus ilustres compañeros de generación, del rey Elvis Presley a los no menos fundamentales Little Richard, Chuck Berry, Carl Perkins o Johnny Cash.

Coen no juzga ni mucho menos intenta mejorar a su protagonista, deja que el electrizante material de archivo hable y suene por sí mismo, no cae nunca en la tentación de incluir un narrador o testimonios expertos, y aborda la figura y la carrera de Lee Lewis con la pasión auténtica por su música, la energía desbordante de sus actuaciones y el respeto por sus propias contradicciones en un viaje por el rock’n’roll y el country trufado de más números uno de los que uno pueda recordar.