Decision to leave | Crítica

Un arrebatado thriller romántico

Una imagen del nuevo filme de Park Chan-wook premiado en Cannes.

Una imagen del nuevo filme de Park Chan-wook premiado en Cannes.

Palma de Oro a la mejor dirección en el pasado Cannes, Decision to leave nos trae al surcoreano Park Chan-wook (Sympathy for Mr. Vengeance, Oldboy, Thrist, La doncella) en plena forma y derroche de ideas a la hora de articular, entre el policiaco y la ensoñación romántica, una de esas historias de amour fou preñadas de intriga, fatalismo y un buen puñado de secuencias memorables.

Park hace suyas las convenciones del noir para remodelarlas y actualizarlas en una nueva forma barroca, laberíntica e intrincada que se parte en dos para desplegar en distintos escenarios, de la ciudad nocturna y de interior a la provincia abierta y neblinosa, las variaciones sobre el poder destructor de la fantasía y el deseo y la desincronización amorosa que van empujando a nuestro metódico detective insomne (Park Hae-il) hacia un abismo de perdición y culpa tras enamorarse de la misteriosa mujer de origen chino (Tang Wei) a la que investiga como sospechosa de la muerte de su marido.

Una narración que fluye propulsada entre encabalgamientos portentosos, metáforas y resonancias visuales, puntos de vista cambiantes y otros hallazgos sonoros, juegos y filigranas que hacen de Decision to leave un verdadero festín manierista que busca materializar la esencia perceptiva y febril de un filme donde el andamiaje de su trama y algunas derivas caprichosas pudieran hacer pensar en la tendencia trilera de cierto cine de género coreano. Park es sin duda el más dotado de todos sus compatriotas para encontrar la nueva forma, sujetar las riendas y cambiar el paso de un relato que se encamina sin remedio hacia la sublimación romántica entre mensajes de texto, audios revelados, pantallas transparentes que nos miran y trampantojos del paisaje que esconderán para siempre el secreto de los amantes imposibles.