Una explosión de unos restos de dinamita utilizadas para allanar el terreno de la nueva prisión de Ceuta en los terrenos de Fuerte Mendizábal causó diez heridos en la Ciudad Autónoma, de los que dos están graves y uno, crítico. El delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón, informó ayer de la apertura de una investigación para aclarar las causas de una explosión que calificó de "ilógica, que no hay una explicación lógica para lo sucedido, por lo que se investigará hasta las últimas consecuencias", declaró en rueda de prensa.

El delegado aclaró que la empresa encargada de las voladuras -Movimientos y Voladuras SL- había adoptado todas las medidas de seguridad pertinentes para la destrucción del material sobrante en las obras. Los técnicos procedían a destruir 450 kilos de riojel y 13 detonadores que habían sobrado de los 4.550 kilos empleados, "para lo cual se empleaba el método de combustión y cuando faltaban por destruir unos 125 kilos se produjo la explosión".

La fuerte deflagración afectó a diez personas, principalmente a un artillero de la empresa -que permanece crítico-, a un ingeniero técnico-facultativo y a un ayudante, que están ingresados en la UCI del Hospital Universitario de la ciudad. La explosión se produjo dentro del recinto de seguridad delimitado y en presencia de la Guardia Civil, lo que provocó que dos agentes del instituto armado resultaran heridos. No se descarta que el herido crítico pueda ser evacuado a un hospital de la península.

Fernández confirmó que la empresa contaba con todos los permisos necesarios y valoró que "se trata de una empresa muy fuerte, solvente y con mucha experiencia en el uso de los explosivos" y que el empleado era el más seguro para este caso. El delegado del gobierno destacó la colaboración de los empleados del hospital civil de la ciudad en la atención de los heridos.