La devoción y el ambiente festivo se han reencontrado este domingo en Castellar en la jornada grande de sus fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Almoraima. La salida de la venerada imagen en cabalgata agrícola tras dos años de ausencia ha congregado a varios cientos de personas para acompañar a la talla en su recorrido por la localidad. 

Desde temprano, el sol ha iluminado una mañana especialmente primaveral en la que los chisparreros no han dudado en echarse a la calle. Primero, con el templo parroquial como escenario para la misa rociera lleno de gente. Tanta que incluso parte de los asistentes al oficio han tenido que quedarse en pie. 

Allí, el grupo rociero Ciudad de San Roque ha puesto el toque musical a un oficio en el que han estado presentes las autoridades locales, entre ellas el alcalde, Adrián Vaca, y miembros de la agrupación parroquial del Cristo de la Almoraima, muchos de ellos con pañoletas celestes. También han estado presentes las cortes de honor de los festejos y la romera mayor. 

Mientras, en las inmediaciones, una veintena de carretas han esperado su turno para comenzar el desfile tras el santo. Los momentos previos han sido de preparativos y de brindis por los festejos. Varias de las carretas han llevado a sus integrantes con polos y camisetas conmemorativos. Igualmente, varias decenas de caballistas han engrandecido el cortejo. 

Tras el oficio, la imagen del Cristo de la Almoraima ha sido recibida en la calle por una riada humana. No en vano, es una de las imágenes con más devotos en todo el Campo de Gibraltar y sus alrededores, al que muchos efectúan promesas y peticiones. 

La cabalgata agrícola en Castellar.

Aplausos, vítores, alguna que otra lágrima y emoción han marcado el momento del encuentro entre la imagen y el pueblo en la Plaza de Andalucía. El Cristo ha salido exornado con un bonito ramillete de claveles rojos a los pies de la cruz, portado a hombros por un grupo de devotos. 

La celebración de la feria ha continuado este domingo en su último día con muy buen ambiente en las casetas. El Domingo Rociero de Castellar ha comenzado casi a la par que se celebraba la cabalgata agrícola con la llegada muchas familias y visitantes de otros puntos del Campo de Gibraltar para aprovechar la jornada.  

Así, quienes han optado por permanecer a la sombra en las casetas han contado con música en directo, con varios conciertos durante todo el día, y la oferta gastronómica típica de estas fiestas: jamón, queso, cerveza, marisco y tortillas de patata junto con otras propuestas para compartir. 

Tampoco han faltado los bailes por sevillanas, intercalados con la música actual, para quemar las calorías de la bebida y la comida hasta llegar al fin de fiesta con el tradicional espectáculo de fuegos artificiales.