La concejala de Feria y Fiestas de Castellar, Victoria Eugenia González, que ha vivido con intensidad y gran dedicación la organización de esta feria, revela algunos de sus detalles más sobresalientes.–¿Cómo ha sido su preparación y cuáles son sus objetivos?–Nuestro principal objetivo es que chisparreros y chisparreras sientan orgullo de su feria. También nuestros queridos visitantes. Para ello, necesitamos un programa atento a todos los grupos de población. La edición de 2022 fue maravillosa y este año seguimos la misma línea. Para ello, trabajamos mano a mano con la Delegación de Obras y Servicios, fuerzas del orden, colectivos y asociaciones, caballistas, caseteros, peñas de las carrozas, la Hermandad del Santo Cristo de la Almoraima y los empresarios feriantes. –¿Qué la hace diferente del resto de la provincia?–Nuestra feria es feria y romería a la vez, eso la hace singular. La feria nace en torno a la Romería de la Cruz con más de 400 años de historia, un evento cuyos romeros llegaban de todas partes de Andalucía y Ceuta para venerar al Santísimo Cristo de la Almoraima. De hecho, los más mayores defienden que la romería no tenía nada que envidiarle a la del Rocío de hoy.–¿Qué espera de esta edición?–Primero, que se desarrolle sin incidencias, que brille de manera especial y que todos mis vecinos y vecinas se sientan a gusto. Espero que los niños y niñas disfruten de las atracciones, que nuestros mayores, que se lo merecen todo, se sientan atendidos, y que nuestros jóvenes hagan suya su feria y sean anfitriones responsables con sus amistades de otros lugares.–¿Por qué recomendaría acudir a la feria de Castellar?Porque es una feria tranquila con un ambiente muy sano y muy familiar, muy manejable por sus dimensiones, muy cómoda por sus servicios, y muy alegre, como el corazón de este municipio.–La música es una de las grandes apuestas, ¿qué otras destacaría?–Hemos querido devolver al Acto de la Coronación el esplendor de antaño. También hemos recuperado la figura de la Romera, la representación de la comarca en Castellar, un gesto que honra la historia de nuestra romería, que era tan nuestra como del resto de los campogibraltareños.