El mundo de ayer
Rafael Castaño
Una línea en la pared
La estantería | Literatura infantil y juvenil
Desde hace más de cincuenta años, el 30 de enero celebramos en los centros educativos el Día de la Paz y la No Violencia. El 30 de enero coincide con el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi. Se escogió esta fecha por iniciativa del poeta y pacifista mallorquín Llorenç Vidal.
Los centros educativos tienen que ser un espacio de paz, pero por desgracia muchas veces se ven noticias desagradables donde se comprueba que esta paz es violentada. Pero además de ser una necesidad, la educación para la paz es parte de nuestro currículo educativo, y por ello de obligado cumplimiento.
La LOMLOE, en su preámbulo, señala la necesidad de una educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial, todo ello enmarcado con la Agenda 2030, donde se incluye la educación para la paz. Indica la necesidad de impartir una asignatura en el tercer ciclo de Primaria, que comprende los cursos 5.º y 6.º, que fomente el espíritu crítico y la cultura de paz y no violencia, y donde se deben plantear unos principios pedagógicos en los que esta se transversalice en todas las áreas y las etapas educativas. Deja a criterio del profesorado los contenidos a trabajar, ya que a la fecha de hoy no se han marcado contenidos concretos.
Los principios y fines de la educación incluyen:
En concreto, en lo referente a la paz y la no violencia:
En estos días, nuestros centros educativos realizarán múltiples actividades para conmemorar esta fecha. Por desgracia, en algunos casos, como un cumplimiento del currículo cada día más abultado en la labor docente. Entre estas actividades recuerdo: Manos blancas, palomas de la paz, vacunas del buen trato, el baile de la paz, recital de poemas de la paz, canciones para la paz (que la podemos iniciar con Imagine de John Lennon, pero sin olvidarnos No dudaría de Antonio Flores o Paz, paz paz, de Juanes).
Pero la paz no es solamente un símbolo, también hay que cuidarla y hacerla crecer. Pienso que los libros también son instrumentos que hacen nacer, alimentar y crecer la paz. Por ello, La Estantería de hoy la centramos en la Paz.
Rosa María Pérez Gómez, alumna de 2º de Bachillerato: "Me ha encantado el trabajo que hemos realizado buscando libros que su argumento principal sea trabajar por la paz, que sean antibelicistas. Se han quedado muchos en la bolsa como La Mujer Mirando al Mar de Ricardo Gómez y Mi país está en guerra de Fátima Sharafeddine. Mientras leíamos, también hemos escuchado canciones para la paz como es La canción del soldado de Manel, que en catalán suena preciosa".
Zara y el librero de Bagdad de Fernando Marías. Editorial S.M. 254 páginas. Premio Gran Angular 2008 de literatura juvenil. La novela, un delicado alegato contra la guerra, recuerda dos conflictos bélicos con 60 años de diferencia, la Guerra Civil española y la Guerra de Irak, para alertar sobre la necesidad de no repetir lo peor de la Historia.
Recomendado a partir de los 15 años.
Tiempo de lectura: 3 horas y 25 minutos.
Como siempre, las realizamos en tres momentos:
Fernando Marías Bilbao. Novelista, editor e inventor de conceptos culturales. Entre sus novelas dirigidas al público juvenil sobresalen Cielo abajo (Premio Anaya y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil), Zara y el librero de Bagdad (Premio Gran Angular) y El silencio se mueve. Entre sus obras para adultos destacamos: La luz prodigiosa, El Niño de los coroneles, La mujer de las alas grises y Todo el amor y casi toda la muerte. En 2015 recibió el Premio Biblioteca Breve con La isla del padre. De su obra, se ha llevado al cine La luz prodigiosa con adaptación propia y dirigida por Miguel Hermoso, que ganó numerosos premios internacionales, e Invasor dirigida por Daniel Calparsoro.
'Zara y el librero de Bagdad', autoría de Fernando Marías.
Premio Gran Angular
Editorial: SM.
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