El viento de levante convierte las playas del Campo de Gibraltar en un vertedero de plásticos
Miles de fragmentos y envases invaden la costa tras ser arrastrados por el temporal, alertando sobre una crisis ambiental sin precedentes
El levante reduce en 10.000 toneladas la llegada de algas invasoras a las playas de Tarifa este verano
Las playas del Campo de Gibraltar han amanecido estos últimos días convertidas en un inquietante mosaico de plásticos tras el paso del último temporal de levante. Miles de fragmentos, envases y restos de embalajes cubren ahora las orillas de una de las zonas más biodiversas del Mediterráneo, evidenciando la magnitud de una crisis ambiental que amenaza tanto a la fauna marina como a la salud humana.
Verdemar Ecologistas en Acción ha denunciado este domingo la "grave acumulación de plásticos y microplásticos" que ha dejado el temporal en el Estrecho, una situación que pone de relieve el dramático estado de contaminación del mar de Alborán.
La invasión plástica no es solo una cuestión estética. Tortugas, cetáceos, peces y aves marinas confunden estos desechos con alimento, una confusión que puede resultar letal. Los expertos advierten de que estos animales no solo mueren por asfixia o bloqueo intestinal, sino que también ingieren las diminutas partículas de microplásticos que se forman cuando los desechos se fragmentan.
"El plástico es útil durante unos minutos, después nos ataca durante siglos", alertan desde la organización ecologista, que recuerda una realidad preocupante: estos microplásticos no desaparecen, sino que viajan a través de la cadena alimentaria hasta llegar a nuestros propios platos.
Los datos son alarmantes. Según los informes científicos difundidos por Agaden, el 96% de las muestras de basura marina encontradas en la superficie del Mediterráneo son plásticos, una crisis que ya afecta a más de 550 especies de animales marinos. Esta contaminación masiva no conoce fronteras y sus consecuencias se extienden mucho más allá del impacto visual en nuestras playas.
Desde las organizaciones ecologistas lanzan una advertencia que pone los pelos de punta: "Todo indica que aún puede ir a más, y encontrarnos en un futuro no muy lejano con una isla de plástico en el Estrecho de Gibraltar", una perspectiva que convertiría esta zona estratégica en un vertedero flotante similar a los ya existentes en el Pacífico.
Ante esta situación crítica, los conservacionistas reclaman medidas inmediatas a las administraciones competentes: refuerzo de las políticas contra los plásticos de un solo uso, intensificación de controles sobre vertidos y planes eficaces de limpieza y prevención en origen.
Pero la responsabilidad no recae únicamente en las instituciones. La organización hace un llamamiento directo a la ciudadanía para que reduzca el consumo de plásticos y participe activamente en iniciativas de limpieza de playas, porque "la contaminación plástica es un problema global, pero sus efectos se sienten de forma directa en nuestro litoral", concluye Verdemar.
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