El suceso que estuvo a punto de costarle la vida al inspector de la Policía Nacional en la madrugada de este sábado fue el cuarto incidente de gravedad relacionado con narcotraficantes al que se han enfrentado los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en tan solo tres días: uno en Bornos, otro en la Costa del Sol y dos en el Campo de Gibraltar. En ellos ha resultado heridos de diversa consideración siete guardias civiles y dos policías nacionales.

Tres de las ocasiones en las que los agentes de la autoridad y los delincuentes se vieron las caras frente a frente tuvieron lugar el pasado jueves. En Bornos, tres agentes de la Benemérita resultaron heridos de bala a consecuencia de los disparos realizados por un narcotraficante que estaba al cuidado de una plantación de marihuana. Uno de los guardias recibió en una pierna los impactos de un disparo realizado con una escopeta de cartuchos y requirió hospitalización.

El segundo de los incidentes tuvo lugar esa misma jornada en La Línea de la Concepción, cuando una patrulla de la Guardia Civil fue embestida de forma violenta por un vehículo cuando trataba de cortarle el paso en una operación contra el tráfico de drogas, según el relato de la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc), que describió que sus compañeros salvaron la vida “milagrosamente”.

Igualmente de madrugada y según fuentes de la Guardia Civil, el tercer incidente se produjo en la Costa del Sol. En esa ocasión, los narcos arremetieron contra una patrulla de la Benemérita con dos agentes en su interior, tratando de empujarles, afortunadamente sin éxito, hasta el cauce de un río cercano.

Narcotraficantes en libertad

El suceso en Algeciras en el que ha resultado herido de gravedad el inspector de Policía y dañado un agente en prácticas hace preguntarse a algunos de los agentes consultados por esta redacción si la sucesión de hechos relatada responde a que los narcotraficantes han recuperado a conciencia el modus operandi que pusieron en práctica hace ahora unos cuatro años y que motivó el progresivo refuerzo, con medios humanos y materiales, de las fuerzas de seguridad en el Campo de Gibraltar y áreas limítrofes y a la aprobación, en agosto de 2018, del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar, tras la llegada de Fernando Grande-Marlaska al Ministerio del Interior.

Algunas fuentes subrayan la coincidencia de estos hechos violentos con la reciente puesta en libertad de un considerable número de personas detenidas por delitos de narcotráfico a las que, a consecuencia de la pandemia del coronavirus, se les habían estado negando los permisos penitenciarios durante meses. En esta línea, otras fuentes ponen el acento en la intensa actividad -“a las bravas”- que las redes del narcotráfico han desarrollado a lo largo del mes de agosto, con desembarcos de droga simultáneos cada noche a largo de prácticamente todo el litoral andaluz.