Instituto de Estudios Campogibraltareños

La torre del Almoraima y la arquitectura defensiva medieval del Campo de Gibraltar (y II)

Fachadas sureste y suroeste de la torre.

Fachadas sureste y suroeste de la torre.

La torre está muy transformada en su interior y no se detectan los habituales pisos formados por bóvedas o la escalera de fábrica que caracterizan a las torres que analizamos en el siguiente apartado. Por el contrario, el interior se presenta diáfano de suelo a techo, a excepción del piso que separa la planta baja de la primera que coincide con el del cuartel, por lo que suponemos que es un añadido contemporáneo. A la azotea se sube, actualmente, por una escalera metálica de caracol. Si obviamos este primer nivel, la lectura de los paramentos internos nos permite comprobar tres estrechamientos del grueso de los muros que coinciden con la formación de bancadas que recorren tres de las paredes de la torre.

En el marco de la arquitectura medieval, estas repisas suelen corresponder con la formación de pisos, que en este caso serían tres. Normalmente, se ha supuesto que servirían para soportar las vigas de un forjado de madera. No obstante, Rodríguez- Navarro ha observado que también podrían relacionarse con el soporte de una bóveda. Una estructura similar la encontramos en la torre bajomedieval de la Almudaina (Valencia), que estaba asociada a una alquería islámica. Esta torre, de unas dimensiones similares, 6,30 metros de lado y 14 metros de altura, contaba con cuatro pisos, de los que tres están relacionados con un estrechamiento interior de sus muros que coincide, concretamente, con la repisa donde apoyaría el segundo y el tercer forjado cuyos negativos se han conservado en la pared.

A juzgar por la poca distancia que separa la bancada inferior del suelo, es posible deducir que la planta baja del Almoraima pudiera estar enterrada bajo la superficie actual del terreno, cuestión que se ve apoyada también por el posible arranque del vano en la parte baja de la torre que hemos comentado más arriba que se advierte en la litografía decimonónica.

Levantamiento planimétrico de la torre reelaborado a partir del proyecto de Pablo Pardal Redondo (Pardal, 2012) y ortofotografías realizadas con el drone del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (LABAP). La flecha azul indica la moldura exterior que puede observarse en el grabado de la Lámina 5. Las flechas rojas señalan las bancadas que podrían corresponder con la formación de pisos. Levantamiento planimétrico de la torre reelaborado a partir del proyecto de Pablo Pardal Redondo (Pardal,  2012) y ortofotografías realizadas con el drone del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz  (LABAP). La flecha azul indica la moldura exterior que puede observarse en el grabado de la Lámina 5. Las flechas rojas  señalan las bancadas que podrían corresponder con la formación de pisos.

Levantamiento planimétrico de la torre reelaborado a partir del proyecto de Pablo Pardal Redondo (Pardal, 2012) y ortofotografías realizadas con el drone del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (LABAP). La flecha azul indica la moldura exterior que puede observarse en el grabado de la Lámina 5. Las flechas rojas señalan las bancadas que podrían corresponder con la formación de pisos.

Hasta ahora, todos los investigadores que han estudiado la torre han planteado su origen islámico; sin embargo, no podemos descartar que se construyera en época castellana. El documento más antiguo que la menciona es las Ordenanzas de Castellar, que refieren una moheda o zona de monte bajo denominada “de la torre” dentro de la dehesa del Almoraima, en la parte redactada antes de 1510. La torre es mencionada explícitamente como “torre del Almorayma” en la sección redactada entre 1522 y 1524.

Por tanto, solo podemos precisar que el edificio se construyó antes de 1510, sin poder determinar si fue antes o después de la primera conquista de Castellar en 1434. Posteriormente, es mencionada en uno de los documentos que acompañan a la escritura de fundación del convento de los mercedarios, fechado el 7 de junio de 1603, donde se indica que éste se localiza “en la torre del Almorama (sic.)”. Sabemos que fue utilizada como vivienda en el siglo XVII: “en esta dehesa cerca de la dicha ermita y convento una torre fuerte con su bibienda (sic.) que se dice el Almoraima”, gracias a un documento de 1627 que, además, sitúa la torre cerca de la ermita de Nuestra Señora de los Reyes y ésta junto al actual convento. Las prospecciones que hemos realizado en la meseta de la torre no han arrojado, sin embargo, materiales claros anteriores al siglo XIX.

Fábrica de mampostería de la torre en la fachada noroeste (arriba). Zócalo con sillarejos en la esquina sur. Fábrica de mampostería de la torre en la fachada noroeste (arriba). Zócalo con sillarejos en la esquina sur.

Fábrica de mampostería de la torre en la fachada noroeste (arriba). Zócalo con sillarejos en la esquina sur.

Las torres medievales del Campo de Gibraltar

La escasa información que tenemos sobre el origen del Almoraima nos ha llevado a analizar brevemente los restos conservados de las torres medievales de la comarca del Campo de Gibraltar, territorio que prácticamente coincide con el de la cora califal de al-Yazira al-jadra.

La única característica común a todos estos edificios es su fábrica de mampostería con relleno interior de calicanto, a veces con sillares o sillarejos encadenados en las esquinas. No se ha identificado ninguno construido con la técnica del tapial, propia de las fortificaciones realizadas bajo el gobierno de los Imperios norteafricanos. El listado es el que sigue: La torre del Algorfilla, de planta cuadrada con 4,50 metros de lado, solo se conserva su base macizada de mampostería y calicanto, indicio de que debió de tener un acceso en alto. Se emplaza en el puerto del Bujeo sobre una peña que controla el camino “viejo” que según la documentación del siglo XV comunicaba Gibraltar con Tarifa. Su identificación en el pleito sobre los límites de términos entre Tarifa y Algeciras permite certificar su construcción antes de 1484. La torre ejerce un buen control visual del entorno, incluido el Estrecho y Ceuta, y enlaza directamente con Algeciras y Gibraltar.

Torres del Campo de Gibraltar: A. Base macizada del Algorfilla (Algeciras), B. Arroyo del Lobo (Algeciras), C. Almodóvar o Torregrosa (Tarifa), D. Bóveda de cañón y vano de la torre de Cartagena (San Roque), E. Peña (Tarifa), F. Bóveda vaída del Rayo (Tarifa). Torres del Campo de Gibraltar: A. Base macizada del Algorfilla (Algeciras), B. Arroyo del Lobo (Algeciras),  C. Almodóvar o Torregrosa (Tarifa), D. Bóveda de cañón y vano de la torre de Cartagena (San Roque), E. Peña (Tarifa),  F. Bóveda vaída del Rayo (Tarifa).

Torres del Campo de Gibraltar: A. Base macizada del Algorfilla (Algeciras), B. Arroyo del Lobo (Algeciras), C. Almodóvar o Torregrosa (Tarifa), D. Bóveda de cañón y vano de la torre de Cartagena (San Roque), E. Peña (Tarifa), F. Bóveda vaída del Rayo (Tarifa).

La torre de la Peña debe su nombre a que se sitúa, igualmente, sobre otro risco desde el que se controlaba un estrecho paso entre la Sierra de Enmedio y la playa, por el que transitaba el camino que iba de Vejer hacia Tarifa. Ello queda de manifiesto en el Rawd al-Qirtas y en la Crónica de Alfonso XI, cuando se mencionan los esfuerzos de los ejércitos meriníes y castellanos por controlar este desfiladero. Su función pudiera haber estado relacionada, además, con el avistamiento de los atunes cuya pesca se realizaba en época islámica justamente delante de esta roca (Hayar al-Ayyil), según al-Zuhri. Tiene planta cuadrada con 4,20 metros de lado y un solo piso cubierto con bóveda de cañón. A diferencia de la precedente, tiene el acceso a ras del suelo. Es anterior a 1577, momento en el que se la menciona en un informe que revisaba el estado de la defensa costera y en el que se alude a su antigüedad, por lo que suponemos que debe ser medieval.

Mapa de las torres medievales conservadas en el Campo de Gibraltar. Mapa de las torres medievales conservadas en el Campo de Gibraltar.

Mapa de las torres medievales conservadas en el Campo de Gibraltar.

La torre del Almodóvar o Torregrosa, la del Arroyo del Lobo, la del Prior o Botafuego y la del Rayo siguen un mismo modelo que parece haberse constreñido a la frontera castellano- nazarí y que se caracteriza por disponer de dos plantas, acceso en la inferior, escalera de obra situada siempre a la derecha de la entrada y pisos formados por bóvedas vaídas. Solo tenemos información cronológica directa sobre las dos primeras: la de Almodóvar se construyó antes de 1445, puesto que aparece en el citado pleito sobre los límites de términos entre Algeciras y Tarifa; y la del Arroyo del Lobo es posterior al siglo XII, según se infiere de las dos piezas bajomedievales rescatadas en su fábrica. Pensamos que todas ellas pudieran haberse dedicado a la vigilancia y a la defensa de pequeños grupos de pobladores.

La torre de Cartagena, posiblemente, fuera inicialmente una almenara aislada, aunque en 1342, cuando es mencionada en la Crónica de Alfonso XI, debía de estar ya dotada de un recinto. Tiene planta rectangular de 11 x 7 metros. Solo se conserva la planta baja y el arranque de la primera, cuyo piso se resuelve mediante bóveda de cañón realizada con ladrillos. No se aprecian restos de escalera de obra, por lo que se presupone que la entrada a esta sala debió practicarse por una abertura en la bóveda, ya que el acceso descentrado que se conserva en el lateral que da al interior del recinto es de una segunda fase, según el equipo que la ha investigado. Éste se relaciona más bien con el funcionamiento del hisn.

Plano de perfiles y elevaciones de la torre de Adalides a preparar para depósito de pólvora. Plano de perfiles y elevaciones de la torre de Adalides a preparar para depósito de pólvora.

Plano de perfiles y elevaciones de la torre de Adalides a preparar para depósito de pólvora.

De la torre de los Adalides no se conservan restos materiales, pero sí la suficiente información gráfica para comprobar su modelo constructivo. Un plano del Cuerpo de Ingenieros permite identificar su estructuración en tres pisos cubiertos por bóvedas, de los cuales solo los dos superiores estaban comunicados por una escalera de obra embutida en el muro, de lo que se infiere que el inferior debió funcionar como aljibe o almacén, al estar desconectado de los anteriores, y que la puerta instalada en su planta baja debió ser posterior. El acceso al piso superior se realizaba, al menos en su última fase, por un patín. La torre es de planta rectangular con 6,40 x 5,50 metros y 13,10 metros de altura. Contaba con un recinto exterior que aún se conserva realizado con tapiales, al menos en su parte inferior, una técnica diferente al resto del baluarte que, aparentemente, se construyó con mampostería a juzgar por lo que se aprecia en la fotografía titulada “Old Moorish watch tower near Algeciras”.

Conclusiones

Este artículo ha permitido fijar una fecha ante quem para la construcción de la torre del Almoraima en 1510. Sin embargo, no ha sido posible determinar si fue una torre islámica que ha sobrevivido con una designación castellana o si se construyó bajo el señorío de los Saavedra.

Ninguna de las fuentes analizadas permite un claro encuadre en uno u otro mundo. En primer lugar, el topónimo, muy transformado y precedido del artículo en castellano, impide atribuirla sin discusión al período islámico, tal y como hasta ahora se había planteado. En segundo lugar, la documentación de archivo analizada no aclara la fecha de su fundación. Por último, su modelo constructivo realizado, aparentemente, con forjados y escaleras de madera, es raro en el contexto de las fortificaciones del Campo de Gibraltar, donde las torres o bien tienen la planta baja macizada o bien forman sus pisos mediante bóvedas y cuentan, normalmente, con escaleras de obra. Eso sí, el piso bajo diáfano ya sea para su uso como habitación, aljibe o almacén, la sitúa morfológicamente más cerca de las torres que se suelen vincular con el poblamiento o el almacenamiento de mercancías que de las simples atalayas.

Artículo publicado en el número 58 de Almoraima. Revista de estudios Campogibraltareños

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