Tipología gráfica en el arte rupestre postpaleolítico del extremo sur peninsualar: otros motivos (y V)

En este último capítulo del repaso a la tipología de los motivos esquemáticos postpaleolíticos nos centramos en el apartado de “otros motivos”, manteniendo así el orden tipológico de Pilar Acosta. Este conjunto de motivos los forman: puntos, barras, petroglifoides, zig-zags, ramiformes, esteliformes y manos en positivo.

Puntos

Las pinturas rupestres han sido una ventana al pasado, permitiéndonos vislumbrar cómo se expresaban nuestros ancestros. Entre los muchos elementos que aparecen en estas manifestaciones artísticas los puntos son una constante intrigante. Se presentan de manera aislada, en pequeños conjuntos o formando grandes agrupaciones con formas definidas, muchas veces geométricas. Pero, ¿cuál es su significado? Desde hace décadas, los estudiosos han intentado desentrañar el enigma que rodea a estos puntos. Algunos investigadores, como Breuil y Burkitt, los interpretaron como símbolos con un profundo significado más allá de su simple apariencia. En la provincia de Cádiz, donde se han hallado las mayores concentraciones de estos motivos, se planteó incluso la posibilidad de que formaran parte de un sistema de contabilidad primitivo, especialmente cuando aparecen dispuestos en formas rectangulares o en líneas. Sin embargo, la falta de datos concretos dificulta una interpretación definitiva. En algunos casos, cuando los puntos están asociados a otras figuras su significado podría ser más fácil de inferir. Por ejemplo, ciertos investigadores han sugerido que algunos grupos de puntos representan individuos o animales, mientras que en otros contextos podrían simbolizar elementos de la vida cotidiana, como viviendas o delimitaciones territoriales.

Algunas teorías resultan particularmente sugerentes. En determinadas figuras, los puntos parecen rodear a figuras humanas, lo que ha llevado a pensar que podrían representar piedras utilizadas como armas en una lucha o incluso marcadores de tumbas. En otros casos, podrían indicar congregaciones de personas alrededor de ídolos o señalar beneficios otorgados por el sol. La interpretación de los puntos en relación con la fertilidad también ha sido objeto de estudio, especialmente cuando aparecen ubicados en la parte inferior de figuras humanas o integrados en su anatomía, como una posible representación de ojos, senos o testículos.

Barras

Al igual que los puntos, otro motivo recurrente en el arte rupestre esquemático son las barras. Estas simples representaciones aparecen en la gran mayoría de los abrigos con pinturas rupestres en el extremo sur peninsular. Se pueden encontrar de manera aislada, formando grupos o incluso integradas dentro de escenas más complejas. Sin embargo, a diferencia de los puntos, nunca aparecen asociadas a detalles anatómicos ni directamente vinculadas a figuras humanas reconocibles. Las barras, en muchas ocasiones, comparten las mismas incertidumbres interpretativas que los puntos. No obstante, cuando forman parte activa de una escena su significado parece más claro. Un ejemplo de ello es el conjunto representado por un motivo cruciforme en posición horizontal parece simbolizar un cadáver rodeado por otras figuras. Algunas de estas figuras son claramente humanas, con cabeza y extremidades definidas, mientras que otras son simples barras. Por analogía, se ha interpretado que estas barras también representan personas, posiblemente familiares o miembros de la comunidad del fallecido, formando así una escena de enterramiento. Esta hipótesis se refuerza con otros casos similares que demuestran que ciertas barras no son solo elementos decorativos, sino representaciones extremadamente esquemáticas de figuras humanas. El investigador Breuil apoyó esta teoría y amplió la categorización de "barras" para incluir otros motivos que, aunque morfológicamente diferentes, comparten la misma función simbólica dentro del arte rupestre. En definitiva, las barras y otros símbolos geométricos en el arte rupestre continúan planteando interrogantes fascinantes. Aunque hemos avanzado en su interpretación, aún queda mucho por descubrir sobre el significado real de estas formas y su papel en las sociedades que las crearon. Cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a comprender el lenguaje visual de nuestros antepasados.

Petroglifoides

Siguiendo con la exploración de los motivos esquemáticos en el arte rupestre, encontramos otro enigma fascinante: los petroglifoides. Este término agrupa una serie de figuras que, por su forma y apariencia, recuerdan a ciertos grabados hallados en dólmenes, rocas al aire libre e incluso pequeños abrigos a lo largo de la geografía hispana. A diferencia de los puntos y las barras, las representaciones pictóricas de estos motivos son menos frecuentes, pero su presencia está bien documentada en diversas regiones. Los petroglifoides aparecen en múltiples zonas de la Península Ibérica, con una notable concentración en la provincia de Badajoz, Cádiz y las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y Duero. Esta amplia distribución sugiere que su uso y significado podrían haber variado entre distintas comunidades prehistóricas. Determinar la cronología exacta de estos motivos es un desafío. Algunos petroglifoides han sido interpretados como escudos, lo que permitiría datarlos a partir del siglo VIII. Sin embargo, el análisis de las capas pictóricas en los abrigos sugiere que algunos de estos motivos podrían ser mucho más antiguos. Por ejemplo, ciertos petroglifoides han sido hallados junto a ídolos oculados o motivos triangulares, lo que indicaría su coexistencia con formas artísticas propias de la Edad del Bronce.

Zig-zag

Uno de los motivos más comunes en el arte rupestre esquemático es el zig-zag, presente desde las primeras manifestaciones del arte cuaternario y con una pervivencia notable en la pintura esquemática. Su simplicidad geométrica ha hecho que aparezca en numerosos yacimientos, aunque su significado ha variado a lo largo del tiempo y según el contexto en el que se encuentre representado. En el marco de la pintura esquemática, los zig-zags pueden observarse en dos posiciones diferenciadas: horizontal y vertical, lo que sugiere distintas interpretaciones.

Posición horizontal, representaciones humanas en posición flexionada. El primero en establecer una relación entre los motivos en zig-zag y figuras humanas con las piernas flexionadas fue H. Breuil, quien al estudiar estas pinturas observó que estos trazos podían indicar figuras en posición sentada. Su hipótesis fue respaldada por Burkitt en sus estudios sobre las pinturas de la zona gaditana.

Posición vertical, posibles representaciones humanas y animales. En algunos casos, Breuil sugirió que los zig-zags verticales podrían representar figuras humanas muy esquematizadas, con los trazos superiores indicando cabellos. Sin embargo, otros investigadores han propuesto que estos motivos podrían simbolizar serpientes, dada la semejanza con la forma en que se representan estos reptiles en el arte prehistórico. Un ejemplo de esta dualidad interpretativa se encuentra en el motivo del Barranco del Arca, donde un conjunto de zig-zags ha sido identificado tanto como un grupo de serpientes como de figuras humanas erectas.

Representación del agua, otra interpretación, defendida por Kühn, considera que los zig-zags representan el agua. La posición inclinada de un ciervo bebiendo, refuerza la idea de que estas líneas onduladas pueden estar relacionadas con el agua, especialmente en abrigos situados cerca de fuentes o lagunas, como en la Garganta de la Culebra (Cádiz), desde donde se divisa la Laguna de La Janda.

Ramiformes

Muchos investigadores consideran que los ramiformes representan figuras humanas con extremidades multiplicadas. Burkitt sugiere que estos motivos derivan de una figura humana estilizada, mientras que Breuil los asocia mayoritariamente con representaciones antropomorfas. Algunos presentan diferenciación sexual o parecen figuras en movimiento, quizás simbolizando poder.

Podemos clasificarlos en:

• Tipos simples, sin rasgos distintivos específicos.
• Tipos especiales, como el ramiforme abeto y el ramiforme arborescente.

Muchos investigadores consideran que los ramiformes representan figuras humanas con extremidades multiplicadas. Burkitt sugiere que estos motivos derivan de una figura humana estilizada, mientras que Breuil los asocia mayoritariamente con representaciones antropomorfas. Algunos presentan diferenciación sexual o parecen figuras en movimiento, quizás simbolizando poder.

Otra de las definiciones más extendida sobre estos motivos es que, en ciertos casos, los ramiformes se han identificado como astas de ciervos. Breuil y Burkitt interpretaron algunos ejemplos como representaciones aisladas de cornamentas, especialmente en yacimientos donde aparecen junto a figuras de ciervos.

Algunas figuras tienen una apariencia claramente arbórea, con ramas e incluso frutos. Escenas rupestres muestran figuras humanas recolectando estos frutos, reforzando la idea de que ciertos ramiformes simbolizan árboles:

• Tipos Especiales, ramiforme Abeto. Propuesto por Breuil, este motivo se asemeja a un abeto y se vincula con figuras cruciformes que evolucionan hasta quedar inscritas en una forma envolvente. Su significado podría ser antropomorfo, con cronologías vinculadas a estos desarrollos.
• Ramiforme Arborescente. Su interpretación es compleja. En algunos casos, se asemejan a ciervos con astas multiplicadas. Sin embargo, otros estudios sugieren que podrían representar figuras humanas con múltiples brazos o tocados rituales. Breuil y otros investigadores han sugerido que estos motivos combinan elementos humanos y animales, aunque la hipótesis más aceptada los vincula con esquematizaciones de ciervos.

Esteliformes

Los esteliformes, figuras con forma de estrella, han sido identificados en pinturas rupestres y decoraciones cerámicas del Bronce I en la península ibérica. Su presencia en contextos arqueológicos ha llevado a algunos investigadores a atribuirles un origen oriental. Sin embargo, un análisis detallado sugiere que estos símbolos no necesariamente provienen de fuera, sino que podrían haber surgido de forma independiente en el arte esquemático hispano.

M. Burkitt propuso que ciertos esteliformes derivan de figuras humanas esquematizadas que, tras un proceso de abstracción, comenzaron a representar cuerpos celestes. H. Breuil apoyó en parte esta idea, aunque la limitó a esteliformes con cinco o seis rayos. A pesar de estas teorías, muchos arqueólogos consideran que no hay una relación clara entre estas figuras y representaciones humanas.

Otra hipótesis, defendida por Breuil, sugiere que algunos esteliformes podrían representar manos. Sin embargo, esta interpretación es minoritaria y se limita a casos específicos.

Manos positivas

Las representaciones de manos son un motivo poco común dentro de la pintura esquemática prehistórica en la península ibérica. Solo se han encontrado en tres yacimientos: uno en Cádiz y dos en Badajoz. Generalmente aparecen de frente, aunque en el abrigo gaditano de la Pretina I hay una figura de perfil. Curiosamente, el número de dedos varía entre cuatro y seis, lo que ha despertado diversas interpretaciones.

H. Breuil, pionero en el estudio del arte rupestre, planteó dos hipótesis: podrían ser simplemente representaciones de manos o, en algunos casos, esquematizaciones de figuras humanas. Sin embargo, su significado sigue siendo incierto. Lo que sí sabemos es que estas figuras comparten técnicas y colores con otros motivos rupestres de la zona, lo que sugiere que formaban parte del mismo lenguaje simbólico prehistórico.

Hugo Alberto Mira Perales es especialista en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y consejero de número de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños, Miembro del comité ejecutivo de la revista 1902 Committee, Miembro del Proyecto First Art