Las tiendas multiprecios y los mercadillos, ¿refugios contra la crisis?

Los ambulantes se quejan de la falta de ventas, mientras que en los establecimientos baratos, el éxito sólo llega a algunos

Una mujer entra a una tienda multiprecio en Tarifa.
Una mujer entra a una tienda multiprecio en Tarifa.
S. T. / Tarifa

22 de febrero 2009 - 01:00

En una época donde sacar un euro del bolsillo es un costoso ejercicio de economía familiar, las tiendas multiprecios y los mercadillos ambulantes parecían ser alternativas a los encarecidos precios de los comercios de toda la vida. Unos precios que tampoco han podido aguantar el envite de la crisis y han caído en picado. No obstante, la familia de escasos recursos económicos, aumenta las visitas a las tiendas de todo a un euro en busca de una ganga que al final no es tal y aunque mucho más barato, el producto comprado suele ser -en la mayoría de las ocasiones- de escasa calidad.

Sin embargo, la coyuntura económica manda y como señala Rafaela Medina Luánez, "yo sé, que en los todos a cien -aún se sigue rememorando la desaparecida peseta-, y los mercadillos los productos no son tan buenos, pero cuando hay que comprarle ropa a tres chiquillos, una tiene que buscar lo económico porque si no, no llegamos", lamenta la mujer mientras rebusca en un montón de coloridas prendas en un despoblado mercadillo. La contra, justo al lado. Protegiéndose del frío y con un cigarrillo en la boca, Esperanza Lulimilla, deja correr las horas mientras no puede disimular un fastidio en su rostro. "Esto está peor que en el 93. Estoy por ir a Madrid a ver a Zapatero", señala la vendedora de Alcalá de los Gazules que insiste en apuntar que ni los mercadillos, ni las multiprecios se han convertido en refugios anticrisis, y critica que "los chinos nos están matando", mientras apunta a lo desierto de su puesto señalando al cartel que anuncia a modo de reclamo "dos prendas a cinco euros".

A unos 200 metros del mercadillo tarifeño un chino anuncia en el cartel de su fachada los productos que comercia. "Artículos de plásticos, refrescos, alimentación bisutería", pero en un chino hay de todo. Desde unas pequeñas tijeras o una espumadera, hasta artículos de papelería, prendas de vestir. "De todo. Aquí hay de todo", asegura Eugenia, una señora de edad avanzada que se confiesa clienta habitual. "Yo lo mismo vengo a comprar pinzas para la ropa, que una libreta para mi nieta, que una película picante para mi yerno", bromea la mujer dando una idea de lo variado de la mercadería.

Un joven con edad de estar escolarizado, hace las veces de intérprete con una variopinta clientela. Se defiende hablando y entendiendo el español, que parece olvidar de repente y enmudecer cuando se le pregunta por el negocio. No es algo exclusivo de ese comercio. A unas cuantas manzanas, en otro bazar, su dueño olvida también el idioma cuando uno se reconoce como periodista. Mientras, en sus negocios no para de entrar gente. A mirar, buscar, o comprar.

En el mercadillo, Tomás Fargas Gómez, con más de 40 años de presencia en mercadillos de toda la comarca, atiende un solitario puesto de pantalones ofertados a 10 euros. Tomás reniega de la afirmación que en época de crisis los mercadillos venden más. "Los ayuntamientos nos suben lo precios, esto está peor que en el 93, y aquí no viene más gente", lamenta. Por el contrario, José Manuel Rivas Domínguez, un joven de unos 30 años, sí reconoce que en época de crisis y con familia, es necesario no comprar de manera indiscriminada sino "rebuscar" .

Abdellah Bonnghalem, es un comerciante marroquí que lleva 7 años con su negocio en la localidad. Hace tres años, decidió abrir una tienda más y aunque no lo lamenta, confiesa que no es el mejor momento para mantener dos negocios abiertos. "Me he tenido que quedar con tan sólo tres empleados, no puedo mantener a más" asegura el hombre confirmando que este año es el peor que recuerda. En su nueva tienda y durante la conversación no ha entrado nadie a comprar. Por el contrario en la tienda más antigua, es imposible preguntar al que la regenta, porque no paran de entrar clientes.

stats