Estos son los tres narcos huidos que busca la Guardia Civil por introducir cocaína por el Puerto de Algeciras

Los investigadores apuntan al papel fundamental que jugaban José Carlos Sánchez Castro y Esteban Martín Hernández en las tramas que desembocaron en las operaciones Goodbye, ahora culminada, y Jumita, desarrollada en 2021

La Guardia Civil desmantela la mayor organización criminal dedicada a introducir cocaína por el Puerto de Algeciras

¿Quién es quién en la operación Jumita?

Las tres personas que busca la Guardia Civil en el marco de la Operación Goodbye.
Las tres personas que busca la Guardia Civil en el marco de la Operación Goodbye.

Algeciras/El Juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras ha emitido una orden internacional de detención (OID) y una orden europea de detención y entrega (OEDD) sobre tres integrantes de la mayor organización criminal dedicada a introducir cocaína por el Puerto de Algeciras, que ha sido desmantelada tras la detención de 22 personas. Los tres fugados son José Carlos Sánchez Castro, Antonio Jesús Sánchez Castro y Esteban Martín Hernández, que ya estuvieron implicados en la trama que desencadenó la Operación Jumita. En esta intervención, desarrollada en junio de 2021, fueron arrestadas 28 personas a las que la Fiscalía Antidroga les atribuía la introducción en 2020 y 2021 de más de 5.000 kilos de cocaína. Los agentes intervinieron entonces 1.616 kilogramos de droga repartidos en 1.401 tabletas y 15 millones de euros en metálico.

La Operación Goodbye, desarrollada desde junio de 2024, se ha saldado con la detención en Marbella del considerado el líder de la organización y uno de los grandes capos de la droga a nivel mundial, un ciudadano de origen búlgaro que no pudo ser arrestado en la explotación de la Operación Jumita, en la que también era el principal objetivo. La Guardia Civil destaca que su principal socio y también uno de los líderes de la organización es José Carlos Sánchez Castro, un reconocido empresario del Campo de Gibraltar, que se encuentra fugado junto a su hermano mayor, Antonio Jesús Sánchez Castro, por estos mismos hechos.

José Carlos, según la Guardia Civil, hacía uso de sus empresas logísticas para realizar los traslados de los contenedores desde el Puerto de Algeciras. Además, disponía de los contactos necesarios para asegurar el control de los contenedores marítimos desde su llegada al puerto, monitorizando todos los movimientos e inspecciones a los que podrían estar sujetos, hasta su salida de las instalaciones portuarias. Para esta tarea contaba con varios trabajadores en el Puerto de Algeciras, entre ellos Esteban Martín Hernández, también conocido como el Messi de la Torre, actualmente huido. Los investigadores señalan que gracias a su posición como trabajador en el puerto en la época en la que se desarrollaron los hechos, disponía de información privilegiada que ponía a disposición de José Carlos y este la trasladaba a la organización criminal.

El Instituto Armado destaca que gracias a los grandes beneficios económicos que los hermanos Sánchez Castro han obtenido a través de la introducción de cocaína en el Campo de Gibraltar, han podido conformar un importante tejido empresarial a nivel nacional

En la Operación Jumita, los investigadores apuntaban a José Carlos Sánchez Castro como "pilar fundamental desde el que se erige toda una gran estructura y una red clientelar que permite la introducción de grandes cantidades de cocaína en España utilizando para ello una de las áreas logísticas más importantes de Europa, el Puerto de Algeciras". El informe elaborado por los responsables de la investigación sobre el papel que cada uno de los implicados desempeñaba en la organización destaca que José Carlos "poseería los contactos necesarios para que las operativas ilícitas se puedan llevar a cabo sin la acción policial o, incluso, con la inanición de elementos fundamentales dentro de las navieras más importantes. Igualmente sería dueño de un gran tejido humano y empresarial que ayudaría a la transformación de las ganancias ilícitas, en formato de papel moneda, en operaciones dinerarias legales, valiéndose para ello de empresas opacas, paraísos fiscales y la utilización de testaferros, donde no dudaría incluso en utilizar a su propia familia para la asignación de bienes y así dificultar la acción policial a la hora de analizar su patrimonio real".

"Para la realización de tales actividades se valdría de las herramientas tecnológicas más avanzadas. Tanto es así que ha nutrido a su red de telefonía móvil encriptada obtenida a través de otro de los investigados, K. V. K. Con la mencionada tecnología de telecomunicaciones, la organización se hacía irrastreable para las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, siendo este uno de los elementos esenciales en la investigación a la hora de obtener los indicios necesarios para la implicación de cada uno de los integrantes en las operativas”, indican los informes de la Guardia Civil".

El informe recogía que José Carlos residía en una urbanización de amplios adosados en Algeciras. “Se ha observado cómo frecuenta diariamente y con horario laboral, como si de una oficina se tratase, la sede de una empresa situada en el polígono industrial Cortijo Real. Este lugar lo utiliza para constantes reuniones de su entramado ilícito, existiendo indicios de cómo desde este lugar coordinaba las operaciones necesarias para la gestión de la introducción del citado cargamento de cocaína interceptado".

"Otro de los lugares frecuentados de manera diaria por José Carlos y donde han quedado registradas numerosas reuniones con los investigados en la causa es la sede de otra empresa situada igualmente en el Cortijo Real. Durante el desarrollo de la investigación se ha podido observar cómo dos de los encausados, ambos como eslabones fundamentales en la organización, han accedido al citado lugar en compañía de José Carlos Sánchez Castro”.

Un punto de interés para la investigación era también un amplio chalé situado en San García, cuya titularidad corresponde “a una empresa vinculada también presuntamente con la actividad opaca empresarial de José Carlos Sánchez Castro”. “En este lugar se pudo observar, durante las vigilancias necesarias, cómo José Carlos Sánchez Castro pudo realizar un pago a otro integrante de la organización, ya que este último abandonó el inmueble con una bolsa acorde con las observadas en otras ocasiones y utilizadas por la organización para la realización de intercambios monetarios, todo ello en presencia del hermano de José Carlos, Antonio Sánchez Castro”, señalaban los investigadores.

“También, durante las vigilancias operativas se han podido observar dos inmuebles de interés que José Carlos Sánchez Castro frecuenta. Para sus desplazamientos a ambos utiliza fuertes medidas de seguridad, complicando de manera notable sus seguimientos y su centralización definitiva”. Uno está ubicado en las inmediaciones de un hipermercado de Algeciras situado a las afueras de la ciudad y es propiedad de otro de los investigados. “El otro de los domicilios de interés por el recelo que utiliza para dirigirse a él está situado en la barriada de San Bernabé”, según hizo constar la Guardia Civil antes de los registros efectuados ante la sospecha de que “en ambos domicilios y sus anexos pudiera haber oculta una gran cantidad de dinero en metálico, ya que ha quedado acreditado durante toda la causa que la organización de José Carlos Sánchez Castro tenía dificultades para su ocultación, valiéndose de las numerosas propiedades que su entramado de testaferros posee para su encubrimiento”.

“Otro de los puntos de gran valor para la investigación es la vinculación ya mencionada entre José Carlos Sánchez Castro y K. V. K. -el ciudadano de origen búlgaro señalado como líder de la organización-, pero a la que se le suma otro tercer elemento que daría cobertura a nivel de seguridad a la organización. Este último realizaría labores de inteligencia para su jefe. En una de las conversaciones interceptadas el día 31 de marzo de 2021, José Carlos Sánchez Castro le ordenaría que vigilase unas naves industriales para que diera el visto bueno para su posible utilización como lugar de intercambio y almacenamiento de la mercancía ilícita interceptada. Estas naves industriales estarían vinculadas societariamente a K. V. K., siendo este el que en un primer momento le dio el visto bueno a José Carlos Sánchez Castro para su utilización. Del análisis anterior se ha podido constatar que la nave de interés real para la investigación estaba localizada en el polígono industrial de San Luis, en Málaga.

Esteban Martín Hernández, el 'Messi de la Torre'

Sobre Esteban Martín Hernández, el informe de la Operación Jumita señalaba que "como jefe de Operaciones y/o responsable de la naviera Maersk en el Puerto de Algeciras (el investigado trabajaba para APM Terminals, propiedad de Maersk) dota a la organización criminal de José Carlos Sánchez Castro de una capacidad hasta ahora desconocida para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya que es un elemento esencial de control y gestión que ayuda al éxito de las operativas de narcotráfico desarrolladas por la organización”. Antes de los registros realizados, los investigadores pusieron el acento en que Esteban Martín era una pieza fundamental en el entramado. Era el Messi de la torre, en referencia al puesto que ocupaba en la torre de control portuaria: sin su figura, “es muy posible que la organización no gozase de los beneplácitos de los exportadores sudamericanos a la hora de la introducción de partidas tan grandes de cocaína". "Detectar una herramienta como Esteban Martín Hernández dentro de una estructura criminal y vincularla totalmente a la operativa que se desarrolla en esta investigación crea un mayor interés sobre el análisis documental que pudiera acarrear, así como a los dispositivos tecnológicos que pueda tener, a fin de intentar vincular sus servicios a otras operativas que pudieran haber sido frustradas por los servicios portuarios, tanto administrativos como policiales, como posibles operativas que haya podido desarrollar con éxito o los posibles vínculos que pudiera tener con otras organizaciones del Campo de Gibraltar que necesiten la infraestructura del Puerto de Algeciras para llevar a cabo sus actividades ilícitas”.

“Esteban Martín Hernández, debido a sus conocimientos técnicos, sería capaz de realizar consultas en tiempo real sin dejar ningún tipo de vestigio o huella digital que pudiera alertar de sus actividades en posibles auditorías llevadas a cabo, con lo que nos lleva a ver la dimensión real de sus capacidades así como lo dilatado en el tiempo que pudiera estar facilitando con sus servicios al éxito de las actividades ilícitas".

"Entre sus servicios hacia la organización se encuentra la capacidad de poder ubicar o controlar las localizaciones de los contenedores, tanto para facilitar la extracción de la sustancia estupefaciente como para detectar las hipotéticas vigilancias a los que pueda estar sometido los diferentes contenedores de interés”.

“También posee la capacidad de conocer el volumen empresarial del Puerto de Algeciras contrastado con el flujo comercial controlado por la Aduana, es decir, Esteban Martín conoce de manera exhaustiva si las empresas utilizadas por las organizaciones criminales se encontrarían fiscalizadas por las autoridades administrativas y policiales a fin de encontrar el momento idóneo en el que una empresa pasa a beneficiarse de las ventajas de pasar al circuito verde, una vez que la empresa se hace regular o de confianza a efectos de fiscalización portuaria”.

“Esteban Martín Hernández, en su labor y jerarquía en la organización criminal se encontraría totalmente supeditado a las órdenes e instrucciones impartidas por José Carlos S.C., tanto que se aseguraba de poder abandonar su puesto de trabajo si este no necesitaba nada más de él. Igualmente actuaría en la organización liderada por Francisco G.H. desempeñando la misma función”.

“Por esos servicios que resultan de interés para cualquier organización criminal, Esteban Martín Hernández recibía grandes cantidades de dinero que han quedado acreditadas bajo la intervención de la mensajería, por eso (indicaba los investigadores antes de los registros) se hace de vital importancia a la hora de recuperar esas sumas de dinero como a la hora de encontrar elementos concluyentes tanto de esta operativa como de otras el registro de su domicilio. También sería vital el registro de su despacho, taquilla, Oficina o dependencias laborales ubicadas en la calle Muelle de Juan Carlos I, correspondiente a la local de la empresa naviera Maersk dentro del Puerto de Algeciras”.

Otro domicilio de interés relacionado con Esteban Martín estaba situado en las inmediaciones de la estación de Renfe, “vinculado a su vez a un familiar suyo y que podría utilizar de forma disuasoria para la ocultación de sus ganancias económicas en metálico”.

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