Un sol rojo tiñe el cielo del Campo de Gibraltar: el espectacular fenómeno que cautiva a Andalucía

La mezcla de la puesta de sol, la calima y el humo en la atmósfera transformó el atardecer de este martes en un espectáculo rojizo visible desde numerosos puntos de la región

El sol rojo visto este martes, 3 de junio, desde Torreguadiaro, en San Roque.
El sol rojo visto este martes, 3 de junio, desde Torreguadiaro, en San Roque. / E.S.

La tarde del martes 3 de junio dejó una postal insólita en el cielo del Campo de Gibraltar. A medida que el sol se acercaba al horizonte, su luz comenzó a teñirse de un rojo intenso, atrayendo las miradas de cientos de personas que no dudaron en alzar sus teléfonos móviles para capturar el fenómeno. No era un filtro ni una ilusión óptica: el cielo se había convertido, por unos minutos, en un lienzo encendido.

El fenómeno, visible también en otras partes de Andalucía, ha tenido una explicación científica. Según explicaron desde MeteoCádiz, el sorprendente color del sol se debió a la combinación de varios factores: la puesta de sol, la presencia de calima —es decir, polvo en suspensión procedente del desierto— y, en este caso, también humo en la atmósfera. "Esta unión ha provocado que el sol se vuelva completamente rojo", señalaron.

Desde MeteoSur coincidieron en el diagnóstico y destacaron que el atardecer fue “espectacular”, con el astro “tiñéndose de un rojo intenso a causa del humo de los incendios de Canadá”.

Y es que este mismo fenómeno se ha reportado en otras partes del mundo, como en la ciudad estadounidense de Chicago. Allí, diversos medios locales han atribuido la aparición del sol rojo a las grandes cantidades de humo en el cielo tras los recientes incendios forestales en Canadá. Ese humo, al viajar a través de las corrientes atmosféricas, provoca una distorsión en la luz solar que realza los tonos rojizos durante la puesta de sol.

¿Por qué vemos el sol rojo?

La explicación física detrás del fenómeno se encuentra en cómo la atmósfera filtra la luz solar. La luz blanca del sol está compuesta por todos los colores del espectro, pero cuando atraviesa una atmósfera muy densa —como la del horizonte durante el atardecer— la mayor parte de esa luz es absorbida o dispersada, salvo la de longitud de onda más larga: el rojo.

Si a esa dispersión natural se le suma la presencia de partículas en suspensión como polvo o humo, la absorción se intensifica, eliminando aún más colores y dejando visible únicamente el rojo. De ahí que el sol se torne tan intensamente rojizo bajo estas condiciones.

Un espectáculo poco frecuente

Aunque no es del todo inusual ver tonalidades rojizas al atardecer, fenómenos tan marcados como el del martes requieren una combinación precisa de elementos. Por eso, no es de extrañar que el cielo encendido del Campo de Gibraltar se convirtiera en la imagen más compartida del día en redes sociales.

El fenómeno, además de bello, recuerda la creciente interconexión atmosférica del planeta: lo que ocurre a miles de kilómetros —como los incendios en Norteamérica— puede tener un efecto directo en los cielos del sur de Europa.

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