Una reunión entre feriantes genera una pelea entre dos familias

La reunión programada por el área municipal de Festejo con los feriantes de cara a la reorganización y reparto de parcelas en el Real durante la próxima edición de la Feria, acabó como el rosario de la Aurora.

Se trataba de buscar el consenso en el reparto de las zonas donde las atracciones infantiles se van a ubicar. Todo parecía ir por buenos derroteros, salvo algunas lógicas diferencias de criterios. Sin embargo, al término del encuentro y cuando el concejal del área se marchó, se produjo una discusión entre dos familias de feriantes que fue subiendo de tono y finalmente derivó en una agresión física que motivó que varios agentes de la Policía tuvieran que intervenir para separar a los que intervinieron en la riña y posteriormente instruir las diligencias correspondiente.

El concejal, Sebastián Galindo, conoció rápidamente los hechos y pese a que en principio determinó la expulsión de las dos familias de la Feria, retrocedió en su decisión ya que las dos familias apaciguaron sus ánimos y se pidieron disculpas mutuas. Sin embargo el edil advirtió a las dos familias a que en caso de algún nuevo conato de agresión tanto verbal como física, quedarán automáticamente expulsados de la feria con el consiguiente perjuicio para sus intereses económicos.

Según manifestó Galindo, la Feria supone un "problema en el mantenimiento de las seguridad, para tener que preocuparnos que dos familias de feriantes diriman sus diferencias a golpes generando ellos actos violentos que se deben evitar a toda costa", manifestó. A pesar de reconocer la gravedad de los hechos se mostró convencido de que fue debido a un malentendido y apeló a la sensatez de los feriantes para mantener las buenas relaciones entre ellos durante la próxima feria.